Investigadores de la Universidad de Salamanca diseñan un traje inteligente para aumentar la seguridad de los mineros.

Un equipo de investigación de la Universidad de Salamanca trabaja en el desarrollo de trajes inteligentes para aumentar la seguridad de los mineros. El objetivo es integrar en el mono y en el casco de cada trabajador una serie de sensores inalámbricos que miden la presencia de gases o humedad. Un sistema de comunicación conecta a todos los individuos recogiendo datos y enviando avisos si identifica anomalías o situaciones de peligro.

Este desarrollo ya ha sido implementado en Chile pero los investigadores intentan perfeccionarlo. En el proyecto trabaja el grupo de investigación BISITE de la institución académica salmantina, que es especialista en la integración de pequeños sensores wifi o Zigbee en distintos entornos. En este caso, el reto es incorporarlos a la vestimenta habitual de los mineros, de forma que estén localizados en todo momento en el interior de la mina a la vez que el sistema recoge todo tipo de información útil, según explica Juan Manuel Corchado, máximo responsable del proyecto y decano de la Facultad de Ciencias.

“Nuestra tecnología ya está comercializada por parte de la empresa Oesía, que la vende a una empresa de minería chilena”, afirma. Sin embargo, la iniciativa sigue en marcha porque “queremos transformar estos sensores en componentes integrados, para que no sean un añadido, sino que formen parte del traje e incluso se puedan lavar”.

Las posibilidades que trae este desarrollo tecnológico son innumerables, ya que se puede lograr que los trajes cambien de color en situaciones de emergencia o que tengan incorporados sistemas de sonido y alarmas visuales, según afirma Corchado. Todo ello de la forma más automatizada posible, teniendo en cuenta que “un minero normalmente tiene ocupadas las dos manos y no puede manipular instrumentos”.

En definitiva, el trabajo de I+D se encamina a que el sistema sea cada vez más eficiente, más robusto y aporte mayores servicios. “Queremos identificar qué se necesita, en qué contexto y qué características tiene que tener”, indica el director de BISITE.

Localización y comunicación

Para ello no sólo es importante la vestimenta del minero, sino contar con un sistema de comunicaciones que construya una red con los sensores y les dote de utilidad. Para su funcionamiento hay que implementar en el entorno una red wifi o algo similar para facilitar la localización y la comunicación con cada uno de estos individuos. De esta forma, los trabajadores pueden recibir información sobre alertas, emergencias u otros datos que pueden hacer su trabajo más seguro y eficiente.

“La idea es velar por la seguridad de los trabajadores, que estén al tanto de todo lo que sucede”, señala Corchado. A la vez y sin que ellos tengan que hacer nada, los trajes inteligentes son capaces de monitorizar el entorno para ver cómo está evolucionando a través de parámetros como la humedad, la temperatura o los gases, información que refuerza la seguridad y otorga a los responsables más elementos para tomar decisiones.

La primera fase de este proyecto se desarrolló con fondos del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), del Ministerio de Economía y Competitividad. Ahora, los investigadores están a la espera de que la empresa interesada aporte los medios necesarios para que la iniciativa siga adelante y se perfeccione o de conseguir financiación a través de un nuevo proyecto.

 
 
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