El Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública ha puesto en marcha una consulta pública destinada a recoger opiniones, información y propuestas sobre el futuro apagado de las redes móviles 2G y 3G en España. La iniciativa se dirige a operadores de telecomunicaciones, administraciones públicas y otros actores implicados, con el objetivo de asegurar una transición progresiva y coordinada hacia tecnologías móviles más avanzadas.
Las contribuciones podrán enviarse hasta el 20 de enero de 2026, fecha límite establecida para este trámite de participación. El proceso permitirá al Ministerio disponer de una visión amplia sobre los impactos técnicos, económicos y sociales asociados al apagado de estas tecnologías.
Fin de ciclo y futuro móvil
Las redes 2G y 3G, desplegadas hace más de dos décadas, se encuentran en una fase de obsolescencia tecnológica. Su mantenimiento implica costes operativos elevados, mayor consumo energético y limitaciones en términos de capacidad y seguridad frente a las redes actuales. El apagado progresivo de estas tecnologías permitirá liberar espectro radioeléctrico, especialmente en las bandas de 900 y 2100 MHz, que podrá reutilizarse para mejorar la cobertura y el rendimiento de las redes 4G y 5G.
La información obtenida a través de la consulta servirá para definir elementos clave del proceso, como los calendarios de apagado por operador y tecnología, los planes de migración de servicios y dispositivos, así como las medidas necesarias para garantizar la continuidad de servicios críticos, entre ellos el número de emergencias 112.
El Ministerio también contempla la creación de un grupo de trabajo de seguimiento que facilite la coordinación entre operadores, administraciones y sectores especialmente afectados. Este enfoque busca reforzar la protección de los usuarios, la transparencia del proceso y la coherencia territorial.
Además, la consulta dedica un apartado específico a la estrategia de comunicación, incluyendo plazos de preaviso, campañas informativas y canales de atención al cliente. Asimismo, se solicitan aportaciones sobre el impacto del apagado en servicios y dispositivos concretos como eCall, sistemas de alarma, ascensores o soluciones de geolocalización.
También se analizará el efecto en colectivos vulnerables, como personas mayores, usuarios de servicios de teleasistencia, personas con discapacidad o habitantes de zonas rurales, con el fin de adoptar medidas que minimicen cualquier impacto negativo.
