La Comunidad Valenciana dispensa el 95% de las recetas médicas a través de prescripción electrónica.

La Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha finalizado la implantación de la receta electrónica en el departamento de salud de La Marina Baixa en un total de 35 centros sanitarios y 87 oficinas de farmacia. De este modo, la Marina Baixa, junto a Alcoi y Dénia son los tres los departamentos de salud en los que ha finalizado el proceso de implantación de la receta electrónica en la provincia de Alicante.

Así, una población de 161.787 personas del departamento de salud de la Marina Baixa se suma a los 314.642 alicantinos de los departamentos de Alcoi y Denia, por lo que ya está cubierta una población de 476.429 alicantinos y un total de 255 oficinas de farmacia de la provincia. Las oficinas de farmacia del resto de la provincia de Alicante irán incorporándose a la receta electrónica a medida que se homologuen sus sistemas de gestión.

Por su parte, las provincias de Castellón y Valencia cuentan con los servicios de receta electrónica implantados al 100%, lo que supone la desaparición de la receta en papel para más de 3,3 millones de ciudadanos que visitan las 1.510 oficinas de farmacia que hay en estas dos provincias.

El proceso de receta electrónica comenzó a implantarse en marzo de 2008 y actualmente el 95% de las recetas que se dispensan en la Comunitat son a través de prescripción electrónica. La dispensación electrónica es el proceso por el que un paciente acude a una oficina de farmacia de la Comunidad y, cediendo su tarjeta SIP, el sistema informático de la oficina de farmacia recupera los registros electrónicos en los que consta la medicación pendiente de dispensar al paciente.

Tres sistemas de información

En el modelo de receta electrónica de la Comunitat participan tres sistemas de información. El primero, GAIA, es a través del cual el facultativo determina los tratamientos. El segundo, el sistema de gestión de las oficinas de farmacia mediante el cual el farmacéutico va a ser capaz de recuperar las prescripciones electrónicas y ejecutar la dispensación. El tercero es el SICOF (sistema de información de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos), ubicado entre la oficina de farmacia, y el módulo de prescripción de GAIA.

El paciente sólo necesita acudir a la farmacia con su tarjeta SIP y un documento de tratamientos vigentes que el médico de Atención Primaria le habrá facilitado previamente (con un código de barras) en el que se indica toda la medicación que necesita y las fechas de recogida en la farmacia. El farmacéutico lee en la oficina la tarjeta SIP y el código de barras y le entrega la medicación.

Según encuestas realizadas a los pacientes que ya utilizan esta receta electrónica, el 82% asegura que le ha supuesto ventajas y el 76% está satisfecho con ella. Además, se ha producido una disminución de la presión asistencial, ya que un 61% de los usuarios acude menos al centro de salud.

Según fuentes de la Generalitat, esto es así porque entre las principales ventajas, que afectan tanto a los usuarios como a los farmacéuticos y administración sanitaria, destaca la simplificación del trámite administrativo, la reducción de visitas de los pacientes crónicos, se dispone de información en tiempo real, se favorece el uso racional del medicamento y se consigue una mejor comunicación entre el farmacéutico y el médico. Además, con este proceso también se integra el proceso de facturación.

 
 
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