El proyecto europeo Smart Rural 21 implementa estrategias de pueblo inteligente para abordar los desafíos del medio rural

Resultados y lecciones aprendidas durante el desarrollo del proyecto europeo de pueblos inteligentes Smart Rural 21

La despoblación, la escasez de oportunidades de trabajo y de turistas, el envejecimiento de la población y la emigración de los jóvenes son algunos de los desafíos que comparten numerosas áreas rurales de toda Europa. En este contexto, el proyecto Smart Rural 21 (Preparatory Action on Smart Rural Areas in the 21st Century) ha trabajado durante dos años y medio en inspirar a los municipios para desarrollar e implementar enfoques y estrategias de pueblos inteligentes, así como para sacar conclusiones y apoyar futuras políticas en la materia.

Smart Rural 21 tenía por objeto fomentar enfoques y estrategias de pueblos inteligentes.

El proyecto Smart Rural 21 presentó sus resultados en una jornada final celebrada los pasados días 17 y 18 de octubre en Sopot (Polonia), que han sido fruto de la colaboración con las comunidades rurales y otras partes interesadas relevantes de toda Europa para implantar pueblos inteligentes.

Dio comienzo en diciembre de 2019 y concluyó en junio de 2022, con el apoyo de la Comisión Europea. Ha contado con la coordinación de E40 Group, en colaboración con cinco socios y 28 expertos nacionales cubriendo todos los países de Europa.

El municipio español de Ansó ha formado parte de Smart Rural 21

Ansó, en Huesca, ha sido el único municipio español que ha formado parte del proyecto Smart Rural 21. Declarado Bien de Interés Cultural por su arquitectura tradicional pirenaica, ha trabajado en el impulso a la participación comunitaria, la mejora de la conexión a Internet, la rehabilitación de edificios municipales para start-ups y trabajadores, y la creación de viviendas de alquiler para ofrecer la posibilidad de vivir y trabajar cerca de la naturaleza gracias a las nuevas oportunidades que han llegado con las nuevas tecnologías, el teletrabajo y los negocios online.

Entre otras cosas, Ansó (Huesca) ha instalado un punto de recarga para vehículos eléctricos.

Para detener el proceso de despoblación, el municipio ha avanzado en el desarrollo tecnológico con una estrategia local que incluye redes 5G, la instalación de fibra óptica y realidad virtual. Como beneficiario de la iniciativa WiFi4EU, también ha desplegado 11 puntos de conexión wifi gratuitos y abiertos. Además, ha sido seleccionado para elaborar uno de los pilotos del Plan de Acción Local de la Agenda Urbana Española, y ha instalado un punto de recarga para vehículos eléctricos.

Un total de 20 pueblos participantes

En un principio, el proyecto Smart Rural 21 preseleccionó 5 pueblos, pero finalmente han participado un total de 20. En el caso de Alsunga (Letonia), se ha centrado en el impulso de pequeños negocios locales, el turismo, la fijación de población, la optimización de los servicios disponibles y la mejora del entorno para los jóvenes.

Para ello, ha desarrollado una aplicación móvil y una estación de sensores que permite conocer en tiempo real la temperatura, la presión atmosférica, la humedad y la intensidad de la luz. Asimismo, ha desarrollado un modelo del sistema solar virtual al que se puede acceder a través de un código QR ubicado en la puerta del centro educativo municipal.

Un total de 20 municipios han participado en Smart Rural 21.

Al comienzo del proyecto, Babina Greda (Croacia) necesitaba apoyo para mejorar la conectividad de banda ancha, fomentar el teletrabajo, concienciar de los beneficios de una asociación rural-urbana, atraer inversiones extranjeras y lanzar productos de valor añadido al mercado. Entre otras cosas, ha avanzado en la digitalización de las fincas y ha implementado y dado a conocer prácticas de agricultura inteligente.

Por su parte, Dingle (Irlanda) ha elaborado la iniciativa ‘Dingle Peninsula 2030’ para avanzar en la descarbonización de la península, ha explorado tecnologías bajas en carbono y ha puesto en marcha el Dingle Creativity and Innovation Hub, que ofrece un espacio con conectividad de alta velocidad e instalaciones de trabajo conjunto y redes de prueba de tecnología IoT.

Frente a los retos del transporte y la disminución de la calidad de los recursos hídricos, Citera (Grecia) ha usado tecnologías TIC y equipamiento especializado para monitorizar en remoto la calidad y la cantidad de agua. Como resultado, se han reducido las fugas debidas a fallos en un 40%. También se ha mejorado la accesibilidad en las playas y la eficiencia energética en edificios municipales, se ha creado un sistema para compartir bicicletas, se han potenciado las rutas de senderismo a través de una app y se ha utilizado la tecnología para promocionar los productos locales.

La nueva app de Citera potencia las rutas de senderismo.

El desafío de Mouans-Sartoux (Francia) era organizar mejor la gobernanza alimentaria a nivel municipal y aumentar la oferta de productos orgánicos locales, estimulando la autoproducción y asegurando que el número de nuevos agricultores y la cooperación con las áreas de montaña adyacentes respondan de manera eficiente a la demanda local. En este sentido, ha trabajado en soluciones inteligentes para mejorar la distribución de productos locales a mayor escala y en herramientas digitales para involucrar a todas las partes interesadas.

Entre los principales objetivos de Mukařov (República Checa), se encontraba el de mejorar la comunicación por medios electrónicos entre la administración y los residentes que pasan la mayor parte de su tiempo en el municipio, así como atraer a más turistas. Para ello, organizó un taller sobre el uso de dispositivos móviles inteligentes dirigido a personas mayores y puso en marcha un sitio web municipal interactivo, entre otras cosas.

La estrategia de pueblo inteligente de Ostana (Italia), en Los Alpes, se centra en atraer nuevos trabajadores cualificados como habitantes, facilitar el emprendimiento y promover la movilidad sostenible frente al turismo masivo. Ha dispuesto un área Park & Ride con un sistema dinámico de reserva para reducir el uso de vehículos privados y las emisiones de carbono, un sistema de carpooling compuesto por un vehículo ligero con capacidad de hasta 9 personas que funciona mediante una plataforma de gestión de reservas, y una estación de recarga de coches eléctricos.

Mukařov tiene en marcha un sitio web municipal interactivo.

Penela (Portugal) ha desarrollado la plataforma digital FarmReal que, además de mejorar la gestión del bosque y de la ganadería para la prevención de incendios forestales, permite a los visitantes «adoptar» cabras, monitorizar su comportamiento y conocer la cantidad de vegetación deforestada por el rebaño. El proyecto Smart Rural 21 ha contribuido a lanzar una segunda versión mejorada de esta plataforma.

En cuanto a Profondeville (Bélgica), su estrategia se ha centrado en el despliegue de Internet de banda ancha de alta velocidad y en el equipamiento de los camiones de basura con sensores para recopilar información meteorológica, sobre la calidad del aire y el estado de las carreteras a fin de apoyar la toma de decisiones.

Sistemas de gestión, aplicaciones y participación ciudadana

En el caso de Raudanmaa (Finlandia), se ha instaurado un sistema de reservas automatizado para el nuevo modelo de ayuntamiento inteligente, que ofrece la posibilidad de realizar reservas y pagos en el gimnasio, las salas de reuniones y los espacios de trabajo, e incluye control de accesos mediante un código y apertura de puertas en remoto.

En lo referente a Remetea (Rumanía), ha puesto el foco en la implementación de un nuevo sistema de gestión digital integrado que facilite la interacción con todos los actores locales de la vida cotidiana de la comunidad. Además, ha renovado y modernizado los dos edificios de la escuela municipal con herramientas didácticas y equipamiento informático.

El proyecto de ayuntamiento inteligente de Raudanmaa incluye un sistema de reservas automatizado.

Asimismo, la meseta de Šentviška Gora (Eslovenia), que comprende un grupo de pequeños pueblos, tenía por objeto prevenir la emigración y el envejecimiento de la población, elevar la calidad de vida, atraer visitantes y proporcionar fuentes de ingresos adicionales a los residentes. En este sentido, destaca la puesta en marcha de un aula móvil para impartir un curso de capacitación digital básica.

Sollstedt (Alemania) ha diseñado una red local de telemedicina y, entre las principales lecciones aprendidas durante el desarrollo del proyecto Smart Rural 21, señala que la digitalización no siempre es barata, pues los servicios electrónicos más sofisticados requieren una cierta escala para ser económicamente sostenibles; que las soluciones digitales están fuertemente ligadas al contexto y no siempre son fácilmente replicables, y que los proyectos de servicios digitales requieren de más recursos y compromiso a largo plazo por parte de las partes interesadas.

La estrategia de pueblo inteligente de Standz (Alemania) se centra en la creación de una comunidad energética local impulsada por energías renovables, que aprovecha la tecnología blockchain para la producción de recursos energéticos renovables y para combinar la innovación técnica y social.

La estrategia de pueblo inteligente de Standz se ha centrado en las energías renovables y el blockchain.

Tomaszyn (Polonia) ha explorado diversas innovaciones tecnológicas para una agricultura ecológica e inteligente a fin de evitar impactos negativos en el medio ambiente. Actualmente, continúa en marcha un proyecto piloto de tecnología ‘living water’ para la reutilización del agua.

Ahora, Torup (Dinamarca) tiene su propia aplicación móvil audioguiada, WWWalks, para visitar los puntos de interés del municipio a pie. Es gratuita y está disponible en inglés. Además, ha desarrollado la app Tools and Talents, que permite a los residentes encontrar, reservar e intercambiar herramientas y talentos.

Adicionalmente, Uppony (Hungría) ha buscado formas inteligentes de cooperación con municipios vecinos para fortalecer su posición en la región. Entre otras cosas, ha colaborado con la Universidad Húngara de Agricultura y Ciencias de la Vida en el diseño de un proyecto para revitalizar unas antiguas bodegas abandonadas situadas en el municipio con la finalidad de aprovechar el impulso de los nuevos vecinos que se están asentando para construir nuevas soluciones.

Diversos pueblos participantes en Smart Rural 21 han desarrollado aplicaciones móviles con el objetivo común de frenar la despoblación.

Al comienzo de su participación en el proyecto Smart Rural 21, Virtsu (Estonia) ya contaba con un plan para construir un parque empresarial y con tres parques eólicos. Durante el proyecto, ha involucrado a la comunidad local en el diseño y la propuesta de ideas para el uso comunitario de su antigua fábrica de pescado con el fin de continuar luchando contra la despoblación.

Por último, para Vuollerim (Suecia), la participación en Smart Rural 21 ha supuesto una oportunidad para inspirarse y hacer networking con otros pueblos inteligentes con retos e ideas similares. En el marco de su objetivo de atraer nuevos residentes, ha creado la aplicación móvil ‘My Best Village’, que ofrece información a los usuarios para facilitar su mudanza a la localidad, incluidas oportunidades laborales, escuelas y servicios disponibles.

 
 
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