Viena opta por semáforos que detectan la intención de los peatones de cruzar y cambian al verde de forma automática

En 2020 se instalarán algunos de estos semáforos con una cámara integrada que analiza las imágenes de los peatones para detectar si tienen intención de cruzar a partir de algoritmos de aprendizaje.

La ciudad de Viena contará a finales de 2020 con semáforos con una cámara incorporada para detectar aquellos peatones que tengan la intención de cruzar la calle y cambiar la señal semafórica al verde de manera automática. De esta forma se reducen los tiempos de espera para los peatones.

En 2020 se instalarán algunos de estos semáforos con una cámara integrada que analiza las imágenes de los peatones para detectar si tienen intención de cruzar a partir de algoritmos de aprendizaje.

El sistema ha sido desarrollado por la Universidad Tecnológica de Graz (Austria) y pretende sustituir a los semáforos con pulsador para acortar el tiempo en el que la señal está en rojo para el peatón. El sistema se basa en una cámara instalada en el semáforo capaz de detectar a todas las personas que se encuentren dentro de un área de ocho por cinco metros. «El sistema tarda un segundo en hacer una estimación inicial de la intención del peatón y la estimación es fiable a los dos segundos», explica Horst Possegger, del «Institute of Computer Graphics and Vision» de la universidad.

Possegger explica que el sistema, además, alarga automáticamente el tiempo en el que el semáforo está en verde cuando hay grupos grandes de peatones cruzando, pero tampoco supone un obstáculo para el tráfico de vehículos, ya que también detecta si las personas abandonan la acera demasiado rápido, antes de que la señal se ponga en verde y, en estos casos, no se inicia la fase de paso para los peatones, por lo que los vehículos pueden seguir circulando. Además, si no hay nadie esperando a cruzar la calle, el semáforo estará en rojo para el peatón y los coches no han de pararse.

Algoritmos de aprendizaje

El equipo ha dedicado tres años a investigar y desarrollar este semáforo. Utilizando patrones de movimiento y datos registrados, el grupo de investigación desarrolló algoritmos de aprendizaje para reconocer el deseo de cruzar de los peatones.

En cuanto a la privacidad de los peatones, un elemento importante, según Possegger, las imágenes se analizan directamente en el semáforo, no salen de la cámara. Es cierto que las imágenes son necesarias para poder detectar a los peatones, incluidos niños, personas con paraguas y con carritos de bebé, pero el sistema trabaja exclusivamente con información geométrica de las imágenes, de donde se deriva el deseo de cruzar la calle.

La transferencia tecnológica del desarrollo de la Universidad Tecnológica de Graz (Viena) se está llevando a cabo con la compañía Günther Pichler, que será la responsable de la instalación de estos semáforos en Viena, donde reemplazarán a los que tienen pulsadores.

 
 
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