El Programa Nacional de Extensión de Banda Ancha concede 130 millones a 203 proyectos en ‘zonas blancas’

Sobre un fondo campestre una mano sostiene un teléfono móvil inteligente con el que está fotografiando el paisaje.

Un total de 203 ayudas con una inversión de 130 millones de euros acaban de ser concedidas en la resolución de la convocatoria del año 2018 del Programa Nacional de Extensión de la Banda Ancha de Nueva Generación, que gestiona la Secretaría de Estado para el Avance Digital, financiada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

El Programa Nacional de Extensión de la Banda Ancha de Nueva Generación trata de acelerar la extensión de la cobertura de las redes de banda ancha de muy alta velocidad en las denominadas ‘zonas blancas’.

A los 130 millones que se destinarán a las ayudas, se suman las aportaciones de los operadores beneficiarios, lo que supondrán una inversión total de 202 millones de euros. Las comunidades autónomas que más fondos recibirá para la extensión de la banda ancha son Galicia, con 25,33 millones concedidos para 14 proyectos, seguida de Andalucía, que recibirá 21,06 millones de euros para 33 proyectos.

Banda ancha para casi dos millones de personas

Según informa el Ministerio de Economía y Competitividad, se estima que las nuevas infraestructuras que serán desplegadas con el apoyo de esta convocatoria facilitarán cobertura de banda ancha de muy alta velocidad a 1.248.548 hogares y empresas situadas en 4.168 entidades singulares de población distintas, donde residen 1.924.916 ciudadanos.

Con ello, una vez desplegados los proyectos subvencionados, la cobertura de banda ancha de muy alta velocidad alcanzará a más del 80% de los ciudadanos. Actualmente, la cobertura de banda ancha de 100 Mbps alcanza ya al 76% de los españoles. Además, el Ministerio recuerda que España dispone de la red de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) más extensa de Europa con más de 35 millones de accesos.

El objetivo del Programa Nacional de Extensión de la Banda Ancha de Nueva Generación es acelerar la extensión de la cobertura de las redes de banda ancha de muy alta velocidad, es decir, aquella de más de 100 Mbps, apoyando su despliegue en las zonas sin cobertura actual ni prevista en los próximos tres años, denominadas ‘zonas blancas’ y caracterizadas por encontrarse en áreas rurales y dispersas, principalmente.

 
 
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