La integración y la seguridad, factores clave en el transporte de personas con discapacidad.

El pasadon 3 de diciembre se celebró el Día Internacional de la Discapacidad.

Rehatrans, empresa de adaptación de vehículos para personas con movilidad reducida, reclama especial atención en la utilización de medidas de seguridad.

Según una encuesta realizada por Rehatrans entre sus clientes, el 65% de ellos indicaban que en trayectos cortos no usaban el cinturón de seguridad, por lo que concienciar sobre el uso del cinturón y anclajes es tarea pendiente.

Según los últimos datos publicados por el INE, en España hay 3.850.000 residentes en hogares que afirman tener alguna discapacidad o limitación. El 67,2% de estas personas presentan limitaciones para moverse. De ellas, tan sólo un 4,6% dispone de vehículo propio adaptado.

El trasporte para personas con movilidad reducida debe considerarse como un servicio para el ciudadano. Empresas como Rehatrans, dedicada a la adaptación de vehículos para personas con movilidad reducida en España, luchan por facilitar la vida de este colectivo, poniendo a su disposición soluciones basadas en la integración, la seguridad y el confort.

En España no existe una regulación que homologue las sillas de ruedas en cuestiones de seguridad para el transporte dentro de un vehículo. Este factor es de suma importancia ya que, en caso de impacto, la silla puede romperse por la fuerza del golpe. A pesar de no existir una normativa al respecto, existen múltiples modelos certificados por sus fabricantes como aptos para el transporte. Elegir el adecuado puede salvar vidas o evitar lesiones mayores en caso de accidente.

Hasta 2004, los pasajeros que iban en silla de ruedas sólo tenían la obligación de colocarse el cinturón de seguridad abdominal que les sujetaba por la cintura, algo no permitido para pasajeros que viajan en cualquier vehículo, por la peligrosidad de este tipo de sujeción en caso de impacto. En 2004 se estableció la obligatoriedad de viajar con el cinturón de seguridad de tercer punto. Sin embargo, no será hasta 2012 cuando se instaure la obligatoriedad de colocar el cinturón de tercer punto regulable en altura. Hoy por hoy, al instalarse de manera estándar, algunos viajeros situados en silla de ruedas se encuentran con que el cinturón no les pasa por el hombro sino delante de la cara o incluso por encima de su cabeza, dependiendo de su altura.

Las malas prácticas en las que se incurren con frecuencia pueden poner en peligro, no sólo a quien viaja en silla de ruedas, sino también al resto de pasajeros del vehículo. En caso de accidente si una persona que viaja en silla de ruedas no va anclada correctamente no sólo correría peligro su integridad física, sino también la del conductor, ya que el peso de una silla de ruedas más el de su ocupante chocando a 60 kilómetros por hora contra el asiento delantero podría causar la muerte de su conductor, por aplastamiento.

Los vehículos adaptados para el transporte de personas con movilidad reducida deben incorporar no sólo sistemas de retención de la silla de ruedas sino también del ocupante de la misma y deben estar homologados bajo ensayos según directivas europeas y la directiva española UNE 26494

Uno de los principales objetivos de Rehatrans es conseguir que las personas con movilidad reducida estén totalmente integradas con el resto de pasajeros cuando viajan. Por este motivo, la adaptación de los vehículos se realiza de tal forma que la silla de ruedas quede al mismo nivel que el resto de asientos consiguiendo así la máxima integración, en lugar de quedar relegados a un espacio diferente y aislado del resto.

La accesibilidad es parte fundamental de la movilidad sostenible.

 
 
Patrocinio Plata
Patrocinio Bronce
Salir de la versión móvil