Los fabricantes de automóviles europeos han definido un conjunto de recomendaciones para estandarizar la carga de vehículos eléctricos recargables. La propuesta conjunta de la industria permitirá el uso de un tipo de enchufe que sea independiente de la marca del vehículo, del proveedor de electricidad o de un país.
"Este es un paso importante hacia la introducción más amplia de vehículos eléctricos recargables en Europa, y allana el camino hacia una solución armonizada en todo el mundo", dijo Ivan Hodac, secretario general de ACEA, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles. "Hacemos un llamada a la Comisión Europea, los organismos de normalización y los proveedores de infraestructuras para la adopción de estas recomendaciones y para despejar las cuestiones pendientes tan pronto como sea posible."
La estandarización de la conexión entre la red eléctrica y los vehículos eléctricos recargables es uno de los requisitos previos para ayudar a los e-mobility a obtener una cuota de mercado viable. En la actualidad, se utiliza una variedad de soluciones dando lugar a una fragmentación del mercado en toda Europa y en el extranjero.
Las recomendaciones de la industria cubren todo el enlace entre la infraestructura de carga pública y la entrada del vehículo, incluyendo la comunicación entre los dos, y la carga lenta y rápida de corriente continua o alterna. Tan pronto como sea aprobado por los organismos pertinentes, los fabricantes de vehículos iniciarán la integración de la aplicación uniforme de sus ciclos de producción. La industria automotriz defiende la plena aplicación del estándar en vehículos nuevos a partir de 2017.
Una norma única para la carga de los vehículos beneficiará a todas las partes implicadas: la industria automotriz, el consumidor y el proveedor de infraestructura. "La normalización ofrece previsibilidad a los inversores, permite economías de escala y reduce los costes. También hemos conseguido una solución que cumple con los más altos estándares de seguridad y es fácil de usar", dijo Hodac.
La mayoría de los actores asumen una cuota de mercado real de electricidad a cargo vehículos del orden del 3 a 10% de las ventas para el año 2020 hasta 2025, dependiendo de lo rápido que los retos más inmediatos se pueden resolver.