El Renault 4 del futuro

Para celebrar el cincuenta aniversario del Renault 4, conocido popularmente como R4 ó 4L, un automóvil de bajo costo producido por el fabricante francés Renault entre los años 1961 y 1994, la Casa gala puso en marcha, el pasado 21 de marzo, Renault 4Ever, un concurso de diseño para dar a luz al 4L del mañana con criterios de sostenibilidad y cuyo resultado verá la luz en pocos días tras haber analizado el jurado los más de 3.000 diseños propuestos, procedentes de diversas partes del mundo.

El Renault 4 ha sido el tercer modelo de vehículo más vendido de la historia y un icono internacional del estilo pop, habiendo alcanzado una distribución total de 8.135.424 en más de un centenar de países desde que se inició su producción hace 50 años hasta que dejó de fabricarse tres décadas después.

Originalmente diseñado para competir en el mercado con el Citroën 2CV, el Renault 4 fue diseñado con una filosofía diametralmente opuesta a la hasta entonces seguida por la firma francesa, dotado de mecánica pionera en Renault, con tracción delantera, suspensión de barras de torsión y un motor refrigerado por un sistema de circuito cerrado con vaso de expansión, lo que implicaba un diseño de carácter funcional muy diferente al de los Renault 4CV y los Renault Dauphine que imperaban en la marca.

En España, conocido popularmente como “cuatro latas”, fue también un símbolo de la época, protagonista en películas, coche familiar y urbano e icono de la motorización a cuatro ruedas de la Guardia Civil española hasta la década de los 90.

Y es que, como su ilustre predecesor, la nueva generación del Renault 4Ever será un vehículo centrado en las personas. Fruto de la herencia del icono social que supuso el 4L original de los sesenta, que destacó por ser simple, práctico, fiable y asequible, permitiendo una movilidad para todos, el 4L del siglo XXI será diseñado con la mente puesta en el futuro y de acuerdo con los principios de la economía circular, con el objetivo de lograr un impacto positivo sobre el medio ambiente, en lugar de idearse solamente para ser un poco "menos malo", según destacan los organizadores del concurso.

¿Qué es la economía circular?

La economía circular es el conjunto de actividades de fabricación y reutilización que se caracterizan por el uso eficaz y eficiente de los recursos y el reciclaje y reutilización de los residuos. Todo ello que conlleva una mejora sustancial de la productividad de los recursos. Estas son las ideas fuerza que se utilizan para reconstruir las actividades económicas, a fin de lograr una producción óptima en consumo de recursos, un consumo sostenible y una mínima producción de residuos.

En esencia, la economía circular persigue un máximo desarrollo con un menor consumo de recursos y generando, a su vez, los mínimos costes externos. Por tanto, la economía circular escapa de la economía lineal tradicional basada en la “extracción de recursos – fabricación de productos – generación de residuos” y del camino tradicional que sigue toda industrialización:

La economía circular es el próximo modelo socioeconómico llamado a implantarse, una forma de producción y consumo sostenibles que cada vez nos exigirá más el nuevo paradigma emergente de la industrialización.

Algunas propuestas destacadas

Entre los 50 proyectos preseleccionados, de un total de 3.200 diseños procedentes de 92 países, destacamos en primer lugar la de un español, el diseñador industrial Miquel Herranz.

"Un bonito icono de las transformaciones industriales" es el nombre de la porpuesta del español, que mantiene la estructura básica de los Renault 4, pero con un parabrisas aplanado, bordes redondeados, y terminaciones cromadas con colores que van desde el pepino hasta el salmón, mientras que los mandos del salpicadero y el interior se conciben con extraordinaria agilidad y sencillez.

Igualmente, destaca el del diseñador francés Charlie Nghiem, quien ha ideado una propuesta bautizada 4Lectric, en la que vislumbra el coche propulsado por un motor 100% eléctrico y que emplea un sistema fotovoltaico para utilizar el vehículo como almacén energético capaz de ceder electricidad a la red.

“Los vehículos pueden ser empleados como nuestro primer paso hacia una economía circular, si les damos una mayor responsabilidad que el simple hecho de ser conducidos”, ha explicado Nghiem para dar sentido a su propuesta.

La propuesta de Nghiem plantea dos baterías alimentadas con una toma de CA y un sistema inalámbrico de carga por inducción y por medio de una película fotovoltaica colocada en las ventanas y el techo del coche.

El primero está diseñado para alimentar el motor eléctrico, mientras que el segundo se utilizaría para reinyectar la energía almacenada a la red.

Otra de las propuestas destacadas de este concurso lleva sello argentino, el que le pone el diseñador industrial Sebastián Pablo Salanova, quien es asiduo a concursos de este tipo y cuyos seguidores disfrutan con los conceptos futuristas e innovadores de sus propuestas de movilidad.

Para el concurso de Renault, ha desarrollado el concepto R4 People, propulsado por un motor eléctrico alimentado por baterías de iones de litio y que emplea en su fabricación fibras naturales, reciclados del plástico y aluminio, al tiempo que emplea tecnología LED para las luminarias del vehículo.

Con acento británico se presenta el proyecto R4 (r4volution), del diseñador Mark Cunningham y que es una adaptación compacta para un uso familiar del legendario 4L. Lo más destacado de su diseño es que concibe carrocería y motor de forma independiente, pudiendo sustituir por diseños avanzados una y otro (carrocería y motor) sin la necesidad de tener que comprar un coche nuevo.

Junto con cinco puertas, el modelo de Cunningham incluye un portabicicletas integrado y el portón trasero de gran tamaño, e incluye criterios sostenibles como el uso de materiales reciclados y una canaleta en el parabrisas que recupera y filtra el agua de lluvia para reutilizarla en el vehículo.

Visto este botón de muestra, se evidencia que el jurado del concurso tiene ante sí una decisión complicada. El ganador del concurso, que será dado a conocer a finales de julio, será obsequiado con el Renault 4 que el ex piloto de Fórmula Uno Michel Leclère condujo en la edición 2011 del histórico rallye de Monte-Carlo. El coche está basado en un modelo de 1965 valorado en 15.000 euros. Otros dos premios en metálico serán concedidos al segundo (5.000 euros) y tercer diseño (3.000 euros) finalistas.

 
 
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