Las ciudades del norte y oeste de Europa tienden a tener más zonas verdes, según un informe de la EEA

Las ciudades del norte y oeste de Europa tienden a tener más zonas verdes, según un informe de la EEA

El informe ‘¿Quién se beneficia de la naturaleza en las ciudades? Desigualdades sociales en el acceso a los espacios verdes y azules urbanos en toda Europa’, publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés), recoge que las ciudades del norte y oeste de Europa tienden a tener más zonas verdes que las urbes del sur y el este. Este estudio analiza las desigualdades socioeconómicas y demográficas en el acceso a estos espacios y muestra ejemplos de zonas verdes diseñadas para satisfacer las necesidades de grupos sociales vulnerables y desfavorecidos.

Las zonas verdes de las ciudades han demostrado beneficios para la salud y el bienestar de la ciudadanía.

Los beneficios para la salud física y el bienestar social que ofrecen los espacios verdes y azules son un bien cada vez más reconocido. Entre otras cosas, los parques, bosques urbanos, calles arboladas, parcelas, ríos y costas mejoran la calidad del aire, reducen el ruido y favorecen la biodiversidad.

Se trata de un bien especialmente beneficioso para la salud y el bienestar de ciertos grupos socioeconómicos y demográficos que tienen oportunidades limitadas de contacto con la naturaleza, en particular para niños, jóvenes y ancianos, así como personas con bajos ingresos.

Sin embargo, el acceso a los espacios verdes y azules públicos no es equitativo en Europa, de acuerdo con el informe ‘¿Quién se beneficia de la naturaleza en las ciudades? Desigualdades sociales en el acceso a los espacios verdes y azules urbanos en toda Europa’ de la EEA.

Cáceres cuenta con el mayor porcentaje de infraestructura verde

La infraestructura verde representó una media del 42% del área de las ciudades en los 38 países miembros de la EEA, según los últimos datos disponibles. Así, la urbe con una mayor proporción en este sentido fue Cáceres (España), con un 95,8%, mientras que la de menor proporción fue Trnava (Eslovaquia) con un 6,8%.

Las áreas verdes de acceso público son mucho menores que el área total de espacios verdes en las ciudades y se estima que, en promedio, es solo el 3% del área total de la ciudad. Sin embargo, en lugares como Ginebra (Suiza), La Haya (Países Bajos) y Pamplona (España), los espacios verdes accesibles representan más del 15%.

Los datos más recientes muestran que la cobertura de árboles urbanos se situó de media en un 30% para las ciudades de los 38 países miembros. Así, las urbes de países como Finlandia y Noruega tienen la proporción más alta de cubierta arbórea, en más de la mitad de las áreas urbanas; y las ciudades de Chipre, Islandia y Malta tienen la más baja, por debajo del 10%. Comparando solo las capitales, la cobertura arbórea varía del 4% en Nicosia (Chipre) al 72% en Oslo (Noruega).

En general, según los últimos datos, la superficie de espacios verdes de acceso público por habitante tiende a ser mayor en las ciudades de los países del norte y oeste de Europa que en las ciudades de los países del sur y del este de Europa, con la excepción de Polonia, donde los espacios verdes públicos por habitante también son mayores.

Con respecto a las capitales europeas, los datos del Urban Atlas sugieren que las proporciones de espacios verdes urbanos son relativamente bajas en general. No obstante, algunas capitales como Estocolmo (Suecia), Dublín (Irlanda) o Atenas (Grecia) tienden a tener proporciones más altas de tales espacios verdes disponibles al público.

Desigualdades en el acceso a los espacios verdes urbanos

El estudio de la EEA también refleja que los espacios verdes están menos disponibles en los barrios urbanos de bajos ingresos que en los de ingresos más altos. Así, en las ciudades de Europa central y oriental estas diferencias están impulsadas por el mercado de la vivienda, ya que las propiedades en áreas con más espacios verdes tienden a ser más caras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todas las personas deberían residir a menos de 300 metros de distancia de un espacio verde. Sin embargo, una evaluación basada en datos de 2012 concluyó que menos de la mitad de la población urbana de Europa vive a menos de 300 metros de un parque, con grandes diferencias en toda Europa. Por ejemplo, más del 80% de la población de Estocolmo tiene acceso a un parque público a un corto paseo, mientras que en Heraklion (Grecia) menos del 20% disfruta de dicho acceso.

 
 
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