La nueva Ley de Infraestructura Gigabit agiliza el despliegue de redes de alta velocidad en la UE

Cartel

La Ley de Infraestructura Gigabit (Gigabit Infrastructure Act, GIA) ha entrado en vigor con el objetivo de acelerar el despliegue de redes de alta capacidad en la Unión Europea y reducir los costes y la complejidad de instalación de la fibra óptica y el 5G. Con esta normativa, la Comisión Europea busca garantizar una conectividad rápida y fiable en todo el territorio, un requisito clave para el desarrollo de servicios digitales avanzados basados en inteligencia artificial y computación en la nube.

La nueva Ley de Infraestructura Gigabit busca acelerar el despliegue de redes de alta velocidad en toda la Unión Europea.

El nuevo marco legal sustituye a la Directiva de Reducción de Costes de Banda Ancha de 2014 y representa un paso decisivo para modernizar las infraestructuras de telecomunicaciones europeas. Su aplicación permitirá a los Estados miembros avanzar hacia un mercado digital más competitivo, impulsando la cohesión territorial y el acceso equitativo a los servicios digitales en zonas rurales y urbanas.

Simplificación administrativa y despliegue más rápido

La GIA introduce medidas para simplificar los trámites y coordinar los trabajos entre operadores, facilitando la instalación de redes junto a otras obras públicas. También promueve la digitalización de los procesos de permisos, el acceso a la información sobre infraestructuras existentes y la equipación de nuevos edificios o renovaciones importantes con sistemas preparados para fibra óptica.

El reglamento pretende asegurar un despliegue más rápido, económico y sostenible de las redes gigabit. La Comisión Europea, junto con los Estados miembros y el Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas (BEREC), trabaja ya en la aplicación coordinada de las nuevas normas, que contribuirán a alcanzar los objetivos de la Década Digital 2030, centrados en garantizar el acceso universal a la conectividad de alta velocidad.

Conectividad eficiente y sostenible

Además de mejorar la coordinación entre operadores y obras públicas, la ley fomenta el uso compartido de infraestructuras, la reducción de trabas burocráticas y la implantación de tecnologías más eficientes desde el punto de vista energético y ambiental. También impulsa la reutilización de infraestructuras existentes y el despliegue de soluciones de bajo impacto ambiental, como la fibra óptica y el 5G.

En paralelo, la Comisión Europea ha adoptado la Recomendación Gigabit, que orienta a los reguladores nacionales sobre cómo diseñar las obligaciones de acceso para los operadores con poder de mercado y garantizar una transición ordenada del cobre a la fibra óptica, reforzando la competencia en el sector de las telecomunicaciones en Europa.

 
 
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