Empresas y Movilidad Sostenible

Los Planes de Movilidad Sostenible en las Empresas son el conjunto de estrategias y medidas para la gestión racional de los desplazamientos que genera, con el fin de reducir sus impactos ambientales y sociales y el uso ineficiente del vehículo privado por parte de los trabajadores, pero también de los clientes y visitantes.

En otras ocasiones hemos hablado de estrategias como el carpooling o el carsharing, ambas susceptibles de ser adoptadas por las empresas que buscan estos objetivos y cumplir, a la vez, con valores como la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o Corporativa (RSC), que no es más que la contribución a la mejora social, económica y ambiental que realizan las empresas de forma activa y voluntaria, con el fin de mejorar su imagen, su competitividad y su valor añadido. Pero hay más. Tantas como la imaginación permita a las empresas mejorar cualquier aspecto relacionado con la movilidad, que suponga ventajas competitivas y de calidad de vida para los implicados en el proceso.

Accidentes “in itinere”

Sin duda, existen muchas razones que aconsejan la movilidad sostenible del trabajador al centro de trabajo. En lo que atañe a la empresa, que sus trabajadores dependan menos del coche supone menos riesgos de accidentes “in itinere”, esto es, el que sufre el empleado durante el desplazamiento desde su domicilio hasta su lugar de trabajo y viceversa. Según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, del conjunto de siniestros laborales sucedidos en 2009, 76.877 fueron “in itinere”, con un resultado de 194 víctimas mortales por estas circunstancias.

Recientemente, el director general de Tráfico, Pere Navarro, señalaba que “cada vez va subiendo el porcentaje de accidentes de tráfico relacionados con el trabajo", durante la inauguración de la jornada 'Incorporación de la cultura de la Seguridad Vial a la empresa', organizada a principios de marzo, en Madrid.

A nivel mundial, según el Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Laboral de Estados Unidos (NIOSH, siglas en inglés), los accidentes relacionados con el trabajo suponen entre el 20 y el 30% de todos los siniestros de circulación y este porcentaje se eleva hasta el 50% cuando se incluyen los accidentes “in itinere”.

Además, los accidentes de tráfico representan entre el 30 y el 50% de todos los fallecidos por motivos laborales. Sólo en Europa, según las estadísticas de la Agencia Europea de Seguridad e Higiene en el Trabajo, en 2001 se registraron casi 5.000 accidentes mortales relacionados con el trabajo, de los cuales el 40% fueron accidentes de tráfico.

Otras ventajas de evitar el uso del coche para la empresa son que permite mejorar la puntualidad y reduce el estrés de los empleados, lo que a buen seguro, redundará en una mayor calidad y productividad en el trabajo.

Para los trabajadores, la principal ventaja es la económica, aunque existen otras variables subjetivas, relacionadas con una mejora en la calidad de vida, entre ellas, que la dependencia del transporte público evita situaciones como que el empleado acabe prolongando su jornada laboral más allá de lo estipulado, merced a la “libertad” de desplazamiento que proporciona el coche privado.

Finalmente, la sociedad en su conjunto obtiene beneficios, tales como la reducción del consumo de energía y de emisiones de contaminantes.

Abono Transporte subvencionado

En países como Italia, por ejemplo, dentro del Plan de Movilidad de Bolonia, el Plan General de Tráfico Urbano incluye entre sus objetivos una serie de medidas para favorecer la movilidad al trabajo, entre las que se cuenta la cofinanciación del abono transporte a los trabajadores, para que opten por el uso de transportes públicos.

Lo mismo sucede en Francia, donde el empresario reintegra el 50% del abono transporte a los trabajadores que tengan que desplazarse a Ille de France (París), y algo similar sucede en Lyon, donde los descuentos se sitúan entre el 25% y 50% debido a convenios entre empresarios y los consorcios de transporte.

En Bélgica, los empresarios están obligados, ¡desde hace más de 40 años!, a pagar el 60% de los abonos de tren a los trabajadores por negociación colectiva, y actualmente, abonan el 80% y el Estado asume el restante 20%.

Existen otros muchos ejemplos más, pero conviene analizar por un momento cuál es la situación en España, donde los sindicatos ya denunciaron el año pasado que los españoles pagan más por sus abonos de transporte público que la media del resto de Europa, en base a una comparativa de las principales ciudades europeas elaborado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CC.OO.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en el debate sobre el estado de la nación de ese mismo año, el lanzamiento de un 'cheque-transporte' que suponga una deducción fiscal en el precio del abono de los trabajadores, medida que se recoge en el Proyecto de Ley de Economía Sostenible, cuya remisión a las Cortes se aprobó recientemente en Sevilla por el Consejo de Ministros.

Cabe ensalzar también algunas iniciativas por parte de gobiernos regionales o locales, como la de la Consejería de Trabajo del municipio catalán de Montcada i Reixac, en Barcelona, que ha aprobado la puesta en servicio de un autobús municipal gratuito para los más de 70 trabajadores que forman parte del Centro Especial de Empleo de la localidad y que les va a trasladar hasta las instalaciones situadas en el Polígono Industrial Moncada II, a fin de evitar que tengan que desplazarse por sus propios medios.

Además, el microbús llevará instalada una rampa para que los empleados con alguna discapacidad puedan disfrutar en la misma medida que el resto de este servicio.

Flotas verdes

Las flotas verdes aluden a los vehículos de empresa que emplean tecnologías de propulsión más eficientes y limpias en términos de consumo de combustible y de emisiones de gases, incluyendo en este concepto a los coches eléctricos, híbridos y los propulsados por biocarburantes, gas natural comprimido, gas licuado del petróleo o por hidrógeno.

En este aspecto se engloban tanto los vehículos que son ofrecidos por las empresas a sus ejecutivos como incentivo asociado a su actividad (por ejemplo, comercial) o estatus, como las flotas que utilizan las empresas para el reparto, transporte y distribución de sus productos y mercancías.

En el primer concepto, un estudio, de 2009, del Observador del Vehículo de Empresa (CVO, de sus siglas en inglés) entre casi 3.400 gestores de flotas de pymes y grandes empresas en doce países, mostraba que más de la mitad de los empleados agraciados con coche de empresa se mostraban reacios a cambiar un vehículo más grande, caro y que consuma mucho combustible, por uno más pequeño y asequible, de menor motorización y más ecológico.

Esta actitud tiene su origen en la supuesta pérdida de estatus social que ello representaría y en la merma en reconocimiento laboral dentro de la propia empresa, en relación a la reducción en segmento de su coche.

Sin embargo, el mismo estudio revela que las compañías españolas están cada vez más dispuestas a la alternativa ecológica de sus vehículos de empresa, en base a beneficios económicos (menor precio y fiscalidad, así como ahorro en el consumo de carburante) y de imagen (Responsabilidad Social Empresarial).

En este sentido, las propias compañías de alquiler de vehículos comienzan a establecer líneas ecológicas para renting o leasing y a buen seguro, van a jugar un papel decisivo en la primera fase de despegue en la implantación de los coches “eco”.

Como botón de muestra, el anuncio hecho recientemente por Avis de incorporar coches eléctricos de Renault a su oferta de alquiler a partir del 2011, lo que para el fabricante francés será una forma eficaz para que los clientes experimenten con esta tecnología y se sensibilicen acerca de los beneficios ambientales de los vehículos eléctricos.

Otro fabricante como la automovilística italiana Fiat ha puesto en marcha la versión eco:Drive para flotas, que permite gestionar de manera eficiente los vehículos, ya que el ahorro de combustible puede alcanzar el 15%.

Este sistema, desarrollado de forma conjunta con Microsoft, se basa en la arquitectura del dispositivo 'Blue&Me' y permite grabar en una memoria USB datos sobre los consumos y emisiones de todos los viajes realizados y analizar en un ordenador el estilo de conducción, además de recibir consejos para conducir de una forma más eficiente. El eco:Drive para Flotas, disponible en la web de Fiat, sirve para optimizar el consumo y las emisiones de dióxido de carbono de la flota de vehículos de una empresa mediante la medición de los datos de kilometraje para todos los vehículos, y está disponible para los modelos 500, 500C, Grande Punto, Punto EVO, Bravo y Croma, así como para los vehículos comerciales de Fiat Professional Fiorino, Qubo y Dobló, que cuenten con la plataforma 'Blue&Me'.

El CVO (plataforma internacional que trabaja en 11 países, fundada en 2002 en Francia, por la firma Arval, con el objetivo de servir de foro experto e internacional para el intercambio de información entre todos los profesionales de la gestión de flotas de vehículos) señala que seis de cada diez compañías implantadas en España prevén renovar sus flotas de automóviles en los próximos dos años con la incorporación de diferentes tipos de “vehículos verdes” que permitan reducir el impacto de las emisiones de CO2 sobre el medio ambiente, así como amortiguar la subida del carburante sobre la cuenta de resultados.

Un ejemplo de este tipo de iniciativas es la apuesta de la empresa de reparto Boyaca, de contar para la distribución capilar de mercancías en Madrid con vehículos Hispano Tata de propulsión híbrida (electricidad e hidrógeno con pila de combustible), que circularán por las calles de la capital en 2010.

Otro ejemplo más reciente lo encontramos en el Grupo Leche Pascual, que anunciaba en marzo la incorporación a su flota de vehículos de reparto de las tres primeras furgonetas de ecogas, que reducen en un 95% las emisiones de óxido de nitrógeno (NO), un 99% las de partículas en suspensión y un 15% las de dióxido de carbono (CO2).

Los nuevos modelos de furgoneta adquiridos por Pascual, de la casa Mercedes Benz, reducen, además, hasta la mitad la contaminación acústica y suponen para la empresa láctea una reducción de un 25% en la factura de carburante.

Asimismo, se informaba de que Repsol y el Grupo Leche Pascual han puesto en marcha un convenio de colaboración para facilitar la renovación de la flota de vehículos de reparto del grupo alimentario en toda España y como parte de ese acuerdo, Repsol ha instalado la infraestructura necesaria para el repostaje de gas licuado de petróleo para automoción en la delegación del Grupo Leche Pascual en el aeropuerto de Barajas, en Madrid.

Esta noticia se enmarca dentro del Foro Proclima, una iniciativa del Ayuntamiento de Madrid por la sostenibilidad, al que ya pertenecen 45 empresas privadas asentadas en Madrid y que supone el compromiso voluntario de todas ellas de renovar un 6% su flota con vehículos más limpios antes de 2012.

Obviamente, el apoyo de las administraciones en la implantación de flotas verdes es decisivo y son ya varias las iniciativas a nivel regional y local que se hacen eco de este impulso. Otro ejemplo es el Ayuntamiento de Barcelona, que obliga a las nuevas contratas a disponer de un mínimo de un 30% de vehículos eléctricos para cubrir servicios municipales.

De este modo, la empresa Citelum Ibérica utiliza ya cuatro vehículos con baterías, adquiridos a través de la multinacional de renting ADL Automotive, para el servicio de mantenimiento del alumbrado de Barcelona. En la limpieza, FCC asegura que cuenta con un 40% de su flota con tracción eléctrica a través de híbridos y eléctricos.

El impulso del consistorio barcelonés para que madure el mercado irá acompañado de un 75% de bonificación en el impuesto anual de circulación, zona verde gratuita, peajes blandos, posibilidad de utilizar los carriles de alta ocupación y una prueba piloto para usuarios particulares, según explicó recientemente el coordinador del proyecto Live de Barcelona, Ramón Prunera, en un encuentro sobre los nuevos vehículos sin emisiones de gases.

Teletrabajo. ¿Una quimera en España?

El teletrabajo es una práctica en uso desde hace más de 30 años en países como Estados Unidos, Holanda, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Reino Unido o Alemania, donde abarca porcentajes entre el 17 y el 26% de la actividad laboral y que en términos de movilidad, significa menos desplazamientos, sobre todo en las horas punta de los días laborables.

Sin embargo, España se encuentra a una gran distancia de estos porcentajes y no llega al 5% el número de trabajadores que lo practica, debido en gran parte a la falta de confianza en el teletrabajo por parte de las empresas españolas, cuando muchas de ellas todavía mantienen elementos de control sobre sus empleados como la huella digital o una tarjeta que registra las salidas y entradas de sus asalariados y donde el concepto “salario” está muy arraigado al número de horas que un empleado debe dedicar, in situ, semanalmente a la empresa, por encima de otros criterios como la eficiencia o el cumplimiento de objetivos.

Los beneficios derivados del teletrabajo, así como de la flexibilidad horaria o de la jornada reducida, resultan evidentes no sólo para el trabajador, en términos de ahorro de tiempo, dinero y estrés, sino también para la empresa, por el aumento de la productividad y el ahorro de espacio en sus instalaciones y por tanto, en el consumo de electricidad, aire acondicionado o calefacción.

Existen empresas que practican una derivación del teletrabajo, como es el puesto de trabajo móvil o “hot desking”, para empleados que necesitan acudir a la oficina algún día de la semana y que consiste en disponer puestos físicos de trabajo sin asignación personal, compartidos de forma sucesiva por quienes vayan teniendo en cada momento necesidad del mismo, lo que implica la intermitencia de la presencia física del trabajador en el centro de trabajo.

Su puesta en práctica no es automática y se deben tomar precauciones antes de su instauración: identificar a quiénes se le puede aplicar, comunicar y explicar la decisión, cómo se introduce el cambio, fomentar los equipos de trabajo, definir cuántos trabajadores por escritorio y estar atento a los problemas que se pudieran presentar.

Del mismo modo, los avances tecnológicos juegan a favor de la reducción en los desplazamientos laborales, pues soluciones como la teleconferencia, la videoconferencia o la webconferencia se alzan como sustitutivos de la movilidad física, con el consiguiente ahorro en tiempo útil y dinero.

Optimizar los viajes de trabajo

Partiendo del objetivo prioritario de evitar desplazamientos innecesarios cuando la tecnología de comunicaciones puede suplirlos, existen otras opciones como priorizar el uso de medios de transportes menos lesivos para el medioambiente (por ejemplo, el tren frente al avión o el alquiler de vehículos menos contaminantes) o la optimización de rutas para aprovechar el desplazamiento de varios trabajadores en un mismo vehículo (carpooling).

Los implant son empresas proveedoras de viajes a empresas, que por medio de la monitorización de los datos referidos a los viajes de los empleados y sus emisiones asociadas, permiten a las empresas planificar mejor los desplazamientos de sus trabajadores. En lo que se refiere a viajes por avión, que suelen ser inevitables, la empresa puede plantearse la compensación ambiental de las emisiones generadas a través de proyectos de reforestación o generación de energías limpias, un servicio que ya prestan algunas compañías aéreas como Air France-KLM, British Airways, SAS, Quantas o ClickAir, entre otros.

La iniciativa de Commuter Connections

Finalmente, hacemos mención de una iniciativa interesante que se desarrolla en Estados Unidos, concretamente en Washington.

Se trata de Commuter Connections, una red regional de organizaciones de transporte coordinada por la Metropolitan Washington Council of Governments cuyo objetivo es proveer de información sobre todas las opciones de transporte a los usuarios, para que puedan tomar una decisión inteligente de cómo viajar a su trabajo. Commuter Connections también ayuda a las empresas a establecer beneficios de transporte y programas de asistencia, incluyendo teletrabajo o programas de trabajo a distancia para sus empleados.

Además, este servicio ofrece el sistema de viaje de vuelta a casa garantizado (conocido también como GRH) proporciona a los viajeros que comparten vehiculo, montan en bicicleta, caminan, o utilizan el transporte publico al menos dos veces por semana para desplazase al trabajo con un viaje de vuelta a casa gratis y seguro cuando una emergencia inesperada surge.

Washington es, sin duda, un ejemplo de prácticas de movilidad sostenible, donde el 19% de los trabajadores de la región Metropolitana teletrabaja al menos un día y medio a la semana de promedio y donde se registra uno de los índices más altos del país en el uso del carpooling. Junto a las opciones señaladas, existen otras muchas más (promoción del uso de la bicicleta por medio de zonas de aparcamiento para éstas, análisis de las rutas más eficientes para los trabajadores que se desplacen en coche propio, etc.). Lo importante es que las empresas comiencen a asumir como propio el reto de la movilidad sostenible y barajar las alternativas más interesantes en función del número de trabajadores, del lugar en el que se encuentra la empresa o de la actividad que desarrolla.

De todas estas variables se hablará y debatirá en la jornada que bajo el título “La Movilidad Sostenible como factor estratégico de Desarrollo: Nuevas tendencias para la ciudad y la empresa”, que organizará, el próximo 21 de mayo, el portal esmartcity en el marco del Salón Internacional del Vehículo Ecológico y la Movilidad Sostenible, que celebra el IFEMA en Madrid y al que le invitamos desde ahora a asistir.

Más información:

http://www.mwcog.org/commuter2
http://www.dgt.es/
http://www.arval.es/
http://www.munimadrid.es/
http://www.fiat.es/
http://www.lechepascual.es/
http://www.boyaca.es/
http://www.hispano-net.com/

 
 
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