Las empresas españolas superan a las europeas en la seguridad vial de sus vehículos de flota.

La seguridad de los vehículos de flota es una cuestión prioritaria para las empresas por una razón no sólo de carácter humano, sino también de costes. Así, las compañías españolas superan sensiblemente a las europeas en sus exigencias de sistemas de seguridad para sus vehículos, sobre todo en sistemas electrónicos de seguridad activa como el de asistencia a la frenada o el de estabilidad, según revela la III edición del Observador del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de renting perteneciente al grupo BNP Paribas.

Según el estudio –realizado entre más de 4.800 gestores de flotas de pymes y grandes empresas en catorce países, con el objetivo de determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector- la media de sistemas de seguridad que las empresas consideran obligatorios asciende en España a 4,6, mientras que en la Unión Europea esta cifra se queda en 4,2.

De este modo, las empresas españolas realizan una apuesta más fuerte que las europeas por la seguridad activa, ya que casi dos de cada tres (63%) consideran esencial el Sistema Electrónico de Estabilidad (ESP), mientras que en Europa esta prioridad no llega ni a una de cada dos empresas (45%).

Llama la atención, sin embargo, que un sistema tan eficaz como el ESP esté por detrás -en el orden de prioridades- de la asistencia electrónica a la frenada (BAS), un equipamiento por el apuestan tres de cada cuatro compañías (76%), superando ampliamente a las empresas en Europa, de las cuales “sólo” el 66% lo consideran obligatorio. Sin embargo, todas coinciden en su preferencia por el sistema antibloqueo de frenos (ABS), que exigen el 90% de las empresas europeas y el 88% de las españolas.

En el ámbito de la seguridad pasiva, el sistema con mayor “éxito” entre todas las empresas son los airbags para conductor y acompañante, que consideran imprescindible nueve de cada diez empresas en España, y un poco más (92%) en el caso de la media europea, casi el doble de otros como es el caso de las mamparas de seguridad.

La comparativa entre grandes corporaciones y pymes arroja sensibles diferencias. Así, la práctica totalidad de las grandes empresas españolas apuestan por sistemas de seguridad activa y pasiva básicos como los airbags para conductor y acompañante o el ABS (97% y 98% respectivamente), mientras que sus “grandes hermanas” europeas se quedan en un 90% y 91%.

En seguridad activa, las compañías de gran tamaño en España también hacen una apuesta más fuerte que las europeas por otros sistemas como el BAS o los sistemas electrónicos de estabilidad (ESP), equipamiento que ven necesario el 80% y el 65% respectivamente, según El Observador del Vehículo de Empresa que promueve Arval.

Llama la atención que las grandes corporaciones europeas prioricen otros elementos de seguridad más relacionados con el tipo de uso que se le da al vehículo que con el rodaje en sí, como demuestra el dato curioso de que un sistema de seguridad activa tan eficaz y aceptado en el mercado como el ESP es menos demandado por estas compañías a favor de otras medidas aparentemente menos extendidas como son las mamparas de seguridad.

Por otro lado, el CVO muestra cómo las pequeñas y medianas empresas, que son las que más están sufriendo los severos efectos de la crisis, también hacen una apuesta decidida por el equipamiento de seguridad de sus vehículos, aunque menor que las grandes compañías debido, principalmente, a su necesidad imperiosa de ajustar los costes. A esto responde que elementos considerados básicos en casi cualquier vehículo y que en la inmensa mayoría de los casos vienen montados de serie sean citados por el 90% de las pymes españolas, mientras que el ABS es contemplado por el 88% dos puntos porcentuales por debajo de la media europea en ambos casos.

Sin embargo, resulta llamativo que otros sistemas de seguridad como el BAS y el ESP, éste último no tan común en el mercado como los antes mencionados, sean mucho más exigidos por las pymes españolas que por las europeas, lo que constata que nuestras empresas están dispuestas a realizar un esfuerzo superior al de sus hermanas europeas por mantener sus prioridades en lo que se refiere a los sistemas de seguridad activa de su flota.

El Observador del Vehículo de Empresa (CVO) es una plataforma fundada en el año 2003 con el objetivo de servir de foro experto e internacional para el intercambio de información entre todos los profesionales de la gestión de flotas de vehículos.

 
 
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