La falta de oferta de vehículos eléctricos frente a la demanda retrasó los objetivos del proyecto Movele.

Nos estamos retrasando en la introducción del vehículo eléctrico en España y ello se debe a que la realidad de la oferta es más baja que la demanda, lo que ha limitado el objetivo de los 2.000 vehículos eléctricos planteados en el proyecto Movele para 2010, que tocó a su fin el pasado 31 de marzo. Así lo señaló Juan Antonio Alonso, director de Ahorro y Eficiencia Energética del Idae, durante su alocución en la jornada hispano-francesa sobre el vehículo eléctrico que tuvo lugar el pasado 1 de abril en la sede de la ETSII de Madrid.

Alonso comentó que la situación de dependencia exterior por parte de España en productos petrolíferos, especialmente en momentos como los actuales con la crisis de Libia, que alcanza el 79% -frente al 53% de otros países de la UE- hace prioritaria la apuesta por el vehículo eléctrico, en especial cuando el coche privado es responsable de más del 50% de las emisiones del transporte, por lo que “la necesidad de reducir consumos energéticos y emisiones se concentra, de manera clara, en el vehículo privado”, dijo.

El representante del Idae ofreció una comparativa de la eficiencia energética entre un vehículo convencional y uno eléctrico, concluyendo que un vehículo eléctrico, alimentado con electricidad procedente de un ciclo combinado de GN, alcanza un 29% de rendimiento frente al 17% de un vehículo convencional y que incluso, si la energía para alimentar al eléctrico procediera de una central de carbón, el rendimiento sería del 24%, “lo que justifica el impulso al vehículo eléctrico”, señaló.

Asimismo, Alonso aludió a la necesidad de casar fuentes renovables como la eólica con el vehículo eléctrico, pues un generador eólico de 3 MW suministra a una media de 1.200 coches/año que recorran en torno a 20.000 km/año”, dijo.

En colaboración con la FFII (Fundación para el Fomento de la Innovación Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid), la ME Ubifrance (Agencia francesa para el desarrollo internacional de las empresas, homóloga del ICEX en España) organizó esta jornada, que evidenció el acercamiento de objetivos respecto al vehículo eléctrico “a un lado y al otro de los Pirineos”, apuntó el embajador de Francia en España, Bruno Delaye.

En esta jornada, cuya meta era que los actores empresariales de Francia y España establezcan acuerdos conjuntos, también participaron Jesús Candil, director General de Industria del MITYC, quien reiteró la “salida inminente” del real decreto de ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos, y Timoteo de la Fuente, subdirector general de Calidad y Seguridad Industriales, quien aludió a tres retos en el desarrollo del vehículo eléctrico, como son la seguridad, la interoperabilidad y la interconectividad.

Junto a estas ponencias, se expusieron otras temáticas, tanto desde el punto de vista político como industrial, sobre los proyectos y desafíos que plantea el desarrollo del vehículo eléctrico en España, entre las que destacó la de Mª Luisa Soria, secretaria general de Sernauto, patronal española de fabricantes de componentes, quien aludió al reto de adaptación a las nuevas circunstancias del mercado al que se enfrenta esta industria auxiliar, “si tenemos en cuenta que un motor y transmisión térmicos suma unas 1.400 piezas, frente a las 210 piezas de un vehículo eléctrico”.

 
 
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