Valorando la Inteligencia de las Ciudades más allá de la Tecnología

Vista de Nueva York, ciudad dotada de inteligencia según el Índice IESE Cities in Motion.

Desde el nacimiento del concepto de ciudad inteligente, su teorización y su aplicación en la realidad de las ciudades, el avance vertiginoso de la tecnología y su despliegue en forma de todo tipo de herramientas para mejorar la gestión de las ciudades ha centrado el análisis de las smart cities. La sostenibilidad y el desempeño medioambiental en las urbes, como resultado de la implementación tecnológica nuevamente, también han formado parte de lo que se entiende por una ciudad dotada de inteligencia.

El Índice IESE Cities in Motion (ICIM) 2017 ha sido publicado recientemente, evaluando las ciudades en función de aquellos aspectos que las dotan de inteligencia, no solamente la tecnología que emplean.

Pero, ¿qué hay más allá de la propia implementación de las TIC? ¿En qué medida el emprendimiento, una potente economía, una gestión pública capaz o la cohesión social influyen y hacen posible que una ciudad se dote de inteligencia?

Nueva York vuelve a repetir en la posición número uno del ranking.

El recientemente publicado Índice IESE Cities in Motion (ICIM) correspondiente a 2017 nombra las ciudades más inteligentes del mundo en un ranking en el que la posición de cada una de las 180 urbes estudiadas se basa en su desempeño en diez dimensiones clave. Entre ellas, se incluyen criterios con perspectiva sociológica, cultural, educativa y de género, entre otros.

Variables dentro de la dimensión de capital humano, una de las que se han tenido en cuenta para puntuar a las 180 ciudades estudiadas.

El modelo elegido por el ICIM para evaluar las ciudades analiza diez dimensiones: capital humano, cohesión social, economía, gestión pública, gobernanza, medioambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional y tecnología. En cada una de ellas se miden diversos indicadores hasta alcanzar, en conjunto, un total de 79 indicadores para medir las 180 ciudades (73 de ellas son capitales) de 80 países.

En función de su desempeño, el Índice Ciudades in Motion clasifica las ciudades en cuatro categorías: consolidadas, retadoras, potencial y vulnerables.

Este enfoque de análisis y evaluación de la inteligencia de las ciudades resulta ilustrador de cómo abordan el reto de las smart cities las diferentes regiones del mundo: desde América del Norte a Europa, Oriente Medio o Asia. Y es relevante comprobar cómo aquellas ciudades que lideran el ranking de IESE, presentan resultados pobres en algunas de las dimensiones de análisis. Otras, presentan un nivel de evolución tecnológica más que aceptable, pero fallan en otros aspectos que hacen posible una ciudad inteligente desde una visión integrada.

Nueva York repite en el número uno

La gran manzana vuelve a ser considerada en este informe como la ciudad más inteligente por segundo año consecutivo. Es el resultado de su buen desempeño en dimensiones como la economía, donde ocupa el primer lugar, tecnología, (puesto 2), capital humano y gestión pública (puesto 4), proyección internacional y planificación urbana (puesto 5) y gobernanza (puesto 6).

Nueva York consigue buenos resultados en cuanto a economía, tecnología, capital humano, gestión pública.

En la dimensión económica, Nueva York logra niveles altos en todos los indicadores, especialmente en el que mide el número de empresas matrices que cotizan en bolsa y el PIB. Algo parecido ocurre con el resto de ciudades de Estados Unidos que han sido analizadas, ya que el top 10 de esta dimensión está integrado por hasta ocho ciudades estadounidenses.

Perfil de Nueva York en base a las dimensiones estudiadas, que muestra sus carencias en cuanto a cohesión social.

Sin embargo, resultan llamativos los resultados de Nueva York en materia de medioambiente, donde se queda en el puesto 82 y, sobre todo, en la cohesión social, donde ocupa las últimas posiciones y se queda en el puesto 153 de 180. Esta dimensión mide indicadores como el Índice de Gini (medidor de desigualdad social), criminalidad, sanidad mujeres trabajadoras o el Índice de Paz Global, entre otros.

El modelo europeo de Ciudad Inteligente

Cruzando el Atlántico hasta el continente europeo, son dos de sus urbes las que completan el pódium del ICIM, con Londres y París en segundo y tercer lugar. Más allá de estas dos capitales, las ciudades europeas copan los primeros puestos en dimensiones como medioambiente, movilidad, cohesión social y planificación urbana.

Londres ocupa la segunda posición en el Índice IESE Cities y Motion.

Ambas ciudades han desarrollado un sistema de movilidad y transporte que les sitúa en las primeras posiciones de esta dimensión, liderada por Londres, considerada como la mejor ciudad para moverse, y con París en la quinta posición. Europa tiene puesto uno de sus focos de atención en esta dimensión en la que ocho de las ciudades del top 10, son europeas.

Perfil de Londres en base a las dimensiones estudiadas, donde ha obtenido la primera posición del ranking en la dimensión de movilidad y transporte.

Londres, que destaca en casi todos los criterios analizados, muestra sus mejores resultados en capital humano, que tiene en cuenta criterios culturales como el número de universidades, museos, galerías de arte o la proporción de población con estudios secundarios y superiores. En proyección internacional y economía se sitúa en las primeras posiciones y se ve relegada hasta el puesto 105 si hablamos de cohesión social.

Zúrich presenta los mejores resultados en medioambiente, una variable liderada por ciudades europeas dentro de este índice.

En el análisis medioambiental, nuevamente ocho de las 10 primeras ciudades son europeas, destacando Zúrich y Tallin, que presentan muy buenos resultados en el Índice de Desempeño Medioambiental (EPI, por sus siglas en inglés) y bajos índices de contaminación y de emisiones CO2.

Indicadores que tiene en cuenta la dimensión de cohesión social en la que ciudades inteligentes como Nueva York o Londres, obtienen resultados pobres.

En el ámbito de la cohesión social, las diez ciudades con mejores resultados son europeas, con Helsinki liderando gracias a su baja tasa de desempleo, distribución equitativa de ingresos y su alto porcentaje de mujeres en puestos de responsabilidad (más de un 70%). En cuanto a la planificación urbana, seis ciudades europeas se encuentran en el top 10 de esta dimensión con Copenhague al frente.

Ciudades españolas y su desempeño como smart cities

Ninguna ciudad española se encuentra entre las veinte primeras del ICIM. Madrid asoma en el listado en el puesto 28, seguida de Barcelona en el 35. Málaga obtiene el 51 y gana tres posiciones en el período 2014-2016. Valencia, en el 63, pierde tres, y Sevilla, en el 68, es la protagonista del mayor progreso, al subir siete posiciones. Cierran la clasificación española dos ciudades que descienden dos puestos cada una, Bilbao, en el puesto 75, y A Coruña, en el 78.

Madrid es la primera ciudad española que se asoma al ranking Cities in Motion y destaca en la dimensión de movilidad y transporte con la sexta posición.

Madrid cuenta con una de las mejores posiciones en cuanto a movilidad y transporte, situándose en sexto lugar, y destaca en proyección internacional. Su peor resultado lo obtiene en el ámbito de la cohesión social, donde se queda en el puesto 66 de 180 ciudades analizadas.

Madrid ocupa el puesto 28 en el Índice IESE Cities in Motion y Barcelona le sigue de cerca en el 35.

Por su parte, Barcelona ha perdido posiciones a nivel global con respecto a años anteriores. Sin embargo, destaca su proyección internacional donde asciende hasta el puesto número cuatro, situándose así entre las cinco primeras. Su peor resultado lo obtiene en el aspecto medioambiental, donde se queda en el puesto 84.

 
 
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