Barcelona y Madrid se sitúan entre las 25 ciudades más sostenibles del mundo en cuanto a su movilidad urbana, del total de 100 urbes seleccionadas y estudiadas en el ‘Índice sobre Ciudades Sostenibles en materia de movilidad 2017’ elaborado por la consultora Arcadis y el Centro para la Investigación Económica y Empresarial (CERB, por sus siglas en inglés).
Barcelona y Madrid ocupan la posición 21 y 24, respectivamente, del ranking en el que se han medido 23 indicadores individuales relativos a los componentes de la movilidad urbana, que incluye desde el compromiso de gasto público destinado a infraestructuras hasta la asequibilidad del transporte público, y que se agrupan en tres grandes áreas.
Hong Kong, Zúrich y París lideran el índice
‘Personas'(implicación de la población en la movilidad sostenible, acceso y accesibilidad a los sistemas de transporte, viajes compartidos, etc.), ‘Planeta’ (el impacto medioambiental de la movilidad en esa ciudad: emisiones, esfuerzos por tener un sistema de transportes de baja emisión, fomento de formas de movilidad sostenible, calidad del aire, etc) y ‘Beneficio’ (eficiencia de los sistemas de transporte, precios, rentabilidad, buenas conexiones, etc.).
Se sitúan en cabeza la movilidad de Hong Kong, gracias a su innovadora red de metro y el elevado uso del transporte público. Le siguen dos ciudades europeas, Zúrich y París, en segunda y tercera posición respectivamente. Destacan sus puntuaciones en las áreas estudiadas en el informe relativas a ‘Planeta’ y ‘Beneficio’, gracias a su amplio sistema de infraestructuras, la eficiencia de su red de metro y su compromiso con la tecnología ecológica.
¿En qué destacan y en qué han de mejorar Madrid y Barcelona?
El desempeño de las ciudades españolas en cuanto a la asequibilidad del transporte sitúa a los transportes urbanos de Madrid y Barcelona por encima de otras ciudades europeas como Londres o Ámsterdam, midiendo la relación de precios de las redes de transporte en comparación con la economía local.
En el análisis de la implicación de los sistemas de transporte público en la población que ambas obtienen resultados positivos gracias a la digitalización de las redes de transporte que hacen más sencillo el uso de la misma. Estas posiciones se han afianzado gracias, en parte, a las mejoras realizadas en el transporte que favorecen la adaptación de estos sistemas a personas de movilidad reducida.
Impacto ambiental
En cuanto al impacto ambiental de los sistemas de transporte de Madrid y Barcelona, el estudio destaca la proactividad de ambas ciudades de cara a la incentivar la compra y uso de vehículos eléctricos, así como las medidas establecidas para reducir la contaminación del aire y las emisiones derivadas del transporte.
La comparativa de espacios verdes dentro de las ciudades nos permite saber la situación de estas, pero a pesar de que Madrid cuenta con mayor provisión de espacios que Barcelona, ambas distan de la superficie disponible en lugares como Zúrich y Frankfurt. Aun así, es destacable la política de medios de transporte en ambas ciudades, en las que se está invirtiendo en infraestructuras para el transporte en bicicleta, reduciendo así el tráfico y las emisiones de gases efecto invernadero.
Mejoras
A pesar del buen rendimiento de ambas ciudades en el índice, en lo referente al horario de apertura del transporte público se sitúan por debajo de ciudades europeas como Londres, que cuenta con un horario de funcionamiento más amplio, lo que les hace perder puntos en uno de los marcadores clave. No solo las ciudades españolas necesitan avanzar en materia de tiempo. De cara a la eficiencia y seguridad de los sistemas de movilidad necesarios para facilitar el crecimiento y el desarrollo empresarial, ambas ciudades se quedan atrás en comparación con otras ciudades como Zúrich y París.