En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) 2025, celebrada del 10 al 21 de noviembre en Belém (Brasil), un total de 195 partes han adoptado el Paquete de Belém. Las 29 decisiones aprobadas por consenso incluyen acuerdos sobre temas como la transición justa, la financiación para la adaptación, el comercio, el género y la tecnología, renovando el compromiso colectivo con una acción acelerada y un régimen climático más conectado con la vida de las personas.

Las decisiones aprobadas en el Paquete de Belém incluyen el compromiso de triplicar la financiación para la adaptación para 2035, lo que destaca la necesidad de que los países desarrollados impulsen significativamente la financiación climática para las naciones en desarrollo. Además, las partes concluyeron la Hoja de Ruta de Adaptación de Bakú, que aprueba y establece el trabajo para el período 2026-2028, hasta el próximo Balance Global del Acuerdo de París.
Las partes aprobaron un mecanismo de transición justa que prioriza a las personas y la equidad en la lucha contra el cambio climático. La iniciativa busca fortalecer la cooperación internacional, la asistencia técnica, el desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos, y generar transiciones justas, equitativas e inclusivas.
Entre otros textos, los países adoptaron la Decisión Mutirão, que reafirma la determinación de fortalecer la ambición colectiva con el tiempo para pasar de las negociaciones a la implementación ahora que el Acuerdo de París y sus ciclos están en plena marcha.
Concretamente, dos mecanismos de implementación contribuirán a acelerar este proceso: el Acelerador de Implementación Global, una iniciativa colaborativa y voluntaria lanzada bajo el liderazgo de las Presidencias de la COP30 y la COP31 para apoyar a los países en la implementación de sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) y Planes Nacionales de Adaptación (NAP); y la Misión de Belém hacia el Objetivo 1.5: una plataforma orientada a la acción en el marco de la COP29-COP31 para fomentar una mayor ambición y cooperación internacional en materia de mitigación, adaptación e inversión.
Configuración de una nueva economía climática
Los resultados consolidan a Belém como COP de Implementación. Más de 122 países presentaron NDC nuevas o actualizadas, un paso decisivo hacia la configuración de una nueva economía climática.
A través de la Agenda de Acción de la COP30, se convirtió el Balance Global en una guía para la acción climática multisectorial, uniendo a ciudades, regiones, empresas, inversores, la sociedad civil y naciones. Se anunciaron alrededor de 120 Planes para Acelerar Soluciones que promueven un cambio real, abarcando iniciativas centradas en los sistemas energéticos, bosques, océanos y la vida cotidiana de las personas.
Además, entre otras cuestiones, se anunció la creación de las Hojas de Ruta de Belém, dos iniciativas para impulsar y movilizar estrategias y acciones concretas para implementar el Balance Mundial. Se trata de la Hoja de Ruta para los Bosques y el Clima y la Hoja de Ruta para la Transición hacia el Abandono de los Combustibles Fósiles. La primera busca reunir a las partes interesadas para debatir cómo detener y revertir la deforestación, mientras que la segunda abordará los desafíos fiscales, económicos y sociales de la transición, señalando maneras creíbles de ampliar las opciones de cero emisiones y bajas emisiones de carbono, considerando las circunstancias nacionales y regionales.
Financiación climática
La COP30 marcó un paso adelante en la remodelación de la arquitectura financiera internacional para alinearse con la urgencia y la escala de la crisis climática. Las partes tomaron nota de la Hoja de Ruta de Bakú a Belém hacia 1.3T, un marco construido en colaboración con la Presidencia de la COP29 para escalar los flujos de financiación climática a al menos 1.3 billones de dólares USD anuales para 2035, con un fuerte enfoque en la movilización público-privada y un mejor acceso para los países en desarrollo.
Además, la COP30 también lanzó el Marco Global de Responsabilidad de Financiación Climática para fortalecer la transparencia, la credibilidad y la confianza.
De cara al futuro, la Presidencia de la COP30 reafirmó su compromiso de aprovechar el impulso de Belém para alcanzar hitos futuros, mediante un enfoque continuo en la ejecución en todas las vías, una mayor coherencia entre los resultados de las negociaciones y la implementación práctica, y una cooperación más profunda, basada en el espíritu inclusivo del Mutirão Global.