La Comisión Europea ha adoptado la Estrategia Europea de Resiliencia del Agua, cuyo objetivo es restaurar y proteger el ciclo del agua, garantizar recursos hídricos limpios y asequibles para todas las personas y crear una economía del agua sostenible, resiliente, inteligente y competitiva en la UE. Para ello, se estructura en cinco áreas: acelerar la digitalización y la inteligencia artificial (IA), impulsar la investigación y la innovación, gobernanza e implementación, inversiones, y seguridad y preparación.
La Estrategia Europea de Resiliencia del Agua señala como actores clave de la resiliencia hídrica a los Estados miembros, las regiones, los municipios, la ciudadanía y las empresas. Así, ofrecerá apoyo para una gestión más eficiente del agua mediante la aplicación de la legislación vigente de la UE y a través de más de 30 acciones.
La estrategia se centra en tres objetivos clave para la acción común. En primer lugar, restaurará y protegerá el ciclo del agua, teniendo en cuenta tanto la calidad como la cantidad. En este sentido, se intensificarán los esfuerzos para prevenir la contaminación.
En segundo lugar, pretende construir una economía del agua inteligente para impulsar la competitividad, atraer inversiones y promover este sector en la UE. Para lograr este objetivo, se trabajará para reducir las fugas en las tuberías y modernizar las infraestructuras hídricas mediante financiación y la adopción de soluciones digitales.
Por último, la estrategia busca garantizar agua potable y saneamiento asequible para todas las personas a través de la sensibilización y el intercambio de buenas prácticas para ahorrar agua.
Digitalización, innovación, gobernanza, inversiones y seguridad
Para alcanzar estos objetivos, la estrategia propone acciones emblemáticas en cinco áreas. En materia de digitalización e IA, un plan de acción a nivel europeo aprovechará los beneficios de la digitalización, incluida la inteligencia artificial, en la gestión y el uso sostenible del agua. Por ejemplo, la medición digital inteligente ofrece un gran potencial para mejorar la detección de fugas, y los datos satelitales pueden facilitar la previsión.
La inversión en investigación e innovación, industria y capacitación también fortalecerá la competitividad del sector hídrico. Con las personas como eje central del cambio, la estrategia pondrá en marcha una estrategia de I+D para la resiliencia hídrica y una Academia Europea del Agua.
En el ámbito de la gobernanza y la implementación, se organizarán diálogos entre Estados miembros e intercambios con regiones, ciudades y autoridades del agua para promover mejores prácticas, identificar desafíos y prioridades, fomentar la cooperación y simplificar y agilizar las normas europeas.
Además, la Comisión Europea movilizará inversión pública y privada, así como mejorará los sistemas de alerta temprana y seguimiento en tiempo real para inundaciones y sequías a nivel europeo, nacional y local.
Academia Europea del Agua
La Academia Europea del Agua, liderada por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea, abordará las necesidades de capacidad en el sector hídrico europeo y conectará la investigación con la aplicación práctica de tecnologías, ofreciendo formación avanzada, apoyando la innovación y fomentando la colaboración entre actores públicos y privados en toda Europa.
Esta academia lanzará una plataforma digital, conectada con la Academia de la UE y el Centro de Conocimiento del Agua del JRC. Además, ya tiene en marcha dos programas piloto: la Academia de Vigilancia de Aguas Residuales para la Salud y la Comunidad de Práctica de Gestión del Riesgo de Reutilización del Agua. Estará plenamente operativa a partir de 2026.
Aplicación de la Estrategia Europea de Resiliencia del Agua
La Comisión Europea comenzará próximamente a aplicar las acciones emblemáticas de la Estrategia Europea de Resiliencia del Agua y supervisará el progreso de la Recomendación sobre la eficiencia del agua.
A partir de diciembre de 2025, la Comisión convocará cada dos años un foro sobre resiliencia del agua para avanzar en la aplicación de la Estrategia y, en 2027, realizará una revisión intermedia de los logros alcanzados.