Los fabricantes de vehículos Toyota y Subaru trabajarán de manera conjunta para diseñar una plataforma para vehículos eléctricos, tanto turismos como el desarrollo de un modelo de todocamino que se venderá bajo la marca de cada compañía.
El objetivo de esta alianza es combinar los puntos fuertes de cada uno de estos dos fabricantes de origen japonés. Por una parte, las tecnologías de electrificación de vehículos que emplea Toyota y, por otra, las tecnologías de tracción a las cuatro ruedas que Subaru lleva años perfeccionando.
Necesidad de desarrollar soluciones para vehículos eléctricos de manera rápida
Ambas compañías explican que la industria de la automoción se encuentra inmersa en un periodo de profunda transformación sin precedentes en el último siglo. Empezando por las respuestas a los nuevos ámbitos CASE (Connected, Autonomous, Shared, Electric) de conectividad de automóviles, conducción autónoma o asistida, nuevas formas de movilidad o vehículos compartidos y motores o componentes electrificados, tanto Subaru como Toyota entienden que deben avanzar en el desarrollo tecnológico en un espectro de iniciativas más amplio que nunca.
A partir de sus lazos de colaboración consolidados a lo largo de los años, el acuerdo anunciado representa una nueva área de cooperación que se centra especialmente en la necesidad urgente de responder a la ‘E’ de CASE, es decir, los motores y componentes electrificados.
Desde las compañías, justifican esta unión atendiendo a la necesidad del campo de la electrificación de vehículos, en el que, a raíz de las importantes variaciones de las circunstancias energéticas de cada país o región y de sus distintas políticas públicas, además de las diferencias resultantes de las normativas medioambientales, tanto en las fases de preparación de la infraestructura como en lo que se refiere a la demanda de vehículos electrificados en el mercado, es indispensable desarrollar los productos adecuados con eficiencia y rapidez.
Por otra parte, la comercialización de vehículos eléctricos precisa del uso de baterías de gran capacidad, de manera que aumenta la demanda de una nueva dimensión en el ámbito de las baterías. Además, a raíz de las diferencias en cómo se utilizarán los automóviles teniendo en cuenta el aumento de la autonomía y los avances en la construcción de infraestructuras, también será preciso replantear los métodos comerciales. «Estas y otras cuestiones presentan una serie creciente de retos en términos de costes, suministro y modos de venta», explican.