La ciudad de Barcelona transforma su movilidad urbana para adaptarse a la salida progresiva del confinamiento

Plan de Movilidad Urbana Barcelona

La ciudad condal se está preparando para adaptar los espacios públicos y la movilidad urbana a la salida progresiva del confinamiento de la ciudadanía. El Ayuntamiento está trabajando con Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y Barcelona Servicios Municipales (B:SM) para garantizar desplazamientos seguros y sostenibles, a través de un plan de acción basado en el fomento de los desplazamientos a pie y en bicicleta, así como acciones vinculadas al transporte público y al vehículo privado.

El plan de acción de movilidad urbana de Barcelona contempla la pacificación de calles, el cierre de áreas al tráfico, actuaciones de mejora del servicio de autobuses, y la ampliación del carril bici y de zonas peatonales.

Desde la declaración del estado de alarma para hacer frente al COVID-19, la movilidad en Barcelona se ha visto reducida de manera significativa: una disminución entre un 70 y un 80% del tráfico privado y del 90 al 95% menos de desplazamientos en transporte público. De la misma forma, se ha invertido la proporción de trayectos realizados en coche y transporte público, siendo los porcentajes actuales del 34,4% y el 19,5% respectivamente.

Ante la inminente recuperación de la actividad, el Ayuntamiento de Barcelona ha elaborado un plan de acción para adaptarse al nuevo contexto de desconfinamiento progresivo, con el objetivo principal de impedir nuevos contagios y encaminando las medidas hacia las metas del Plan de Movilidad Urbana (PMU). De esta manera, la estrategia municipal se basa en el fomento de los desplazamientos a pie y en bicicleta, y las acciones relacionadas con el transporte público y el vehículo privado.

Más kilómetros peatonales y para bicicletas

El listado de actuaciones del plan de acción incluye medidas previas al desconfinamiento, que se llevarán a cabo en los próximos días; y a corto plazo, que se implementarán antes del próximo verano. En un contexto en el que se prevé un aumento de la movilidad individual, se aplicarán fórmulas para reactivar el movimiento en la ciudad de manera segura para volver gradualmente a la normalidad evitando un nuevo brote de coronavirus.

Distribución de movilidad en vehículo privado, bicicleta, transporte público y a pie en 2018, durante el COVID-19 y en cuanto al objetivo del Plan de Movilidad Urbana.

Las actuaciones más urgentes, vinculadas a cambios necesarios en el espacio público para facilitar los movimientos a pie, en bicicleta y en transporte público una vez finalizado el estado de alarma, contarán con un presupuesto de 4,4 millones de euros.

En este sentido, se crearán 12 nuevos kilómetros peatonales. Se ganarán con actuaciones tácticas, la reducción de carriles para los vehículos, la ampliación de aceras y la instalación de elementos de reducción de la velocidad en las calles de Consell de Cent, Rocafort, Girona y Laietana; así como a través del cierre al tráfico de laterales de la Gran Vía y la avenida Diagonal.

La línea discontinua indica el cierre al tráfico de los laterales de Gran Vía y Avenida Diagonal.

Concretamente, en avenida Diagonal se cerrará al tráfico el lateral sur entre la plaza Francesc Macià y el paseo de Gracia, y el lateral norte entre este último y la calle de la Marina. Por otra parte, se cerrará el lateral sur de Gran Vía entre las plazas de España y de Tetuán, mientras que el lateral norte y el resto de laterales de Diagonal quedarán abiertos para facilitar la circulación de los autobuses.

Asimismo, está prevista la ejecución de 17 actuaciones de mejora en el carril bus de la ciudad, como la implementación de nuevos tramos, la segregación de estos carriles y la instalación de elementos para proteger esta zona de la invasión de otros vehículos.

Actuación contemplada en el plan de acción para Consell de Cent.

Por su parte, los desplazamientos en bicicleta se posicionan como una solución de transporte segura y sostenible. Así, el consistorio creará 21 kilómetros de carril bici mediante la sustitución de carriles de vehículos, pintura y logo identificativos y la incorporación de elementos de protección en Gran Vía, Valencia, Lauria, Pau Claris, Santa Coloma, Castillejos, Industria, Cruz Cubierta-Ctra. Santos, Avenida Meridiana y Vía Augusta.

Entre las medidas de gestión previstas para los próximos días, se encuentra un protocolo de seguridad obligatorio, la desinfección e higiene del transporte público; el ajuste de las restricciones de distancia en autobús y metro, y la creación de una mesa de trabajo para potenciar el teletrabajo y la flexibilidad horaria durante el período de desescalada.

Se llevarán a cabo 17 actuaciones de mejora en el carril bus de Barcelona.

También está contemplada la activación del sistema Bicing con 57 nuevas estaciones para llegar a barrios que no disponían de este servicio, cumpliendo las recomendaciones sanitarias; la renovación de parquímetros mediante nuevas tecnologías que permitan el pago sin contacto y la aplicación de tarifas ambientales, así como una campaña de comunicación para impulsar la movilidad a pie y en bicicleta.

Medidas antes del verano de 2020

El resto de actuaciones previstas a corto plazo, relacionadas con el transporte público, el vehículo privado y los desplazamientos en bicicleta y a pie se implementarán antes del próximo verano.

El plan de acción contempla la aceleración de una campaña para liberar las aceras de motos y facilitar los desplazamientos de los peatones, el impulso a la inclusión del transporte público en el fondo de rescate COVID-19 para dar respuesta al déficit generado por la situación de crisis sanitaria, intensificar el control en carriles de bus y de bici, otorgar licencias definitivas a operadores de bicisharing y motosharing, aplicar tarifas de estacionamiento en superficie de 2020 al finalizar el estado de alarma, extender las zonas de aparcamiento regulado e impulsar planes de desplazamiento de empresa para fomentar una movilidad laboral más sostenible.

Se crearán 21 nuevos kilómetros de carril bici para impulsar esta forma de transporte segura y sostenible.

Además, se incluyen medidas de comunicación con el objetivo de impulsar el respeto a los ciclistas en las calles cuya velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora, así como para dar prestigio al transporte público.

En definitiva, la estrategia de acción de Barcelona está orientada a evitar la propagación del COVID-19 y encaminada hacia los objetivos del Plan de Movilidad Urbana: alcanzar una distribución modal de un 40,8% de uso del transporte público, seguido de un 35,3% de desplazamientos a pie, un 19,9% de utilización de vehículos privados y un 4% de movilidad en bicicleta.

 
 
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