Bruselas ahorrará hasta un 30% en energía mediante sistemas digitales para la gestión de sus edificios históricos

Gráfico en el que aparece un edificio y los datos de ahorro energético que se pueden conseguir aplicando tecnologías inteligentes.

La utilización de sistemas de gestión de edificios puede suponer hasta un 30% de ahorro de energía en los edificios antiguos. Es el dato que Siemens y Arup han obtenido del análisis de las ventajas de los sistemas digitales de administración de energía como parte del proyecto de digitalización de edificios históricos, entre otras áreas vinculadas a la smart city, en el que trabajan en la ciudad de Bruselas.

El estudio de Siemens y Arup determina que se pueden ahorrar hasta 1.170 gW de energía al año aplicando sistemas inteligentes de gestión de energía en edificios históricos.

Teniendo en cuenta que diferentes estimaciones determinan que los edificios son responsables de más del 40% del total de energía que consumimos y, por tanto, de las emisiones que este consumo genera, resulta de gran interés y utilidad la mejora de la eficiencia energética del patrimonio histórico de las ciudades europeas, sin alterar el diseño y la estructura de sus edificios centenarios.

«Smart data» para ahorrar energía

Una de las principales líneas de actuación del proyecto de ciudad inteligente en el que está inmerso Bruselas es la modernización de sus edificios como primer paso para obtener beneficios rápidos en materia de sostenibilidad. El análisis realizado por Siemens y Arup indica que esta tecnología ofrece una mayor información y control al usuario y permite que el propio edificio reduzca el consumo energético al detectar cuándo las habitaciones están ocupadas o las ventanas están abiertas, así como ajustar los sistemas de iluminación y confort.

Siemens ha recomendado a la capital belga una estrategia de implementación de tecnología inteligente centrada en la modernización de la gestión de los edificios a través de «smart data». Esta actuación no alteraría los emblemáticos entornos de la ciudad y podría generar ahorros anuales de electricidad de 320 gigavatios por hora y una reducción en calefacción de 850 gigavatios por hora para edificios de uso no doméstico.

Según la compañía, estos sistemas digitales también pueden actualizarse en el futuro para permitir aplicaciones inteligentes, como la respuesta a la demanda de energía. Por lo tanto, «en una ciudad inteligente verdaderamente conectada sería posible obtener una visión general integrada de los datos de demanda del sistema de calefacción y climatización de todos los edificios de la ciudad, lo que permitiría obtener un óptimo balance entre el suministro y la generación de energía», explica Siemens.

 
 
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