Nuevas Tecnologías y Accesibilidad

Las Nuevas Tecnologías inciden directamente en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Esta es la principal conclusión del II Informe Tecnología y Discapacidad realizado por Agilent Technologies y la Fundación Adecco, en la que 3 de cada 4 encuestados declaró estar de acuerdo con esta máxima.

Este informe se realiza con el fin de analizar el impacto que las Nuevas Tecnologías, y más concretamente las adaptadas, están teniendo sobre la vida cotidiana y el acceso al empleo de las personas con discapacidad. El informe basa sus conclusiones en una encuesta realizada a 500 personas con discapacidades físicas, sensoriales (auditivas o visuales), intelectuales y psíquicas, residentes en España.

Tecnologías accesibles

AENOR identifica una serie de productos de apoyo para facilitar la vida de las personas con discapacidad, clasificados en la siguiente lista:

En este punto se ha fijado el informe para concretar el grado de uso de estos productos e identificar cuáles son utilizados por cada tipo de discapacidad. De los resultados se desprende que un 60% de las personas con discapacidad utilizan productos de apoyo en su vida cotidiana.

En función de tipo de discapacidad, el grupo que menos adaptaciones utiliza es el de las personas con discapacidad psíquica o intelectual, un 58%; seguido por el de personas con discapacidad física, un 67%. Las personas con discapacidad sensorial son las que más productos de apoyo emplean, un 77%.

La tecnología en la inclusión laboral

Respecto a la relación entre las nuevas tecnologías y el desarrollo de la actividad laboral, el 51% de los encuestados asegura que trabaja gracias a adaptaciones tecnológicas que diariamente utiliza y, en muchos casos, combinadas con tecnologías informáticas convencionales.

En este caso, las personas con discapacidad sensorial vuelven a ser las que más utilizan tecnologías adaptadas, llegando al 61% y seguidas de lejos por las personas con discapacidad física, que utilizan esta tecnología en un 21% y las personas con discapacidad intelectual, con un 5%.

La brecha tecnológica

En “la otra cara de la moneda” sitúa este informe el peligro de la llamada “brecha digital”, que puede suponer un freno en el modelo de desarrollo generado, precisamente, por la evolución tecnológica que permite eliminar fronteras, comunicarnos con inmediatez con la otra punta del planeta y compartir cultura y modos de vida de un modo fácil y rápido.

Sin embargo, los sectores que permanecen ajenos al uso de las TIC, permanecen también ajenos a ese modelo de desarrollo y los beneficios que puede reportar en su vida diaria. El término brecha digital suele identificarse con países subdesarrollados o con el cuarto mundo (bolsas de pobreza dentro de los países desarrollados), no obstante, según recoge el estudio, también afecta de un modo específico a las personas con discapacidad.

Concretamente, un 69,1% de los encuestados encuentra barreras en el acceso y utilización de las TIC. En la mayor parte de los casos (34,8%), estas barreras son de índole económica, seguido de un 17,4% que encuentra obstáculos por diseños poco intuitivos que dificultan o imposibilitan el empleo de estas herramientas. Por su parte, un 14% encuentra barreras debido a la falta de accesibilidad de las TIC, que no cuentan con adaptaciones para su discapacidad. Por último, un 2,8% declara encontrar otro tipo de barreras.

Dependencia y accesibilidad

El informe sostiene que la falta de accesibilidad puede crear situaciones de dependencia injustificadas, tal como afirma Francisco Mesonero, Director General de la Fundación Adecco: “Al fin y al cabo, en pleno siglo XXI ya no podemos hablar de personas discapacitadas, sino de entornos que discapacitan a las personas por falta de accesibilidad o desconocimiento”.

Desde Agilent Technologies España apuestan por la tecnología para aminorar esa situación de dependencia, como muestra su Directora de Recursos Humanos, Judith Contreras: “Las personas con discapacidad nos demuestran cada día que tener una discapacidad no es el fin del mundo y que existen multitud de razones para sonreir. Y lo cierto es que las Nuevas Tecnologías contribuyen a ello, convirtiéndose en un importante aliado para facilitar y normalizar su vida (y también la nuestra)”.

En este sentido, las nuevas tecnologías pueden cobrar gran relevancia para impulsar soluciones que fomenten la autonomía e independencia de las personas con discapacidad, esta es la línea en la que se mueve la propuesta “Diseño Universal” de la Unión Europea, basada en las siguientes siete pautas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de desarrollar productos y servicios:

  1. Equidad de uso: diseño usable y comercializable para todas las personas, sin caer en la estigmatización o resultar discriminatorio.
  2. Flexibilidad de uso: diseño adaptado a las preferencias, capacidades y ritmo de cada individuo.
  3. Simplicidad y diseño intuitivo: el diseño debe ser sencillo de entender, independientemente del grado de experiencia de uso o el nivel cultural.
  4. Información perceptible: el diseño debe transmitir la información necesaria de forma eficaz, combinando diferentes modos: táctil, sonoro, eléctrico, pictográfico, etc.
  5. Tolerante al error: debe minimizar el riesgo o los problemas derivados de acciones accidentales o malintencionadas.
  6. Bajo esfuerzo físico: el diseño debe permitir que el usuario mantenga una posición natural del cuerpo, minimizando las acciones repetitivas.
  7. Espacio suficiente de aproximación y uso: el diseño debe tener las dimensiones adecuadas para permitir su manipulación, independientemente del tamaño, postura y movilidad del usuario.

La anterior ilustración muestra las tecnologías adaptas más utilizadas en el entorno laboral por personas con discapacidad.

Conclusiones

El informe concluye con una serie de ideas que podemos resumir en los siguientes puntos:

Puedes ver el informe completo en el enlace de abajo desde nuestra Biblioteca.

 
 
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