La Fundación Renovables ha creado un comparador gratuito de precios de vehículos para dar a conocer todos los gastos a largo plazo de las diferentes tecnologías disponibles con el propósito de mejorar el proceso de toma de decisiones, acabar con la desinformación sobre la movilidad eléctrica y visibilizar su rentabilidad. Esta herramienta online muestra que, si se opta por un coche eléctrico en lugar de uno diésel, el ahorro puede alcanzar los 8.000 euros a lo largo de toda su vida útil.
Para la elaboración del comparador de la Fundación Renovables, se ha realizado un estudio comparativo de las diferentes alternativas de combustibles -electricidad de autoconsumo, electricidad de la red, híbridos, gasolina y diésel- para coches particulares, motocicletas, furgonetas, autobuses y camiones a lo largo de su vida útil. En cada segmento se han analizado los costes de los combustibles, el mantenimiento y la inversión inicial para la compra, tanto por separado como en su totalidad.
El diseño fácil, didáctico e intuitivo de la interfaz se amolda a las características de circulación de cada conductor. Solo hay que seleccionar el tipo de vehículo -coche, motocicleta, furgoneta, camión y autobús- y el kilometraje anual que se realiza para obtener un desglose en el que se puede comprobar y comparar el coste total real a lo largo de la vida útil.
Asimismo, se puede diferenciar por inversión inicial, mantenimiento y coste de combustible. Para aquellos usuarios que tengan una instalación de autoconsumo eléctrico en sus viviendas, también existe la opción de definir el porcentaje de la carga del vehículo que se realizará con esta modalidad.
Futuras mejoras del comparador
Desde la Fundación Renovables señalan que, además de la priorización y la mejora del transporte público, la urbanización inclusiva y el fomento de la peatonalización y la bicicleta, la necesidad de electrificar los consumos energéticos de la movilidad urbana es fundamental para avanzar hacia ciudades más sostenibles.
En este contexto, el comparador permitirá eliminar el estigma en torno a la electrificación del transporte, mejorar la percepción social de la movilidad sostenible y generar certidumbre a largo plazo en las inversiones en vehículos eléctricos de particulares y empresas. Además, se prevén mejoras en el desarrollo de la herramienta y en el aumento de su capacidad de comparación conforme maduren las tecnologías y aparezcan nuevos vectores energéticos.