España participa en un proyecto de conducción autónoma en Europa

Las carreteras de las áreas metropolitanas de Madrid, Lisboa y París serán el escenario de uno de los primeros proyectos piloto que probará la conducción autónoma en las vías europeas. El proyecto AUTOCITS estará liderado por la empresa española Indra, y cuenta con un presupuesto de 2,6 millones de euros del consorcio de entidades participantes y del programa europeo CEF (Connecting Europe Facility).

AUTOCITS pretende facilitar la circulación de los vehículos autónomos en los nodos urbanos mediante el desarrollo de los servicios inteligentes de transporte basados en sistemas cooperativos (C-ITS), que permiten la comunicación y el intercambio seguro de datos entre vehículos, usuarios e infraestructura, utilizando el estándar de comunicaciones europeo ITS-G5.

Los pilotos de Lisboa, Madrid y París incluyen pruebas de vehículos autónomos, de distintos proveedores, cerradas y abiertas al tráfico convencional en carreteras urbanas, suburbanas y enlaces con autopistas. En el caso de Madrid, las pruebas se desarrollarán en el carril Bus-VAO que conecta con la vía de circunvalación M-30.

La sede de Indra acogerá el 23 de noviembre la primera reunión del consorcio, en la que se pondrá en marcha el proyecto oficialmente, así como una presentación a diferentes grupos de interés. Además, estos días se imparte una ponencia sobre el proyecto en el marco del evento ’Tecnologías para una movilidad segura, accesible y sostenible’, que organiza el Instituto de Investigación del Automóvil INSIA de la UPM.

Además de Indra, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) completan la participación española en el consorcio del proyecto, que completan la Autoridad Nacional de Segurança Rodoviária (ANSR), la Universidad de Coimbra (UC), el Instituto Pedro Nunes (IPN) e Inventeurs du Monde Numérique (INRIA).

Desarrollo de AUTOCITS

El proyecto aborda los vínculos entre esa conectividad y la automatización, centrándose especialmente en la seguridad vial y en los cambios necesarios en la infraestructura y en los centros de control de tráfico, en un sentido físico y digital. Se trata de conciliar la función de gestión del tráfico que se lleva a cabo desde estos centros con la presencia de los vehículos sin conductor, teniendo en cuenta además que la información que proporcionan las autoridades de tráfico a través de los servicios inteligentes C-ITS tiene una importancia creciente en los niveles más altos de automatización para desencadenar acciones tanto en vehículos convencionales como automatizados.

Los tres pilotos que se van a diseñar y que se van a desarrollar y desplegar en Lisboa, Madrid y París a lo largo de 2017 y 2018 permitirán probar esta relación entre coches autónomos, convencionales y centros de control y la elaboración de recomendaciones a partir del análisis de resultados. El objetivo es avanzar en el marco regulatorio y las normas de tráfico para mejorar la interoperabilidad de los coches autónomos, asegurar su correcta circulación a través de todos los tipos de carreteras de los diferentes países europeos y su convivencia segura con el resto de vehículos. Actualmente no existe un estándar a nivel europeo y las normas de cada país tienen distinto grado de madurez, con España y Francia en una posición avanzada.

 
 
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