Desarrollo tecnológico de la Movilidad Sostenible

¿Será Europa, Estados Unidos o, tal vez, China..? ¿Quién liderará la carrera tecnológica en el desarrollo de la nueva revolución industrial automovilística? Estas y otras cuestiones han sido objeto de debate en el Foro Europeo de Patentes 2010, que se celebró los días 28 y 29 de abril, en Madrid, y donde se hizo, por un lado, una evaluación del potencial innovador de las energías renovables en Europa y por otro, un análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de los avances tecnológicos aplicados a la Movilidad Sostenible.

Así pues, la tarde del día 29, el Foro estuvo centrado en las transiciones necesarias en la industria europea del automóvil, donde expertos en la materia propusieron su visión sobre el modo en que podría efectuarse el cambio.

Jean-Jaques Chanaron, director de desarrollo del Centro Nacional Francés para la Investigación Científica, con sede en París; Jan-Olaf Willums, Director del grupo de inversión noruego InSpire Invest, con sede en Oslo, y Philippe Jean, Jefe de Unidad de la Dirección General de Empresas e Industria de la Comisión Europea, fueron invitados para exponer su percepción al respecto, en la mesa de debate que bajo el título “Europa y la movilidad sostenible: ¿con qué rapidez podrá hacerse realidad el sueño de la movilidad sin CO2? ¿Qué fuerza tiene el apoyo a la movilidad sostenible en Europa, en comparación con otras regiones?” se celebró en el marco del Foro.

La movilidad sostenible es, sin duda, uno de los sectores de actividad más candentes del momento en materia de energía. Un aspecto clave para incrementar el número de vehículos libres de CO2 en nuestras carreteras es la mejora de las tecnologías de almacenamiento, como las pilas de combustible.

¿Están investigando suficientemente las empresas europeas conceptos alternativos al petróleo? ¿Se han incorporado a la carrera tecnológica demasiado tarde, en comparación con sus rivales asiáticos o estadounidenses? Las tendencias en materia de patentes en la industria de la automoción evaluarán en los próximos años el alcance de los cambios necesarios y la velocidad a la cual podrá llevarse a efecto la transición hacia un mercado decidido, eso sí, a reducir sus emisiones contaminantes de forma dramática.

Por una política coordinada sobre el VE en Europa

La industria europea del automóvil, representada en la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), es la primera interesada en consensuar políticas en el seno de la Unión Europea para facilitar un rápido despliegue de la energía limpia y de vehículos eficientes, ante la evidencia de que economías como la de Estados Unidos, Japón y China, ya han tomado medidas estratégicas en este campo.

Así lo planteaba recientemente la patronal europea de fabricantes en un comunicado, que reclamaba medidas inmediatas, como ponerse de acuerdo sobre un enchufe europeo para recargar un vehículo. Otras medidas, sin embargo, necesitan de más tiempo y de una consideración cuidadosa pero sin duda, un marco político viable establece unos objetivos viables, proporciona previsibilidad a la industria, permite el progreso tecnológico sin declarar vencedores ni vencidos, y evalúa el impacto de la reglamentación, en opinión de ACEA.

La inquietud de la ACEA no es baladí, pues tal y como señalaba un portavoz de un reconocido fabricante de coches y baterías durante la presentación a los medios de comunicación del Salón del Automóvil de Pekín, dos días antes de que se inaugurara al público el pasado 25 de abril, "China será un inmenso mercado para el vehículo eléctrico (VE) y el país que dispondrá de las tecnologías más desarrolladas del mundo", con previsiones que barajan cifras de hasta 6.000 millones de euros en estímulos para el desarrollo de este mercado, según fuentes del sector. Hay que tener en cuenta que para China, más que una cuestión de posicionamiento, el vehículo eléctrico y las tecnologías e infraestructuras asociadas a su desarrollo son casi una cuestión de supervivencia, ante la imposibilidad de satisfacer con motores térmicos y el petróleo necesario para su funcionamiento la demanda previsible de una población de 1.300 millones de habitantes.

Algunas realidades

Reconocido experto en la industria de la automoción, Jean-Jaques Chanaron es miembro de la Sociedad Francesa de Ingenieros de Automoción y de Gerpisa, Red Internacional de Investigadores de la Industria Automotriz. Así mismo, coedita el prestigioso International Journal of Automotive Technology and Management (IJATM), diario internacional de tecnología y gestión del automóvil.

Chanaron es un firme creyente en el vehículo eléctrico, pero expuso en su intervención lo que llamó “algunas realidades dolorosas”, como es el hecho de que estamos, al menos, a dos décadas del sueño de conseguir una movilidad “cero emisiones”.

Una de las teorías defendidas por este investigador francés es que las tecnologías híbridas, de gran aceptación en Estados Unidos, pero cuyo balance en términos medioambientales pone en entredicho, no hacen más que retrasar a las que ya tendrían que haberse adelantado tecnológicamente antes que ninguna otra: las pilas de combustible de hidrógeno.

En base a este hecho, Chanaron opina que se produce un gran dilema estratégico para los actores que participan de la industria automovilística, ya que un error en la decisión tecnológica que adopten unos, supondrá el posicionamiento en esa industria por parte de los otros. “¿Cómo de fuerte es el apoyo por la movilidad sostenible en Europa, en comparación con otras regiones? China y Japón, probablemente, apuestan más decididamente por este mercado que Europa y Estados Unidos”, sentenció Chanaron.

¿Una movilidad “sostenible”?

Jan-Olaf Willums también cree en los coches eléctricos por fuerza mayor, tras haber adquirido en 2006 la empresa Think Global, reconocido fabricante de coches eléctricos bajo la marca Th!nk, de la que es director general y desde la que defiende la idea de cambiar la forma de fabricar, vender, comprar y conducir un automóvil.

Por esa misma razón, Willums piensa que la implantación de vehículos eléctricos está más próxima de lo que se piensa, una vez se superen barreras como la financiación de las baterías, que haría que los vehículos eléctricos fueran competitivos en algunos mercados donde los coches convencionales son caros, por ejemplo Europa.

En su intervención, Willums se preguntaba cómo conseguir una solución óptima para una movilidad sostenible en el futuro y su respuesta la encontraba en el apoyo a la innovación tecnológica, pero no sólo en lo que atañe a las baterías o las pilas de combustible, sino también en todo el potencial de las comunicaciones móviles. “El VE se abre a una nueva relación entre la industria automovilística y el sector eléctrico”, dijo, y puso como ejemplo la previsión de un mercado de vehículos eléctricos que pasará por cargar la batería cuando el precio de la electricidad será más bajo, en combinación con el vertido a la red cuando ese precio esté alto, “lo que convertirá al VE en algo más que un instrumento de la movilidad”.

Igualmente, la solución pasa, a juicio de Willums, por inventar nuevos modelos de negocio que vayan de los productos a los servicios, hallando nuevas soluciones financieras como el “pay as you drive” y adaptándose al cambio de las necesidades futuras en movilidad. “Las nuevas generaciones de jóvenes contemplan los vehículos no como un símbolo de identificación del estatus personal, sino como un medio de solucionar sus necesidades en movilidad”, comentó el experto noruego.

Para Willums, el objetivo para el posicionamiento del VE pasa por alcanzar, en el menor tiempo posible, lo que se denomina como ICE-parity (costes competitivos con respecto a los vehículos de motor de combustión interna), que los expertos prevén para 2016.

Mapa de ruta del VE

En línea con lo planteado por Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión responsable de Industria y Empresa en la Unión Europea, Jean señaló que la nueva estrategia europea establecerá un marco de apoyo basado en un doble planteamiento: mejorar la eficiencia de los motores convencionales y hacer realidad la movilidad con emisiones de carbono extremadamente bajas para los consumidores.

La aplicación de la estrategia a todos los tipos de vehículos garantizará, gracias a ese doble planteamiento, un equilibrio adecuado entre la futura competitividad de nuestra industria automovilística y el cumplimiento de nuestros objetivos a largo plazo en cuanto a reducción de los gases de efecto invernadero y otros contaminantes. Otra finalidad de la estrategia es la elaboración de normas comunes aplicables a los vehículos eléctricos para que puedan cargarse en cualquier lugar de la UE.

Planteó, asimismo, en su intervención un mapa de ruta del vehículo ecológico, donde señalaba que en el periodo entre 2012 y 2015, se desarrollarán las tecnologías híbridas, como el sistema “arranque-parada”, asumibles en cuanto a costes y que aportan beneficios al consumo de combustible.

Asimismo, este periodo será el de arranque para la implantación, a escala comercial, de vehículos eléctricos y en el que se verá de forma más evidente un cambio hacia la reducción en tamaño de los vehículos.

Para Jean, el 2020 será el año de los vehículos eléctricos de gama media, cuando coexistirán los VE junto con los de motor de combustión interna. Asimismo, ese año será el pistoletazo de salida a coches eléctricos para circular más allá de las áreas urbanas y cuando el almacenaje de la energía a bordo del vehículo cobrará una importancia crítica.

 
 
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