Ruth G. Obregón, coordinadora de Proyectos Smart City de CIC Consulting Informático

La aplicación de la tecnología a la gestión de la seguridad en ciudades se ha convertido en uno de los elementos clave de las smart cities, si bien, solamente será verdaderamente útil y efectiva si todas las aplicaciones tecnológicas son interoperables y se coordinan entre ellas. Es la visión de Ruth G. Obregón, coordinadora de Proyectos Smart City de CIC Consulting Informático, la empresa cántabra con vocación de internacionalización que se halla inmersa en el desarrollo e implantación de la plataforma de gestión integrada de una importante capital europea.

Ruth G. Obregón, coordinadora de Proyectos Smart City de CIC Consulting Informático.

ESMARTCITY: Vivimos un momento de evolución de las ciudades inteligentes, ya no es algo nuevo para las administraciones públicas y está empezando a ser familiar para los ciudadanos. ¿Ha evolucionado también el concepto de smart city? ¿Empresas y ayuntamientos miran más allá de la mera aplicación de soluciones tecnológicas?

Ruth G. Obregón: Una ciudad inteligente parte de la premisa de mejorar la calidad de vida de los habitantes que la componen. El planteamiento tiene que partir de la participación de la ciudadanía, que debe formar parte de su diseño y desarrollo. Para los ciudadanos de las ciudades inteligentes, el objetivo principal ya no es el uso de tecnologías como la inteligencia artificial sino la mejora de los servicios y de la experiencia en la ciudad. Las soluciones TIC son el núcleo que permitirá gestionar de manera eficiente los recursos, pero en el desarrollo de una smart city es crucial que los ciudadanos estén implicados y comprometidos. De ahí vendrá su éxito. Por tanto, la coordinación entre las administraciones públicas y la ciudadanía es esencial.

ESMARTCITY: Son numerosas las ofertas que pueden encontrarse hoy en el mercado en cuanto a soluciones y visiones de ciudad inteligente. ¿Cuál es el elemento diferenciador que ofrece CIC Consulting Informático?

Ruth G. Obregón: Nuestras soluciones tecnológicas de aplicabilidad en la implantación del nuevo modelo de gestión en las ciudades, unido al amplio conocimiento de las «utilities» y las administraciones públicas, nos permite implantar soluciones de gran valor para resolver los problemas actuales de las ciudades. IDboxRT, LUCA BDS y Fieldeas son nuestras plataformas tanto para ciudades y servicios, como para los propios ciudadanos, ayudando a la transformación de las ciudades, contribuyendo a su sostenibilidad y la creación de entornos más inteligentes, generando con ello, una visión integrada de la ciudad a través de las informaciones disponibles que permite orientar la oferta a la demanda y gestionar de forma cada vez más eficiente.

Dotamos a las administraciones públicas y a los ciudadanos de una herramienta que permite mejorar los servicios de las administraciones públicas y la calidad de vida de los habitantes, consiguiendo que las ciudades sean más limpias, saludables y seguras, sin incrementar el gasto económico para los ciudadanos y obteniendo grandes ahorros para las administraciones públicas. A través de la plataforma que recoge datos de múltiples sensores (basura, iluminación, aparcamiento, jardines, incidencias, etc.) repartidos por la ciudad, recogemos toda la información y lo mostramos en cuadros de mando, facilitando de esta manera la toma de decisiones. Además, mediante el tratamiento de la información obtenida se pueden obtener patrones de comportamiento que permiten predecir situaciones, lo que permite anticiparse a problemas futuros aportando soluciones.

Por tanto, nuestro principal valor añadido es la aportación de productos propios desarrollados para dar solución a las necesidades de las ciudades.

ESMARTCITY: ¿En qué casos de uso se encuentra trabajando actualmente CIC Consulting Informático?

Ruth G. Obregón: El proyecto de ciudad inteligente más importante que estamos desarrollando ahora mismo se basa en una plataforma de gestión integrada de una importante capital europea. Hemos desarrollado una plataforma que favorece interoperabilidad, integración y coordinación de distintos aplicativos y fuentes de información de la ciudad.

Se trata de un centro de operaciones que facilita el día a día de, entre otros, de los servicios de policía, Protección Civil y bomberos en la gestión de incidentes y eventos de la ciudad. Dentro de este proyecto, los distintos casos de uso que se tratan son:

Sede de CIC Consulting Informático en Santander (Cantabria).

ESMARTCITY: La seguridad es uno de los temas que preocupa, tanto a los habitantes de las ciudades como a las autoridades. ¿Puede la tecnología dar un giro a la forma en que se gestionan las catástrofes naturales o situaciones de emergencia ante un ataque terrorista, por ejemplo?

Ruth G. Obregón: Totalmente. La tecnología y las comunicaciones sirven para conectar y proteger tanto a la población como al personal humanitario, facilitando la monitorización y la detección de peligros, las alertas tempranas, y la localización y evacuación de personas. Además, permite reducir significativamente los daños personales y materiales y, en caso de emergencia, facilita la realización de evaluaciones de daños y de análisis para evaluar el apoyo que necesitan los damnificados. Para adelantarse a eventos trágicos y generar conciencia en los ciudadanos, las redes sociales juegan un papel clave.

Las TIC se presentan como una gran oportunidad para llevar información de manera rápida y precisa a la población, particularmente las tecnologías móviles que por su alta penetración de servicios permiten abarcar una mayor cantidad de habitantes. Después de una catástrofe repentina, el factor tiempo es clave. Avisar de los puntos más cercanos de agua potable o bien informar sobre los puestos médicos disponibles son tareas mucho más rápidas, simples y eficaces gracias a las TIC. Los equipos por satélite aseguran las comunicaciones entre ciertos colectivos de urgencia, haciendo posible enviar masivamente mensajes SMS con consejos de higiene, salubridad y otros avisos importantes de forma accesible y rápida a la población afectada. Ante escenarios catastróficos, las telecomunicaciones son las más vulnerables.

En el caso de catástrofes naturales, existen programas de medición de parámetros naturales que detectan cambios para actuar con anticipación en situaciones de riesgo. Para prevenir tsunamis existe un sistema que monitoriza y detecta posibles maremotos mediante boyas especiales que se encuentran geoposicionadas y envían información a los centros de coordinación de alerta. Las sondas se usan para medir la crecida de los ríos y hay softwares específicos que pueden leer los cambios en la inclinación del terreno y alertar de las erupciones volcánicas. Los sismógrafos y fotogramas controlan los parámetros costeros y son usados para conocer el desarrollo de climas marítimos.

También se usan sistemas de radar para detectar huracanes y es posible realizar predicciones de impacto para alertar a las comunidades, quienes deben contar con un plan de contingencia para abordar de manera adecuada la catástrofe. Una vez ocurrido el desastre, es posible usar cámaras y drones o un localizador de señales de antenas de teléfonos móviles para buscar supervivientes tras un alud, por ejemplo.

Basta con conocer el caso de Chile, que es uno de los países más sísmicos del mundo. En 1960 se registró en la ciudad de Valdivia el terremoto más potente de la historia de la humanidad con una magnitud de 9,5 Mw; en 2010 entraron al puesto número seis del ranking mundial con un terremoto de magnitud 8,8 Mw. Solo en 2015 se vivieron a lo largo del país una serie de catástrofes naturales de las que consiguieron una vez más levantarse: inundaciones, incendios forestales, erupciones volcánicas y un terremoto de magnitud 8,4 Mw seguido de alerta de tsunami. En este país, las lecciones aprendidas tecnológicamente hablando van con retraso. Hasta el año 2015 no se constituye formalmente la Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres cuyos objetivos estratégicos contemplan el fortalecimiento de los sistemas de monitoreo y alerta temprana, entre otros.

En cuanto a la prevención del terrorismo, se ha avanzado de manera significativa tanto en el reconocimiento facial de personas mediante cámaras a las que se les aplica un software inteligente, como en la detección de patrones de comportamiento que puedan dar indicio a posibles ataques terroristas, tales como el abandono de objetos o vehículos sospechosos en la vía pública o también en zonas interiores públicas como estaciones de transportes, aeropuertos, estadios deportivos, etc.

ESMARTCITY: ¿Cómo puede facilitarse, desde la tecnología, la gestión de una ciudad?

Ruth G. Obregón: La smart city aparece como una gran oportunidad para gestionar de una forma eficiente el futuro de la ciudad. Nuevos modelos analíticos de inteligencia aplicada pueden jugar un papel clave en el ámbito urbano contribuyendo a poner en valor la información para la toma de decisiones de carácter estratégico y operativo traduciéndose en una mayor eficiencia operativa, mayor reducción de costes y servicios de mejor calidad. Datos de distintos ámbitos, que, analizados de forma conjunta, colaboren a la toma de decisiones con un impacto en la reducción del consumo energético, la optimización de rutas, la descongestión urbana, la minimización del consumo de recursos hídricos, la mejora del mantenimiento de las infraestructuras, el aumento de seguridad ciudadana y la gestión de los activos propios, entre otras.

Nuestras soluciones están basadas en tecnología big data, implementada a través de nuestra plataforma de Inteligencia Operacional IDboxRT y soluciones Field Service a través de la plataforma Fieldes que aportan automatización de procesos y servicios, eficiencia operativa en los servicios públicos, ahorro energético en las instalaciones y un aprendizaje del funcionamiento del entorno de la ciudad que permitirá establecer estrategias de mejora continua en todos los ámbitos de la smart city.

Como ejemplo significativo, con IDboxRT en la ciudad de Santander se tienen monitorizados una buena parte de los contadores de agua, lo que ha permitido optimizar la presión del caudal de agua que recibe cada ciudadano, estudiando la curva de la demanda y aplicando la presión justa en cada momento. Esto no solo ha permitido dar un mejor servicio al ciudadano, sino que ha reducido de forma significativa el consumo energético para el bombeo del agua.

ESMARTCITY: Dentro de poco la empresa cumple treinta años. ¿Hacia dónde evoluciona su planificación estratégica? ¿Qué tecnologías marcarán su futuro?

Ruth G. Obregón: Nuestra estrategia sigue la línea de internacionalizar la venta de nuestros productos a través de una red de partners, a la vez que desarrollamos otros nuevos.

Actualmente estamos completando la integración de nuestros productos en torno a una gestión de activos. Disponer piezas con capacidad de trabajar conjuntamente, nos permitirá desarrollar verticales en los que participen las que sean necesarias junto con otros desarrollos a medida. Una vez conseguido este objetivo, estaríamos en disposición de desarrollar un «manager» de sistemas IoT.

Respecto a los retos que deben afrontar las empresas y que por tanto son el foco de los desarrollos en los que ya estamos trabajando, se incluyen, la prestación de servicios en modo SaaS, la incorporación de funcionalidades de inteligencia artificial y machine learning, sin olvidar por supuesto la seguridad de la información.

 
 
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