La Comunidad asesora en materia de accesibilidad a diversas autoridades europeas de transporte público.

La Comunidad de Madrid vuelve esta semana a convertirse en referencia y ejemplo a seguir en materia de transporte público a nivel internacional con la visita del grupo de trabajo de Accesibilidad de la European Metropolitan Transport Authorities (EMTA), que durante dos días conocerá diversas instalaciones de la red para comprobar los avances que se han desarrollado en ella para garantizar su accesibilidad.

El gerente del Consorcio Regional de Transportes, José Manuel Pradillo, ha recibido a la delegación de EMTA, organismo del que el Consorcio de Transportes de Madrid es vicepresidente y miembro fundador y que representa a las autoridades de transporte público de más de 30 grandes ciudades de toda Europa.

En esta primera jornada de trabajo, Pradillo expuso un resumen de las principales medidas adoptadas para garantizar el acceso al transporte público tanto a personas con movilidad reducida como a aquellas que sufren algún tipo de discapacidad sensorial.

Las medidas más innovadoras en este sentido se han aplicado a los nuevos intercambiadores que el gobierno regional, a través del Consorcio Regional de Transportes, ha construido y puesto en servicio en los últimos años, concretamente Plaza de Castilla, Moncloa, Príncipe Pío y Plaza Elíptica.

Por este motivo, el trabajo de la delegación incluye visitas a dos de estas infraestructuras, que por su apuesta por la accesibilidad han sido galardonadas por el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid, en su X Aniversario, con el Premio PRODIS 2009.

Estas medidas permiten no sólo facilitar el acceso a personas con discapacidad, sino garantizar que éste se realiza con la máxima seguridad. Entre ellas, Pradillo destacó que una de las características del diseño de los nuevos intercambiadores es la separación entre la zona de espera de los viajeros y la de circulación de vehículos, siguiendo el modelo “tipo aeropuerto”.

Ambas zonas están separadas por mamparas, cuyas puertas tienen la anchura suficiente para garantizar el cómodo acceso a personas con movilidad reducida. Además de la instalación de ascensores y escaleras mecánicas, se han incorporado las medidas necesarias para hacer más cómoda la espera a los viajeros, como la dotación de apoyos isquiáticos.

Y se ha prestado especial atención a las necesidades específicas de este colectivo en caso de que fuera necesario evacuar las instalaciones. Con este objetivo se ha dotado a las vías de evacuación de espacios reservados para personas con movilidad reducida donde en caso de que hubiera algún incidente podrían esperar con seguridad a ser evacuados.

Itinerarios señalizados
Junto a las medidas que persiguen facilitar el acceso a personas con movilidad reducida, también se han tenido muy en cuenta las necesidades específicas de quienes sufren algún tipo de discapacidad visual. Para facilitar los desplazamientos dentro del intercambiador los itinerarios se han señalizado con pavimentos podotáctiles. La información sobre las líneas que salen y llegan a cada dársena y diferentes dispositivos, como los pulsadores de apertura de puertas, están señalizados en braillle.

El objetivo de estas medidas es garantizar que todos los ciudadanos sin excepción, puedan utilizar el transporte público con seguridad y comodidad. Para garantizar su efectividad, la Comunidad de Madrid ha trabajado conjuntamente con las asociaciones representantes de estos colectivos para conocer las necesidades reales de estos usuarios y ofrecerles la mejor respuesta posible.

 
 
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