El proyecto GrowSmarter sienta las bases para implantar soluciones inteligentes y sostenibles en ciudades europeas

proyecto GrowSmarter

El proyecto europeo GrowSmarter, desarrollado desde 2015 hasta finales de 2019, ha probado soluciones escalables dirigidas a hacer frente a diversos desafíos de las ciudades, como la mejora de la calidad de vida de la población mediante un sistema de movilidad sostenible, la optimización de la infraestructura urbana y las viviendas, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y se crea un desarrollo económico sostenible, con el propósito de preparar a las urbes europeas para una implantación más amplia de soluciones inteligentes.

Un total de tres ciudades faro y cinco urbes seguidoras han participado en el proyecto GrowSmarter.

En un contexto en el que las ciudades acogen a la mayor parte de la población mundial, deben trabajar por ser más sostenibles e inteligentes a fin de dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía y reducir su huella ambiental. Así, la iniciativa GrowSmarter, coordinada por el Ayuntamiento de Estocolmo (Suecia), ha desarrollado 12 soluciones inteligentes que resuelven retos urbanos en materia de energía, movilidad e infraestructuras en tres ciudades faro -la capital sueca, Barcelona y Colonia (Alemania)- y en cinco “ciudades seguidoras” -La Valeta (Malta), Suceava (Rumanía), Oporto (Portugal), Cork (Irlanda) y Graz (Austria).

GrowSmarter ha sido financiado bajo la primera convocatoria de ‘Ciudades y comunidades inteligentes’ (SCC1) del programa Horizonte 2020, con una contribución de la Unión Europea de casi 25 millones de un presupuesto total de 35.801.867,83 euros.

GrowSmarter ha implementado tres tecnologías diferentes de alumbrado público inteligente.

El proyecto se estructura en tres áreas de acción: distritos de bajo consumo energético, infraestructuras integradas -alumbrado público conectado, big data, y gestión inteligente de residuos, calefacción y refrigeración- y movilidad urbana sostenible e inteligente, con el objetivo de contribuir a tres Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): ciudades y comunidades sostenibles; industria, innovación e infraestructura, y energía asequible y limpia.

Iluminación, reciclaje y plataformas de big data

GrowSmarter ha implementado tres tecnologías de alumbrado público inteligente: iluminación LED controlada por sensores para peatones y ciclovías, iluminación de farolas basada en los niveles de tráfico, y telegestión del alumbrado público. La reducción del consumo de energía ha sido de un 31%, un 21% y un 25%, respectivamente.

Las farolas tradicionales se han convertido en micrositios de telecomunicaciones. Es el caso de las Smart Towers implementadas en Barcelona, que integran dispositivos de comunicación inalámbrica y sensores, además de estar conectadas a la red de fibra óptica para dar respuesta a la creciente demanda de conectividad de la ciudad. Se ha puesto en marcha una solución similar en Colonia, donde se han combinado recarga eléctrica y alumbrado público. Estas tecnologías comunican fallos en los sistemas, y recopilan datos que permiten mejorar la eficiencia de las infraestructuras urbanas y reducir costes.

Estocolmo ha puesto en marcha un sistema de bolsas de colores y contenedores subterráneos para el reciclaje.

A pesar de que el trabajo entre diferentes departamentos y la obtención de permisos llevan su tiempo, las soluciones se han mostrado fácilmente escalables, replicables y adaptables, siempre y cuando la infraestructura y las conexiones eléctricas lo permitan.

En cuanto a la gestión de residuos, se ha puesto en marcha un sistema de bolsas de colores para los diversos tipos de desechos a fin de facilitar la separación en zonas residenciales de Estocolmo. Los vecinos tiran la basura a contenedores subterráneos que al llenarse transportan automáticamente los residuos bajo tierra para su clasificación, a través de la tecnología de vacío, que aspira las bolsas a través de tubos subterráneos. Los desperdicios orgánicos se usan para producir biogás para autobuses, camiones y coches, mientras que otros residuos se utilizan como materia prima para envases o energía.

Los contenedores subterráneos transportan automáticamente los residuos a través de la tecnología de vacío.

Aunque el coste de instalación de esta tecnología puede ser un desafío, los datos de uso recogidos ayudan a analizar los cambios en el comportamiento de la población, que en este caso muestran un aumento de la tasa de reciclaje y una reducción de la basura residual. Además, el tráfico se ha visto reducido en un 90% gracias al sistema subterráneo, y la ausencia de camiones de basura ha supuesto la disminución de emisiones de CO2 en un 71%.

Por su parte, las plataformas de big data implementadas en las tres ciudades faro permiten el almacenamiento y análisis de datos en tiempo real de diferentes ámbitos urbanos, lo que fomenta la cooperación y ayuda a la administración en la planificación y toma de decisiones. El proyecto concluye que contribuyen a dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía a través de los datos y son fácilmente replicables.

Las plataformas de big data contribuyen a la toma de decisiones basada en datos.

En Barcelona se ha creado una plataforma con un sistema de costes modular para ser flexible ante diferentes necesidades y requisitos, que proporciona acceso estandarizado a datos normalizados e integrados a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API). Ofrece un mercado de servicios de datos que promueve la creación conjunta de aplicaciones de valor añadido y servicios urbanos para gestionar y monitorizar las ciudades inteligentes, impulsando nuevos modelos de negocio.

Movilidad urbana sostenible

Los servicios de entrega de última milla que utilizan vehículos sostenibles libres de combustibles fósiles disminuyen las emisiones contaminantes, y por lo tanto, mejoran la calidad del aire. Este servicio se puso en marcha en el distrito Ciutat Vella de Barcelona, donde coches y camiones solo pueden hacer entregas por la mañana, mientras que a lo largo del día es posible realizar entregas con bicicletas equipadas con GPS y sensores que monitorizan el servicio y las condiciones climáticas durante la ruta.

En Estocolmo se implementaron las llamadas salas de entrega, áreas de almacenamiento habilitadas en espacios no utilizados de edificios residenciales, que proporcionan a los repartidores un sitio donde dejar los paquetes cuando los destinatarios no están en casa, así como la posibilidad de recoger un pedido en el propio edificio, en lugar de ir a la tienda. El acceso a estas salas está controlado por una aplicación móvil: tanto la empresa de transportes como el cliente reciben una clave temporal, y para abrir la puerta, solo tienen que hacer clic en el botón de apertura de la app.

Las ciudades de Barcelona y Estocolmo han instalado puntos de recarga rápida.

Por otra parte, el uso de bicicletas y vehículos eléctricos, y de bicis de reparto, ha hecho posible viajar más lejos a un menor coste, con la consiguiente reducción de emisiones. En Colonia, se puso en servicio una estación de movilidad que ofrece múltiples alternativas de transporte en una única ubicación para fomentar el uso de vehículos sostenibles y del transporte público. Esta iniciativa dio como resultado una reducción de emisiones de CO2 de un 73%.

El proyecto GrowSmarter también ha instalado estaciones de recarga rápida para vehículos eléctricos, cinco en Barcelona y uno en Estocolmo; y de recarga normal, diez estaciones en Colonia y ocho puntos en la capital sueca. En esta última, se han puesto en marcha también estaciones de combustible alternativo para vehículos pesados.

La estación de movilidad de Colonia fomenta el uso del transporte público.

En el ámbito de la gestión inteligente del tráfico, en Estocolmo se ha dado prioridad a los vehículos pesados que utilizan combustibles alternativos, a través de la sincronización de las señales de tráfico y mediante una app que ayuda a los usuarios a planificar sus rutas para tener un impacto ambiental reducido.

Por su parte, Barcelona ha implementado una herramienta de simulación para la gestión del tráfico, que podría replicarse en ciudades con problemas de congestión; ha integrado sistemas V2X (Vehicle to Everything) en los edificios y ha implantado un sistema de parada de taxis inteligente.

Recomendaciones dirigidas a los gobiernos

Para poner fin al trabajo, GrowSmarter ha publicado una serie de recomendaciones dirigidas tanto a la Comisión Europea como a los diferentes gobiernos nacionales, donde anima a aplicar las tecnologías probadas en el marco del proyecto en otras ciudades europeas.

El documento destaca la participación ciudadana como imprescindible para conseguir los mejores resultados de estas soluciones inteligentes aplicadas al ámbito urbano. Asimismo, insta a los gobiernos a promover el desarrollo de tecnologías para mejorar la calidad de vida de la población, garantizando la sostenibilidad de las estrategias. Y propone un impuesto a las emisiones de CO2, como forma de incentivar a entidades públicas y privadas en su apuesta por las soluciones sostenibles.

Las recomendaciones finales del proyecto GrowSmarter hacen referencia a la colaboración público-privada para impulsar la movilidad urbana sostenible.

En cuanto a las infraestructuras integradas, el texto recomienda la revisión y actualización de la normativa referente a la protección de datos para que no sea un obstáculo en el desarrollo tecnológico; así como la estandarización de las plataformas urbanas de datos.

En el plano de la movilidad sostenible, promueve la colaboración público-privada y también hace referencia a un cambio en la legislación para impulsar el uso de vehículos eléctricos y garantizar una infraestructura de recarga cuya electricidad proceda de fuentes de energía renovable.

 
 
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