Los hallazgos y reflexiones del mapeo de prácticas de ciudad de 15 minutos, encargado por la asociación europea Driving Urban Transitions (DUT), se compartieron en un webinar el pasado 30 de abril. La publicación refleja una adopción global generalizada del concepto de ciudad de 15 minutos, especialmente en Europa, y prácticas comunes como el impulso de la movilidad peatonal, las bicicletas, los vehículos menos contaminantes, la pacificación de entornos escolares y las zonas verdes, todo esto con una amplia participación ciudadana.

El concepto de ciudad de 15 minutos permite que la población de todos los barrios pueda satisfacer la mayoría de sus necesidades cotidianas en un trayecto máximo de un cuarto de hora. Así, la ciudadanía tiene en las inmediaciones de su domicilio acceso al transporte público, bibliotecas, centros hospitalarios y educativos, zonas verdes, supermercados, ocio, etc. Con este modelo urbano, se busca aumentar las oportunidades para aportar beneficios para la salud y el bienestar de las personas, la equidad y la adaptación al cambio climático.
En este contexto, la Universidad Técnica de Múnich y las universidades de Westminster y de Oporto han trabajado en la recopilación, descripción y análisis de ejemplos entre mayo de 2023 y abril de 2024, por encargo de la asociación europea DUT. Para ello, se han basado en una revisión de publicaciones académicas, encuestas a expertos y búsquedas online.
El mapa elaborado ofrece una visión general del concepto de ciudad de 15 minutos, estrategias, políticas, casos de estudio y 414 prácticas de 98 ciudades, centradas en las áreas de movilidad urbana sostenible, planificación y espacios urbanos centrados en las personas, gobernanza urbana para la transición de la movilidad, y logística inteligente, producción y servicios.
Barcelona acumula 34 prácticas de ciudad de 15 minutos
Las urbes españolas incluidas en el documento son Pontevedra, Vitoria-Gasteiz, Valladolid, Barcelona, Valencia y Sevilla. En cuanto a las ciudades con un mayor número de prácticas identificadas, se trata de Barcelona, con 34; Melbourne (Australia), con 24; y París (Francia), con 19.
La mayoría de las prácticas, un 38%, están asociadas al área de acción de planificación y espacios urbanos centrados en las personas, que incluye medidas para convertir espacios reservados para los vehículos en zonas verdes y públicas. Le sigue el área de movilidad urbana sostenible, con un 33%, que contiene prácticas para impulsar la movilidad peatonal y el transporte público, los carriles y estacionamientos para bicicletas, así como los hubs de movilidad intermodal.

Por su parte, el área de gobernanza urbana engloba el 22% de las prácticas, dirigidas a la participación ciudadana, la experimentación y la puesta en marcha de proyectos piloto. El área de logística, que representa tan solo el 7% de las prácticas, incluye la promoción de los negocios locales y el desarrollo de logística urbana sostenible mediante iniciativas como el uso de bicicletas y de vehículos eléctricos para las entregas de última milla.
El análisis muestra el proyecto Supermanzana de Barcelona, que consiste en la fusión de nueve manzanas de la ciudad, dentro de las cuales el tráfico está restringido a los residentes y se prioriza la movilidad peatonal y ciclista. Así, una parte significativa del espacio vial se puede reutilizar para la creación de nuevas plazas, espacios verdes e infraestructura para viandantes y bicicletas.
Otro ejemplo es la implementación de la estrategia de barrios de 20 minutos de Melbourne, que comenzó con tres programas piloto en 2018 en tres suburbios. Se estudiaron las necesidades de infraestructuras peatonales y se diseñaron vías más seguras, especialmente para las personas mayores, con la ayuda de la población local a través de procesos de participación ciudadana.

En cuanto a la estrategia de Valencia, prioriza los desplazamientos a pie y en bicicleta en la planificación urbanística, contempla mejoras en los espacios públicos mediante la peatonalización del centro histórico y los núcleos de los barrios, la descentralización de los servicios, procesos de participación ciudadana y un proyecto piloto de distrito de 15 minutos en el barrio de Nazaret. Además, monitoriza el progreso midiendo el porcentaje de población con acceso a las principales actividades cotidianas a tan solo unos minutos de su domicilio.
Otras prácticas analizadas son las de Milán, entre las que figura la puesta en funcionamiento de nuevos carriles bici y de calles con un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora; mientras que Pontevedra y Barcelona aparecen como historias de éxito de transición hacia una movilidad más sostenible.
Análisis profundo de seis casos de estudio
El mapeo también realiza un análisis profundo de seis casos de estudio. Bolonia (Italia) ha puesto el foco en la descentralización de servicios y el compromiso ciudadano. Para ello, se han impulsado los barrios como bienes comunes y los espacios urbanos comunitarios. Entre sus mejores prácticas, destaca Bologna Città 30, una iniciativa que incorpora nuevas zonas verdes y peatonales, carriles bici y un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora para lograr una ciudad más segura y habitable. También ha puesto en marcha repartos con vehículos que minimizan el impacto medioambiental y agentes de proximidad para promover la participación ciudadana.
En el caso de Edimburgo (Escocia), se han abordado los desafíos sociales para mejorar el bienestar y la inclusión de la comunidad, con un enfoque basado en el lugar y una estrategia a largo plazo, teniendo en cuenta la accesibilidad de la movilidad y el apoyo a los colectivos más vulnerables. Así, ha implementado barrios de 20 minutos, en los que los principales servicios se encuentran a tan solo a unos minutos a pie.

La fortaleza de Gante (Bélgica) reside en su compromiso continuo con las políticas verdes durante más de 20 años. Se ha centrado en los modos de transporte activos, la provisión de servicios locales y la reducción del tráfico de coches. Lo ha hecho mediante ejes verdes, un plan de circulación y planes de movilidad, entre otras cosas.
Por su parte, Lisboa (Portugal) ha simplificado el proceso de gobernanza y ha hecho hincapié en los desplazamientos peatonales y en bicicleta, poniendo a la ciudadanía en el centro. Entre sus mejores prácticas, ha construido una plaza en cada barrio y jardines comunitarios.

En cuanto a París (Francia), integra el concepto de ciudad de 15 minutos en su planificación urbana a largo plazo para que su impacto continúe durante los próximos 10-15 años. Ha apostado por un enfoque multidimensional y la proximidad de los servicios a través de medidas como un programa de parques infantiles, políticas de estacionamiento, calles escolares y un pacto por la proximidad. Su plan se basa en cuatro pilares: desarrollo de barrios de uso mixto a través de edificios multiusos, redistribución del espacio público, apoyo a la economía local y compromiso ciudadano.
Por último, Viena (Austria) ha reorientado su planificación urbana hacia la descentralización, la revitalización de los barrios y la transformación del espacio público. El transporte público es la columna vertebral de su proyecto y también ha prestado atención a la logística inteligente. En este sentido, su proyecto Supergrätzl es una adaptación de la Supermanzana de Barcelona.
Hallazgos clave y recomendaciones
En definitiva, el mapeo encargado por la asociación europea DUT revela una amplia adopción del concepto de ciudad de 15 minutos, especialmente en Europa, aunque con diferencias en su aplicación.
Además de la proximidad física de los principales servicios, la publicación señala que es necesario abordar de manera más sólida la participación y los elementos sociales para un mayor bienestar de la ciudadanía. Igualmente, recomienda empezar a construir las ciudades de 15 minutos por las proximidades de los centros escolares, como en muchos de los ejemplos del mapa, transformando el entorno y convirtiendo las escuelas en espacios multifuncionales. Esto es especialmente importante en el contexto actual de escasez de espacio urbano disponible.

De la misma manera, insta a reasignar parte del espacio que ocupan los automóviles a otros medios de transporte y a crear estrategias innovadoras referentes a la logística urbana y a las zonas de producción y servicios.
El documento también subraya la complejidad y la naturaleza evolutiva del concepto de ciudad de 15 minutos y enfatiza la importancia de la integración social, las soluciones innovadoras y la gobernanza colaborativa para su implementación efectiva. Asimismo, menciona la utilización de herramientas tecnológicas para la recopilación de datos y una correcta monitorización.