Greenpeace señala la ausencia de las renovables en los planes del Gobierno sobre vehículos eléctricos.

Greenpeace lamenta que en la Estrategia y el Plan de Acción para impulsar el vehículo eléctrico en España, presentada ayer por el Gobierno, no se incluya ningún eje de trabajo o medida para garantizar el punto más importante a la hora de evaluar la sostenibilidad de los vehículo eléctricos: que se recarguen con energías renovables.

La organización ecologista advierte de que si el Gobierno quisiera aprovechar todo el potencial sostenible del vehículo eléctrico, debería aumentar sus objetivos de participación de las renovables en el mix español para 2020, para tener en cuenta la demanda adicional de electricidad debida a los vehículos eléctricos.

De hecho, las dos iniciativas del Gobierno para impulsar el vehículo eléctrico se enmarcan en la Estrategia de Economía Sostenible, en la que también se han especificado los objetivos de fomento de las energías renovables del Gobierno a medio plazo. Al contrario de lo esperable, el Gobierno se limita simplemente a transponer el compromiso europeo de un 20% de participación de las renovables sobre la energía final bruta en 2020 y propone un mix eléctrico en el que las renovables alcanzarían un 43% de la demanda. Greenpeace considera que este objetivo debería elevarse al menos al 50%, de forma que se asegure que se pueda cubrir ampliamente la demanda adicional debida a la electrificación de la movilidad con fuentes limpias.

También en el contexto europeo, España ha priorizado el fomento de los vehículos eléctricos como uno de sus objetivos estratégicos para la presidencia europea. Sin embargo, las actuales políticas de la UE no ofrecen ninguna garantía de que introducir más vehículos eléctricos en las carreteras europeas conducirá, en los próximos años, a un ahorro en emisiones.

La legislación comunitaria existente sobre emisiones de CO2 de los coches permite a los fabricantes utilizar las ventas de vehículos eléctricos para compensar el hecho de que sigan produciendo automóviles muy contaminantes. Los llamados “supercréditos” para los vehículos eléctricos permiten a la industria automovilística vender 3,5 coches de emisiones elevadas por cada coche eléctrico que vendan, sin que esto afecte al cumplimiento de su objetivo legal de reducción de las emisiones medias de CO2 de su flota. Debido a esto, se calcula que incrementar las ventas de coches eléctricos hasta el 10% de las ventas totales podría conducir a un aumento del 20% tanto del consumo de petróleo como de las emisiones de CO2 del total de la flota de vehículos europeos (convencionales y eléctricos).

Por esto Greenpeace pide al Gobierno español que:

Estos objetivos aumentarán la eficiencia global, tanto de los vehículos de motor de combustión interna como la de los vehículos eléctricos.

 
 
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