España se encuentra entre los países de la Unión Europea que más ha progresado en su proceso de digitalización en los últimos cuatro años. Ocupa el puesto número de 10 de un total de 28 estados y figura entre las posiciones más altas en cuanto a administración electrónica. Así lo refleja el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) 2018, publicado hace unos días por la Comisión Europea. Un informe que indica que la UE se está digitalizando pero a un ritmo más lento del necesario para situar a Europa entre los líderes mundiales y para acabar con las diferencias entre estados miembros.
Que el mercado único digital pase a ser una realidad, parece la evolución necesaria y obligada para Europa en este caso. Un aumento en las inversiones en la economía y la sociedad digitales también es clave. «Países y regiones de todo el mundo están avanzando más rápidamente, razón por la cual debemos invertir más en el sector digital y realizar el mercado único digital lo antes posible», declaró el vicepresidente responsable del Mercado Único Digital, Andrus Ansip, en la presentación del informe.
Considera que estos factores permitirán a Europa potenciar su rendimiento digital y «disponer de una conectividad de primera categoría, de servicios públicos en línea y de un sector del comercio electrónico pujante». El año pasado, la UE siguió mejorando su rendimiento digital y se redujo ligeramente la diferencia entre los países más digitalizados y los menos digitalizados (de 36 a 34 puntos).
Dinamarca, Suecia, Finlandia y los Países Bajos obtuvieron los mejores resultados en el DESI de 2018 y figuran entre los líderes mundiales en cuanto a digitalización. Les siguen Luxemburgo, Irlanda, el Reino Unido, Bélgica y Estonia. Irlanda, Chipre y España son los que más han progresado (más de quince puntos) en los cuatro últimos años. No obstante, a otros países de la UE aún les queda mucho camino por recorrer y la UE en su conjunto debe mejorar para ser competitiva en la escena mundial.
¿Cómo lo está haciendo España?
España forma parte del grupo de países que el DESI cataloga de resultados intermedios en su digitalización, un desempeño que comparte con Austria, Malta, Lituania, Alemania, Eslovenia, Portugal, Chequia, Francia y Letonia. El informe facilita el seguimiento de los avances que consigue cada estado miembro y la UE en su conjunto, en materia de digitalización, mediante el estudio de cinco dimensiones: conectividad, capital humano, uso de servicios de Internet, integración de la tecnología digital y servicios públicos digitales.
Si bien aún no está entre los líderes europeos de la digitalización, la posición de España ha experimentado un importante avance en los últimos años, en los que su rendimiento en todas las dimensiones que mide DESI ha experimentado un gran progreso. El más importante de ellos, el registrado en servicios públicos digitales, donde España se sitúa en el cuarto puesto del total de 28 estados analizados y consigue una nota global de 72,4, muy por encima de la media europea, que se sitúa en un aprobado con 57,5 puntos.
Administración Electrónica
Esta dimensión mide aspectos la cantidad de servicios en línea que se ofrecen, donde España obtiene 94 puntos de 100 posibles; los datos abiertos que se publican, un aspecto en el que ocupa el segundo puesto (el pasado año ocupó el primero) con una puntuación del 94%; los servicios públicos digitales para empresas, donde ocupa el tercer puesto, avanzando nueve posiciones con respecto al pasado año; los servicios de salud electrónica, que le otorgan la quinta posición, los formularios precumplimentados, donde alcanza 72 puntos de 100 posibles y, por último, los usuarios de la administración electrónica, donde registra un 67% y ocupa el puesto número 11.
Conectividad
Además, los resultados de España son buenos en conectividad, gracias a la amplia disponibilidad de redes de banda ancha fija y móvil rápidas y ultrarrápidas y al aumento de su implantación. La mayoría de los españoles hacen un buen uso de una diversidad de servicios en línea y el estado presenta muy buenos datos en cuanto a la utilización de las tecnologías digitales por parte de las empresas. Más empresas españolas recurren a las redes sociales, las facturas electrónicas, los servicios en la nube y el comercio electrónico.
Capital humano
También ha mejorado en lo que se refiere a capital humano, pero aún se sitúa casi un punto por debajo de la media y en el puesto 14 de los países de la UE. En concreto, una quinta parte de los ciudadanos españoles aún no están en línea y cerca de la mitad de sus ciudadanos siguen careciendo de las competencias digitales básicas. A pesar del aumento de la demanda en el mercado de trabajo, la oferta de especialistas en las TIC sigue estando por debajo de la media de la UE.
A pesar del incremento del porcentaje de especialistas en TIC desde el año pasado, estos representan una proporción menor dentro de la población activa en comparación con la UE (3% frente a un 3,7% en la UE). España se encuentra bastante por encima de la media de la UE en lo relativo al número de titulados en CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), con una proporción de 21,6 graduados por cada 1.000 personas.
¿Cual es el grado de digitalización de la Unión Europea?
Las principales conclusiones de DESI 2018 en cuanto al proceso de digitalización de la Unión Europea en su conjunto indican que la conectividad ha mejorado, pero de manera insuficiente para hacer frente al rápido aumento de las necesidades.
El 58% de los hogares disponen de conectividad ultrarrápida, de al menos 100 Mbps, y el número de suscripciones aumenta con rapidez. El 15% de los hogares hacen uso de la banda ancha ultrarrápida, es decir, el doble que hace tan solo dos años y cinco veces más que en 2013. El 80% de los hogares europeos tienen acceso a la banda ancha rápida de al menos 30 Mbps y un tercio de los hogares europeos disponen de una suscripción.
Los indicadores muestran que la demanda de banda ancha rápida y ultrarrápida está aumentando rápidamente, y cabe esperar que siga aumentando en el futuro. La Comisión ha propuesto una reforma de las normas de la UE sobre telecomunicaciones para hacer frente a las crecientes necesidades de conectividad de los europeos y potenciar las inversiones.
Por otra parte, cada vez más europeos utilizan Internet para comunicarse. Ahora el 81% de los europeos se conectan a Internet al menos una vez por semana. Para incrementar la confianza en el entorno en línea, el 25 de mayo de 2018 entrarán en vigor nuevas normas de la UE sobre protección de datos.
Hacen falta más expertos
La UE cuenta con más especialistas en el ámbito digital que antes, pero aún acusa carencias de capacidades. Ha mejorado muy poco en cuanto al número de titulados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) y el 43% de los europeos aún carecen de capacidades digitales básicas.
La Comisión, junto con la Coalición por las capacidades y los empleos digitales, ha puesto en marcha el proyecto piloto de períodos de prácticas «Oportunidad Digital» para hacer frente a la carencia de capacidades digitales en Europa. Hasta 6.000 estudiantes y titulados recientes podrán beneficiarse de aquí a 2020 de períodos de prácticas digitales en otro país de la UE.
Las empresas se digitalizan y el comercio electrónico se desarrolla lentamente. El número de pymes que venden en línea se ha estancado en los últimos años (17%). Para impulsar el comercio electrónico en la UE, la Comisión ha propuesto una serie de medidas que van desde una mayor transparencia en los precios de los servicios de paquetería hasta una simplificación del IVA y de las normas sobre contratos digitales. A partir del 3 de diciembre de 2018, los consumidores y las empresas podrán encontrar las mejores ofertas en línea en toda la UE sin discriminaciones por motivos de nacionalidad o de lugar residencia.
Los europeos utilizan más servicios públicos en línea. El 58% de los usuarios de Internet que han presentado formularios a sus administraciones públicas han utilizado la opción en línea frente al 52% que lo hacía en 2013. El 18% de las personas utilizan los servicios de salud en línea.
Pese al insuficiente grado de digitalización que presenta la Europa, la Comisión Europea se muestra optimista y apuesta por las reformas. Así lo expresaba la comisaria de Economía y Sociedad Digitales, Mariya Gabriel. «Esperamos avanzar rápidamente en las grandes reformas, como el Código Electrónico Europeo, para potenciar la inversión en la mejora de la conectividad», añadiendo que «la mejora de las capacidades y una mayor integración de las tecnologías digitales aumentarán la solvencia de los ciudadanos, de las empresas y de las administraciones públicas. Este es el camino para lograr la transformación digital de nuestras sociedades».