La movilidad sostenible agrupa el conjunto de desplazamientos, tanto de pasajeros como de mercancías, que se realizan con la finalidad de recorrer la distancia desde el lugar de origen hasta el de destino reduciendo los efectos negativos en el medio ambiente. La movilidad que en la ciudad se considera sostenible abarca tanto el transporte público (autobuses eléctricos o cero emisiones, metro, tren o tranvía) como el privado (peatonal, bicicleta, patinete o vehículo eléctrico, entre otros).

La movilidad sostenible es uno de los principales ejes de la movilidad urbana en las smart cities y cada vez se está avanzando más en este sentido a través del impulso a medios de transporte sostenibles y el desarrollo de tecnologías que amplíen las opciones, como la infraestructura de recarga eléctrica. Una movilidad sostenible contribuye a reducir las emisiones nocivas, y por lo tanto, a disminuir la contaminación medioambiental, y a mejorar la calidad del aire y la vida en las ciudades.