Una de cada diez compañías incorporará vehículos eléctricos a sus flotas antes de 2012.

Una de cada diez compañías prevé incorporar vehículos eléctricos a sus flotas en los próximos tres años, según un estudio de estrategias de mercado y tendencias elaborado por la compañía de renting de vehículos Arval, hecho público ayer con motivo de la presentación del Plan Integral del Coche Eléctrico a cargo del ministro de Industria, Miguel Sebastián.

La estrategia de introduccion de este tipo de vehículo prevé que las primeras unidades se incorporen a flotas numerosas como pueden ser las de grandes corporaciones o las de las propias Administraciones Públicas, aunque de momento éstas sólo representan el 5% de los alquileres a largo plazo, lo que deja patente el camino que le queda por recorrer al coche eléctrico como alternativa de movilidad pese a las ventajas que supone.

De esta forma, el estudio constata que el 74% de las compañías considera argumentos de peso los incentivos fiscales derivados del uso de vehículos sin emisiones contaminantes, los bajos costes energéticos que tienen este tipo de vehículos por kilómetro recorrido y el hecho de que amortigua los costes derivados del carburante sobre las cuentas de resultados. Más del 70% también valoran el mayor periodo de garantía que suelen ofrecer los fabricantes para los vehículos electricos.

El informe pone además de manifesto que la autonomía de estos vehículos –hasta la fecha uno de sus “caballos de batalla”- está dejando de ser uno de los factores disuasorios a la hora de incorporar estos vehículos a las flotas, ya que el 60% de los conductores recorren de promedio una distancia de 36 kilómetros cada día y el 55% de los desplazamientos suponen una distancia inferior a los 10 kilómetros.

Por el contrario, el 60% de las empresas ve inconvenientes a la hora de incorporar vehículos eléctricos a sus flotas como la escasez de infraestructura y puntos de recarga -según datos de ACS, sólo un 25% de los automovilistas en España dispone de plaza de garaje-, mientras que el 58% considera elevado el precio de compra, ya que es sensiblemente más caro que uno convencional. El 59% de las empresas considera un obstáculo para su implantación la falta de modelos adecuados para su actividad, así como la escasez de talleres capaces de mantener y reparar esta tecnología.

Con todo, el informe pone de manifiesto que gran parte de las compañías estaría dispuesta a incorporar vehículos eléctricos a sus flotas si viera respaldado su uso con iniciativas tangibles. Así, alrededor de las tres cuartas partes de las empresas reconocen que su motivación aumentaría si contaran con incentivos fiscales lo suficientemente atractivos, una garantía del fabricante más duradera y una información técnica y de coste de uso de estos vehículos más completa.

Las grandes compañías europeas, más cerca del coche eléctrico que las españolas

Las compañías europeas superan a las implantadas en España en su previsión de incorporar a su flota vehículos eléctricos en los próximos tres años. Así, casi dos de cada diez empresas europeas prevén el uso de este tipo de vehículos antes de 2012, por encima del índice de empresas españolas que contemplan esta estrategia.

El estudio pone de manifiesto que la predisposición a utilizar vehículos eléctricos está más presente entre las pequeñas y medianas compañías nacionales que entre las grandes corporaciones. De esta forma, el 13% de las pymes, frente al 11% de las grandes compañías españolas asegura que renovará sus flotas con vehículos eléctricos antes de 2012.

Curiosamente, el estudio muestra que la tendencia de las compañías nacionales contrasta con la intención de las empresas europeas, como constata el hecho de que el 24% de las grandes corporaciones implantadas en Europa planea renovar sus flotas con vehículos eléctricos en los próximos tres años, frente al 15% de las pymes.

 
 
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