El Ayuntamiento de Málaga ha comenzado a trabajar en una iniciativa que permitirá medir cómo responden los barrios y los edificios frente a los efectos del cambio climático. Para ello, la ciudad ha elegido el distrito de Cruz del Humilladero y varios inmuebles municipales como casos piloto en los que se evaluará el impacto que pueden tener episodios de lluvias intensas, olas de calor o periodos prolongados de sequía. Esta actuación forma parte del proyecto Towards Climate Resilient Mediterranean Cities (ReMED), cuyo objetivo es desarrollar una plataforma web sencilla de usar que facilite la planificación y la toma de decisiones en materia de adaptación climática.
El proyecto, liderado por la Universidad de Malta, cuenta con la participación de nueve socios: las ciudades de Málaga, Gozo (Malta), Génova (Italia), Fyli (Grecia) y Crikvenica (Croacia), así como la Fundación Ciedes, iiSBE Italia R&D y el Observatorio Nacional de Atenas (NOA). Málaga trabajará en todos los ejes del proyecto y tendrá un papel destacado en el testeo de la futura Plataforma ReMED, clave para elaborar planes de acción enfocados a mejorar la resiliencia urbana.
Una plataforma para anticiparse a los riesgos climáticos
Durante una reunión celebrada en Génova los días 21 y 22 de octubre, los socios avanzaron en el desarrollo de la Plataforma ReMED, que estará compuesta por dos herramientas complementarias: la RNTool, destinada al análisis de barrios, y la RBTool, concebida para la evaluación de edificios.
Cada una de estas herramientas permitirá identificar los principales peligros climáticos que afectan a una zona —como lluvias torrenciales, inundaciones, sequías u olas de calor—, analizar los riesgos asociados y calcular indicadores que reflejen el nivel actual de resiliencia. Con esta información, la plataforma ofrecerá propuestas de mejora y posibles actuaciones que permitan reforzar la capacidad de respuesta de los barrios y de los inmuebles frente a escenarios climáticos futuros.
El enfoque del proyecto ReMED se basa en proporcionar a las ciudades un método de evaluación riguroso que facilite decisiones informadas y respaldadas por evidencia científica. Al disponer de datos comparables y de indicadores claros, los municipios podrán planificar intervenciones más efectivas y priorizar acciones que incrementen la protección de la ciudadanía frente a los impactos climáticos.
