La Junta de Castilla y León ha impulsado medidas de ahorro energético con el fin de favorecer su actividad económica haciéndola más competitiva, reducir el impacto negativo para el medio ambiente y repercutir de forma positiva en la calidad de los ciudadanos.
Entre las medidas adoptadas se encuentras las siguientes:
Etiquetado energético
- De vehículos, electrodomésticos y edificios, cuya rentabilidad es casi inmediata en términos de ahorro para la economía de los ciudadanos. Además, una opción de compra de un producto energéticamente más eficiente mejora el entorno, preserva las fuentes de energía fósiles y reduce la dependencia energética del exterior y la emisión de contaminantes. La información incluida en la etiqueta base contiene datos sobre el nivel de eficiencia energética representados por siete letras, de la "A" a la "G". Entre los distintos niveles hay una diferencia de consumo energético de entre un 10% y un 15%. Por lo que, comprando un frigorífico de clase "A" en lugar de uno de clase "C", puede provocar un ahorro de 322 euros en la factura eléctrica a lo largo de su vida útil. También incluye datos propios de cada producto, como la eficacia de lavado o la capacidad de congelación, ruido, capacidad de carga real o volumen útil, consumo de agua, etc.
- Del alumbrado, en el que los niveles de eficiencia son los mismos que en el caso de las etiquetas de los electrodomésticos. La etiqueta incluye información sobre los lúmenes, que indican la cantidad de luz que aporta la lámpara; los vatios, que expresan la potencia y por último, las horas que funcionará la lámpara. Si se compara una bombilla convencional de 100W con una lámpara de bajo consumo de 20W, se comprueba que ambas proyectan la misma luz. Sin embargo la de bajo consumo permite un ahorro en 8.000 horas de funcionamiento que será de 80 euros.
- De eficiencia energética de edificios de obligado cumplimiento desde el 1 de junio tanto en la compraventa de un edificio o vivienda como en su alquiler, y tanto en los nuevos como en los ya existentes. La aplicación del certificado energético de edificios por parte de la Junta de Castilla y León busca limitar la demanda energética de todo tipo de construcciones, optimizar el rendimiento de las diferentes instalaciones de un inmueble y fomentar el uso de energías renovables en las viviendas. Las medidas de ahorro en cualquier tipo de edificio pueden aplicarse desde el momento de la construcción, consiguiendo el máximo confort interior a partir de las máximas aportaciones energéticas externas, de carácter natural, y de las mínimas pérdidas internas. Fachada, cubierta y ventanas son las partes esenciales del edificio para aplicar las mejoras energéticas y medidas de ahorro.
- De equipos ofimáticos, que se distingue, generalmente, por los logotipos de "Etiqueta Ecológica’ y ‘Energy Star’. Un ordenador calificado con la etiqueta "Energy Star" puede reducir hasta un 70% las emisiones del CO2 emitidas por la central energética que tiene que producir la electricidad para hacer trabajar ese equipo, en comparación con uno convencional. Hay que recordar que los modos de funcionamiento ‘Sleep’, ‘Stand by’ o ahorro de energía permiten disminuir el consumo respecto a los modos normales de funcionamiento, pero no implican un consumo cero. Debemos apagarlo completamente si no lo utilizamos en más de una hora y la pantalla a partir de los 20 minutos.
Automóvil y movilidad sostenible
El etiquetado energético de los turismos nuevos debe informar, como mínimo, de la marca, modelo y tipo de combustible; el consumo oficial de carburante expresado en litros por cada 100 Km; la equivalencia en kilómetros recorridos por cada litro de combustible repostado y las emisiones de CO2 expresadas en gramos por Km recorrido.
El consumo energético del sector transporte en Castilla y León representa un 38% del total, siendo uno de los principales responsables de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. El coche, además, representa una buena parte del presupuesto de muchos hogares, por ello es necesario tener una buena información antes de la elección del modelo de automóvil para optar por el vehículo de menor consumo y menos contaminante, además de aprender a realizar una conducción racional e inteligente que prolongue la vida del vehículo y reduzca tanto los costes de mantenimiento como su consumo.
En este sentido, la Junta de Castilla y León ha venido incorporando vehículos energéticamente más eficientes y menos contaminantes (híbridos, de GLP, de gas natural o eléctrico) desde hace casi una década. La propia Administración ha incorporado este tipo de vehículos a sus flotas y ha apoyado la apuesta de las administraciones locales y desarrollado iniciativas pioneras como la implantación de redes de infraestructuras de recarga para los vehículos eléctricos en las principales ciudades, con el fin de facilitar la incorporación de este tipo de vehículos en las ciudades.
Guía para la implantación del vehículo eléctrico
La reciente elaboración de la guía para la implantación del vehículo eléctrico en Castilla y León ha contado con la participación y diagnóstico personalizado de los 21 ayuntamientos participantes, pero, el conductor es fundamental para lograr el mayor ahorro de combustible y el mayor rendimiento del vehículo. La elección adecuada del automóvil, un mantenimiento riguroso y sistemático y una forma de conducir eficiente constituyen factores decisivos para obtener ahorros de combustible y en gastos de mantenimiento de su vehículo.
En esta línea, la Junta de Castilla y León ha facilitado a los ciudadanos la realización de cursos de conducción eficiente de turismos y de vehículos industriales. Además de una conducción segura y eficiente, es fundamental intentar ahorrar combustible y con ello reducir la contaminación atmosférica haciendo uso de las diferentes alternativas existentes al automóvil, por ejemplo la movilidad a pie o en bicicleta, el transporte público o el coche compartido.
El transporte público consume 15 veces menos energía que si los mismos trayectos se hicieran por medios propios. Para promocionar el mismo son esenciales los planes de movilidad. Muchos ejemplos de estos planes existen ya en polígonos industriales y grandes centros de trabajo. La Junta de Castilla y León los ha puesto en marcha en sus consejerías y para el personal del edificio del Ente Regional de la Energía (EREN). Además desarrolla cursos de gestores de movilidad y cuenta con oficinas de movilidad gestoras de este tipo de transporte más sostenible.
Tu ciudad te presta la "bici"
Otra medida con la que se pretenden conseguir ahorros energéticos y reducir la contaminación es el servicio de préstamo de bicicletas en las principales capitales de provincia y de las localidades mayores de 20.000 habitantes. Actualmente están gestionados por los propios ayuntamientos. El desarrollo de las redes de sistemas de préstamo de bicicletas "Tu ciudad te presta la bici" ha conllevado una mayor incorporación del uso de la bicicleta como medio de transporte habitual, el desarrollo de carriles bici y la concienciación tanto de sus usuarios como de los automovilistas.