Los atascos son un problema al que se tienen que enfrentar todos los conductores en algún momento de su vida. Afectan a millones de personas y tienen graves efectos a nivel personal, empresarial y social. Barcelona, Madrid o Valencia se encuentran entre las 30 ciudades europeas más congestionadas, según el estudio TomTom Congestion Index que acaba de ser publicado y que está basado en datos reales de desplazamiento captados a través de los vehículos que circulan por las carreteras de toda Europa con sus navegadores GPS.
“La solución no es construir más carreteras, sino conseguir que el tráfico fluya de forma más eficiente”, comenta Manolo Vidal, Strategic Account Manager de TomTom Licensing. “Millones de personas conduciendo como un colectivo podrían reducir los atascos para siempre”.
Para ello, existen avanzados servicios que permiten no sólo conocer la situación del tráfico en cualquier momento y lugar, sino que, además, acumulan estos datos en bases de datos “históricas” que permiten a los gestores mejorar los flujos. Por ejemplo, TomTom, cuya base de datos de contiene más de 6 trillones de mediciones y aumenta diariamente en 6 billones más, ha suministrado recientemente al Gobierno Vasco datos históricos de tráfico de sus carreteras de los últimos 8 años, con los que trabajará para mejorar el tráfico en la región.
Cuando se combinan estas bases de datos con una tecnología que genera la ruta más eficiente, no sólo se puede fijar exactamente el lugar en el que se encuentran los atascos, sino que se puede reconducir a los conductores por vías alternativas no congestionadas.