Madrid reunió a la comunidad internacional de Datos Abiertos en IODC16

Dicen que son el nuevo petróleo que va a mover la sociedad de la información, así se refiere Ignacio Sánchez, director adjunto de Ciudades Inteligentes y Datos Abiertos de Red.es a los datos que, desde hace ya unos años, se han convertido en valor económico, de transparencia, participación ciudadana y factor clave para el desarrollo de las smart cities.

La comunidad Open Data de todo el mundo tuvo una cita ineludible en Madrid los días 6 y 7 de octubre. Por primera vez, la 4ª Conferencia Internacional de Datos Abiertos se celebraba fuera del continente americano para recalar en la capital española. Más de 1.600 asistentes de un centenar de países participaron en alguna de las 87 sesiones desarrolladas a lo largo de las dos jornadas de trabajo, impartidas por más de 300 expertos.

Y es que los datos abiertos no se circunscriben a ser una mera herramienta estadística, sino que se han convertido en un recurso de desarrollo económico y social cada vez más importante. Es una industria grande que ya factura más de 1.500 millones en España, da trabajo a 14.000 personas y que ayuda a empresas y ciudadanos a obtener nuevos servicios, mejor información para un desarrollo más digital de nuestra sociedad, explicaba Víctor Calvo-Sotelo, secretario de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

Instituciones supranacionales como el Banco Mundial y la Comisión Europea, organizaciones de cooperación como el Centro de Investigaciones para el Desarrollo Internacional del Gobierno de Canadá (IDRC) y la Open Data for Development Network (OD4D), así como el Ministerio y Red.es, se han involucrado en la organización de la Conferencia que, en esta ocasión ha seguido una línea de trabajo basada en el lema ‘Metas globales, impacto local’.

La información que manejan las ciudades es la más cercana al ciudadano. La posibilidad de desarrollar servicios asociados a los datos de los municipios tiene un impacto directo en la ciudadanía. No estamos hablando de datos globales de país o de Comunidad Autónoma; hablamos de datos de tráfico, de calidad del aire, datos que el sector de las TIC puede correlacionar con otros datos y generar servicios para el ciudadano, señalaba Ignacio Sánchez.

Desarrollo sostenible y equitativo

Una de las áreas en las que los datos abiertos despiertan mayores esperanzas y ya están ofreciendo sus primeros resultados en experiencias muy concretas, es el desarrollo sostenible. Si hace algo más de un año el Banco Mundial publicaba el informe ‘Open Data for Sustainable Development’, en el que detallaba cómo los datos públicos ayudarían a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y recomendaba a los países buenas prácticas en su uso, la IODC16 ha tratado de manera específica cada una de las temáticas en las que ya se trabaja en esa línea.

Así, el programa IODC16 de sesiones, mesas redondas y exposición de experiencias que se llevan a cabo en regiones de todo el mundo, han abordado hasta 24 ejes de debate y actuación, como educación, salud, ayuda internacional, medioambiente, corrupción, transparencia, ciencia y cultura.

Nuestra misión es hacer que se beneficien del Open Data y las TIC todos los países, y no sólo unos pocos privilegiados, advertía Haishan Fu, directora del Grupo de Datos de Desarrollo del BM, quien recordó que los datos abiertos son el futuro y señaló al auditorio que el BM ya publica sus datos en formato abierto.

Una de las principales líneas de análisis ha sido la hoja de ruta de la Red Open Data para el Desarrollo (OD4D, por sus siglas en inglés), que fue establecida en la anterior Conferencia, celebrada en Ottawa (Canadá) en 2015, y que fija una agenda de trabajo para el crecimiento de datos abiertos en coordinación con otras organizaciones internacionales y, especialmente, apoya su desarrollo en regiones en vías de desarrollo, como el continente africano.

Los miembros de la comunidad Open Data coinciden en señalar el potencial de los datos públicos como arma de lucha contra la pobreza y la desigualdad, aunque también saben que aún queda mucho por hacer. Sin embargo, ya señalan algunos de sus logros. La reutilización de los datos permite salvar 7.000 vidas al año al mejorar la respuesta sanitaria, evitar 2.549 horas buscando aparcamiento o reducir el consumo energético un 16%, entre otros muchos usos, recordó Calvo-Sotelo.

Ciudades Inteligentes y Transparencia

Las ciudades inteligentes tuvieron su propio espacio dentro de IODC16, a través de dos sesiones de trabajo en las que se estudió el impacto que tiene el hecho de que las ciudades utilicen las tecnologías en su funcionamiento, con la monitorización de datos que supone y su reutilización en provecho de la propia urbe.

Uno de los factores que conforma una ciudad inteligente es la participación ciudadana y esta se hace más accesible si se garantiza la transparencia. Los datos públicos benefician al ciudadano también en un sentido político, le da una mejor información de lo que hacen las administraciones en todos los ámbitos y mayor capacidad de participación, opinaba Calvo-Sotelo.

España ocupa un buen lugar dentro de la Unión Europea en cuanto a servicio de datos públicos, tal y como reflejaba un estudio de la Comisión Europea, si bien, no está todo hecho. Para Ignacio Sánchez, esto es un maratón, vamos por el camino adecuado. El mensaje ya ha calado y la Administración, lo bueno que tiene (y lo malo), es que cuando un mensaje cala, empieza a andar y ya no tiene marcha atrás, se refería en cuanto a la publicación de datos.

Las conclusiones de las más de 3.000 horas de charlas, debates y puesta en común de experiencias en materia de datos públicos en los cinco continentes verán sus frutos en la evolución del Open Data en los próximos años, hasta que expertos, administraciones públicas y privadas, y apasionados de la reutilización de la información, vuelvan a reunirse en la edición número cinco de IODC, que será en Buenos Aires (Argentina) en 2018.

 
 
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