City Protocol tiene como objetivo definir un marco global de cooperación entre ciudades, industrias e instituciones, con el fin de abordar los desafíos urbanos de forma sistémica en ámbitos como la sostenibilidad, la autosuficiencia, la calidad de vida, la competitividad y la participación ciudadana.
Más de 30 ciudades, además de organizaciones y universidades, han participado en una reunión internacional organizada por el Ayuntamiento de Barcelona, GDF SUEZ y Cisco para poner en marcha y acordar posturas en relación a los criterios para la creación del City Protocol, el primer sistema de certificación para ciudades inteligentes, que podrá ser puesto en práctica por cualquier ciudad del mundo.
El evento, que tuvo lugar en Barcelona bajo el título Construir Mejores Ciudades Juntos, se centró en la simplificación de la metodología detrás de la creación de un modelo de innovación urbana basado en la definición de estándares, integración de plataformas y tecnología y desarrollo de soluciones. Todo ello ayudará a asegurar el uso eficiente de los recursos, así como la sostenibilidad económica, social y ambiental de las ciudades inteligentes.
City Protocol será presentado en la Expo de SmartCity, que tendrá lugar en Barcelona del 13 al 15 de noviembre.
La iniciativa forma parte del acuerdo firmado por Cisco y el Ayuntamiento de la Ciudad de Barcelona el pasado mes de marzo. Este acuerdo contempla varios proyectos estratégicos, como la plataforma Cisco ® Smart+Connected Communities™, que tiene como uno de sus principales propósitos ayudar a Barcelona a convertirse en un modelo de referencia para el desarrollo urbano sostenible.
Claves de la Convocatoria
- Hay una creciente necesidad de un cambio radical en la planificación urbana para acelerar la transformación de las ciudades y City Protocol establecerá el marco para lograrlo.
- City Protocol es un marco de trabajo abierto, global y progresivo que permite a todas las ciudades del mundo evaluar y mejorar sus características en materia de sostenibilidad ambiental, competitividad económica, calidad de vida y servicios urbanos mediante la innovación y la demostración de nuevos modelos de liderazgo, nuevas formas de participación ciudadana y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
- City Protocol incluirá informes, normas, sistemas de certificación, definición de servicios, mejores prácticas y recomendaciones para convertir las ciudades en entornos más innovadores y sostenibles. Esto será posible gracias a la utilización de tecnologías en diferentes campos, incluyendo la información, la comunicación, la energía, la movilidad, la construcción y la gestión de residuos. Los gobiernos, los ayuntamientos, los planificadores y los desarrolladores que buscan transformar los centros urbanos en ciudades inteligentes podrán poner el protocolo en práctica.
- Considerada como una ciudad innovadora e inteligente, Barcelona ha sido la fuerza impulsora del proyecto, siendo un ejemplo de un modelo real de ciudad que ha desarrollado soluciones inteligentes.
Un entorno abierto a la participación
De la misma manera que el Internet Protocol conforma el desarrollo original de Internet, City Protocol será analizado y desarrollado a nivel internacional, estableciendo un protocolo evolutivo basado en el acuerdo de una comunidad global. Asimismo, aportará beneficios entre y dentro de las ciudades, abordando el desarrollo urbano de una manera sistémica integrada.
Una organización sin fines de lucro, llamada City Protocol Society, será creada con el objetivo de garantizar la participación abierta. Seguirá el modelo de la Internet Society y estará representada por las universidades, centros de investigación, empresas y ciudadanos de diferentes ciudades. Sus objetivos son definir, desarrollar y promover City Protocol.
Las ciudades se beneficiarán de su participación mediante el logro de mejoras reales; las empresas entenderán mejor la estructura y la gestión de las ciudades a fin de colaborar con ellas; y las instituciones educativas, los centros de investigación, así como las organizaciones sin ánimo de lucro podrán estudiar con mayor precisión los problemas urbanos y proponer soluciones.