El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) tiene abierta una encuesta en el marco del proyecto DigiWaGu, financiado por la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) – NextGenerationEU. El objetivo es conocer la percepción de la ciudadanía sobre las zonas verdes de Huesca y Teruel y recopilar información que permita mejorar la eficiencia en el uso del agua en estos espacios urbanos mediante herramientas digitales.
La encuesta, que puede completarse online, consta de una introducción con información sobre el proyecto y un apartado de juego interactivo sobre la percepción de los usuarios respecto a los parques de sus ciudades. Esta acción se enmarca dentro del proyecto que busca identificar metodologías adecuadas para analizar la gestión del riego y evaluar el estado de las zonas verdes piloto, aportando datos clave para su mejora y sostenibilidad.
Herramientas digitales para mejorar la gestión del agua
El proyecto DigiWaGu trabaja con varias zonas verdes piloto, entre ellas el Parque Universidad en Huesca y el Parque de los Fueros en Teruel, para estimar la calidad del riego en términos de uniformidad y eficiencia. Otros espacios, como el Parque Miguel Servet en Huesca y el Parque del Polígono Sur en Teruel, se han analizado para estudiar la relación del riego con la humedad del suelo y la eficiencia del riego por goteo.
Para estimar las necesidades hídricas de cada parque se utiliza el método WUCOLS (Water Use Classification of Landscape Species), que clasifica la cantidad de agua necesaria según las especies vegetales y las características del terreno. Además, se han instalado sensores de humedad, equipos de medición en especies leñosas, cámaras de seguimiento y se han empleado imágenes de dron para evaluar el estado general de la cubierta vegetal.
Los resultados preliminares del proyecto muestran que la combinación de sensores, metodologías y herramientas de análisis proporciona información esencial sobre el estado de las zonas verdes y sus necesidades hídricas. Esto permite optimizar los calendarios de riego, diseñar hidrozonas eficientes y ajustar la frecuencia de riego según el tipo de suelo y sistema de aplicación, garantizando así un uso más sostenible y eficaz del agua en entornos urbanos.