Las empresas españolas utilizan los códigos QR como imagen de vanguardia pero sin estrategia de marketing sólida.

El 94,1% de las empresas españolas que ya han usado códigos QR seguirán apostando por este canal de comunicación en 2013, según desvela el "II Estudio sobre el uso de los códigos QR en las empresas españolas" elaborado por la agencia de comunicación y marketing Selenus, en colaboración con el Club de Marketing de Valencia.

Del mismo informe se desprende que el 91,4% considera que son útiles en tiempos de crisis; no obstante, apenas un 10,5% de las compañías los emplea como estrategia de marketing. Ya que, pese a que los códigos bidimensionales son cada vez más populares, la gran mayoría de las empresas se conforma con incluirlos en sus soportes promocionales sin aportar ningún valor añadido al usuario. El 45,2% de los códigos analizados dirige a una web que no está adaptada a los smartphones. Frente al 23,8% que sí ofrece contenidos propios y optimizados. Enlazar con una red social (12,1%) o mostrar un vídeo en Youtube (11,4%) son otros de los usos más habituales.

El propósito principal de las empresas que recurren a esta tecnología es transmitir una imagen de vanguardia de su marca, según indica el 82,4%. La mayoría de ellas (76,5%) también se plantea atraer potenciales clientes, pero solo el 35,5% se fija como objetivo incrementar las ventas. También es frecuente emplear los códigos QR para diferenciarse de la competencia (70,6%) o para abrir un nuevo canal de contacto con los clientes (76,5%).

Mejoras potenciales en la estrategia

La estrategia de marketing es "la gran asignatura pendiente de nuestras empresas" según revela dicho informe, dado que es un sistema de código abierto, fácil de generar y gratuito, el 68,1% de las compañías opta por elaborar los códigos QR por su propia cuenta. Sin embargo, un alto porcentaje de empresas es consciente de que la ausencia de una estrategia atractiva es uno de los puntos a mejorar. Así lo reconocen el 41,2% de los encuestados, mientras que al 29,4% le gustaría adaptar el diseño del código a su imagen de marca o utilizar otros soportes (23,5%).

Este hecho denota una falta de profesionalización en el uso de la herramienta, ya que lo habitual es hacerlo sin consultar a un experto o agencia especializada. Sólo en uno de cada diez casos el código QR es el elemento clave de la campaña. El resto, un 89,5%, enlaza a contenidos que aportan algún tipo de información pero en ningún caso son parte de una estrategia previamente definida.

Buena parte de ellas tampoco dispone de datos de escaneos, el 42,2%. Sólo la mitad presta atención a cómo los usuarios interactúan con su código QR para introducir mejoras posteriores u ofrecer un mejor servicio. Pese a todo, las empresas consultadas califican su satisfacción general con un 7,7, en gran medida porque contar con un QR ya responde a sus objetivos (transmitir una imagen de vanguardia) y a la popularización de los códigos bidimensionales entre la población.

Mayor presencia en carteles

En cuanto a la ubicación de los códigos, carteles (76,5%) y folletos (52,9%) son los soportes preferidos por las empresas, que también se decantan por incluirlos en tarjetas de visita (47,1%), anuncios en prensa (35,3%) o merchandising (20,2%). Pocas lo integran en productos o packaging (11,8%).

Puedes descargar la infografía del estudio en el enlace de abajo, desde nuestra Biblioteca.

 
 
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