Participación ciudadana y sensores inalámbricos para monitorizar la contaminación por ozono, así es el proyecto Captor

El ozono es el causante de 500 muertes al año en España según un reciente estudio de investigadores de la Escuela Nacional del Instituto de Salud Carlos III. La Unión Europea estima que el 95% de la población respira concentraciones de ozono superiores a la recomendación establecida por la Organización Mundial de la Salud. Por eso el proyecto Captor ha unido la tecnología de sensores inalámbricos e Internet de las Cosas (IoT) con la participación ciudadana para monitorizar el ozono troposférico en tres regiones europeas, entre ellas, Cataluña.

El proyecto Captor cuenta con ocho socios y mide los niveles de ozono antroposférico en tres regiones de Europa, entre ellas Cataluña.

El proyecto comenzó su camino en enero de 2016 con ocho socios europeos, liderado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), y con financiación de Horizonte 2020. Con la ayuda de investigadores, universidades y de la propia ciudadanía europea, se propuso instalar y mantener una red de sensores de bajo coste con los que medir los niveles de ozono para las ciudades. De esta forma, se obtienen datos fiables y de calidad.

Instalación de uno de los sensores inalámbricos para obtener datos fiables de contaminación por ozono en el aire. Imagen: Libelium

Los problemas que causa el ozono troposférico en la población no son menores. Y la exposición a este contaminante resulta llamativa. Según el estudio que realizó Ecologistas en Acción en 2017, casi 13 millones de personas en España respiraron aire contaminado por ozono, tomando como referencia el valor objetivo establecido por la Unión Europea.

Mapa de 2016 que muestra las regiones y zonas de España en las que se superaron los niveles de ozono en el aire. Imagen: Ecologistas en Acción

Esta cifra aumenta hasta casi los 38 millones de personas, el 81,4% de la población española, según el valor recomendado por la OMS, más estricto que los objetivos legales. No hay que olvidar el efecto que también tiene sobre el cambio climático, ya que es uno de los considerados gases de efecto invernadero.

Comunidades locales que buscan soluciones a la contaminación por ozono

El proyecto Captor, siglas en inglés de «Plataforma de sensibilización colectiva para la contaminación por ozono troposférico», ofrecerá a finales de este año sus conclusiones y resultados después de tres años de mediciones de niveles de este contaminante, si bien todas las mediciones que se han realizado hasta ahora pueden consultarse en tiempo real mientras se desarrollan, a través de la aplicación móvil CaptorAir, y estarán disponibles como datos abiertos para todas las personas y entidades que quieran consultarlos.

Esquema del proyecto Captor: medición de datos de ozono en zonas rurales que se muestran como datos abiertos y pueden consultarse a través de la web o de la aplicación móvil CaptorAir. Imagen: Libelium

Pero, más allá de disponer de datos de calidad, los socios de Captor se han propuesto objetivos más ambiciosos y que tienen mucho que ver con la acción de las ciudades y los municipios. Por una parte, fomentar el aprendizaje en entornos locales para buscar soluciones a los problemas del ozono entre los ciudadanos, las autoridades locales, las organizaciones y los investigadores. Por otra, crear una red de comunidades locales en las tres regiones europeas en las que se han desarrollado las mediciones, capaces de definir y diseñar medidas de acción concretas.

Mediciones realizadas en Italia, Austria y España

Las mediciones se han desarrollado durante los periodos estivales de los años 2016, 2017 y 2018, ya que es en esta época del año cuando mayores concentraciones de este contaminante se generan debido a la mayor radiación solar. La acción solar sobre otros gases contaminantes como los del tráfico, generan una reacción por la que se produce el ozono troposférico. Por tanto, las ciudades son grandes generadores de este contaminante.

Zonas de Cataluña en las que se han llevado a cabo las mediciones. Imagen: proyecto Captor

Las regiones seleccionadas para la instalación de los sensores han sido el valle del Po, en Italia; Burgenland, Steiermark y Niederösterreich en Austria, y las comarcas del Maresme y Osona, Vallés Oriental y Occidental y del Barcelonés, en Cataluña. A partir de las mediciones llevadas a cabo en esta región se comprobó que en el Parque Natural del Montseny se registran altas concentraciones de contaminación por ozono. Las zonas rurales sufren, en gran medida, la contaminación por ozono antroposférico que ha podido generarse a partir de gases emitidos en las ciudades.

Sensores inalámbricos y aplicación móvil

Para llevar a cabo las campañas de mediciones se han instalado sensores inalámbricos en hogares de voluntarios de los tres países. Se ha utilizado una plataforma de sensores inalámbricos de Libelium desarrollada con tecnología de Internet de las Cosas (IoT) y diseñada para trabajar en diferentes proyectos para ciudades inteligentes. Por su parte, el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la propia UPC llevaron a cabo la programación y el mantenimiento de los dispositivos.

La aplicación CaptoAir muestra datos en tiempo real sobre la concentración de ozono antroposférico. Imagen: Ecologistas en Acción

La UPC ha desarrollado dentro del proyecto la aplicación móvil CaptorAir en colaboración con otros socios, entre ellos, Ecologistas en Acción. A través del smartphone, cualquier ciudadano puede estar informado sobre las concentraciones de este contaminante en tiempo real en las regiones en las que se han hecho las mediciones.

La sensibilización y la participación ciudadana de las comunidades locales donde se realizan las mediciones y la búsqueda de soluciones, es una meta de Captor. Ciudadanos informados y que utilizan la tecnología a su alcance para mejorar su entorno, es un ingredientes clave para alcanzar comunidades y ciudades inteligentes.

 
 
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