Comunicación presentada al V Congreso Ciudades Inteligentes
Autor
- Agustin Argelich Casals, Principal Consultant, Argelich Networks
Resumen
Intelligent Community Forum (ICF) es un Think Tank que ayudar a las comunidades, urbanas o rurales, a utilizar las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para crear prosperidad inclusiva, superar los desafíos sociales, mejorar su gobierno y enriquecer la calidad de vida de sus habitantes. ICF desarrolla 6 aspectos: economía de la banda ancha, innovación, trabajadores del conocimiento, igualdad digital, sostenibilidad y liderazgo. Transmite ideas muy positivas sobre cómo construir una sociedad moderna, plural y abierta. A pesar de los movimientos proteccionistas y reaccionarios que se observan en diferentes lugares, creemos que la colaboración, las redes y la interdependencia son esenciales para generar prosperidad.
Palabras clave
Smart Cities, Comunidades Inteligentes, Transformación Digital, Liderazgo, Equidad, Sostenibilidad
Introducción
Podríamos definir una Smart City, como una ciudad que despliega y utiliza tecnología, principalmente digital, para conseguir que su gestión sea cada día más eficiente. Por ejemplo, para que el tráfico sea más fluido, para reducir la contaminación, mejorar la seguridad, optimizar el coste de los servicios que presta al ciudadano, en definitiva, para que funcione, desde un punto de vista “técnico”, mejor. Con ser este un planteamiento loable, correcto y deseable, el think tank Intelligent Community Forum (ICF), se plantea si es esto suficiente, si es este el verdadero objetivo final de una comunidad urbana o rural. ¿No deberíamos ser mucho más ambiciosos?
ICF considera que el verdadero objetivo debe ser construir no solo ciudades o pueblos que funcionen mejor sino lugares donde se viva mejor, donde los ciudadanos, puedan desarrollar todas sus capacidades y prosperar económica y humanamente, donde las empresas creen puestos de trabajo y expandan sus actividades.
Se propone un enfoque centrado en las personas para construir, gracias a las herramientas tecnológicas, comunidades más habitables.
Por ello ICF a lo largo de 20 años de trabajos con ciudades de todo el mundo y con los institutos de investigación de ICF Taiwan (Chung Hua University) y de la ciudad de Dublín en Ohio (USA), ha diseñado una metodología basada en desarrollar seis indicadores:
- Infraestructuras inteligentes (Smart Infrastructure). Comunidades que despliegan las infraestructuras que precisan para su desarrollo. Se incide especialmente en las infraestructuras digitales. La red de telecomunicaciones como sistema nervioso que interconecta, tanto los distintos órganos del cuerpo social, como los diferentes elementos que hacen funcionar la ciudad.
- Talento y trabajadores del conocimiento. (Talent & Knowledge Workforce) Una comunidad que prima la educación, que entiende que el aprendizaje no tiene límite, que es infinito. Este es el concepto en el que este año está trabajando este grupo. Una comunidad que es capaz de crear talento, mantenerlo y atraerlo. Una comunidad con fuerza de trabajo preparada, cualificada y dignamente remunerada.
- Sostenibilidad y Resiliencia (Sustainability & Resiliency). Una comunidad sostenible y resiliente, que sabe mantener el legado espiritual, intelectual, material y medioambiental que recibe. Una sociedad que sabe resarcirse de las crisis y refundarse.
- Ecosistema innovador (Innovation Ecosystem). Una comunidad innovadora, que investiga, desarrolla e implanta nuevas soluciones más eficientes, que optimizan el uso de los recursos, no malgastan tiempo ni energía.
- Igualdad e Inclusión (Digital Equality & Inclusion) una comunidad con igualdad de oportunidades, entendida como la capacidad de ofrecer a sus ciudadanos el acceso a los medios que precisan para desarrollar sus talentos en beneficio de toda la sociedad. No una sociedad en que todos somos iguales, porque no lo somos.
- Gobernanza (Advocacy & Good Governance). Una comunidad inteligente es una comunidad bien gobernada, bien liderada.
Infraestructuras inteligentes
La infraestructura es la base de la competitividad económica. Es obvio que se precisan redes de transporte, suministro eléctrico, agua, gas, etc. Pero también precisan para desarrollar la economía digital redes de banda ancha, fija (fibra óptica) y móvil (5G) en todo el territorio. Hay que conseguir que la banda ancha esté disponible en todos los lugares y para todos los ciudadanos, incluyendo los mercados de baja densidad y bajos ingresos que no ofrecen al sector privado oportunidades de inversión atractivas. Los gobiernos locales deben involucrase, brindar apoyo político, e incentivar el uso y despliegue de las redes, asumiendo que es un camino hacia la prosperidad y una mayor participación ciudadana. Debe evitarse pensar que con Internet solo se trata de descargar música o de jugar en línea.
El Foro ha identificado, en las comunidades que ha estudiado, cinco enfoques:
- Política de desarrollo. Dentro de su marco legal, facilitan el despliegue de la red, mediante incentivos fiscales, subvenciones, o regulación, como políticas de derechos de utilización (o de paso) de las canalizaciones o infraestructuras físicas existentes. Disponen de inventarios de las redes existentes e identifican los puntos débiles.
- Redes para el gobierno. Los gobiernos locales y regionales son grandes usuarios de las comunicaciones y, en general, pueden plantearse construir redes privadas para su propio uso. Para reducir costos y obtener nuevas prestaciones, construyen o contratan redes de alta capacidad que unen todas las oficinas gubernamentales, escuelas, bibliotecas, hospitales y restantes instalaciones públicas. Al realizar estas inversiones en redes y servicios, los gobiernos se convierten en un usuario clave y estimulan la demanda de servicios de banda ancha.
- Asociaciones Público-Privadas. En otros casos, el gobierno pone la mira en la construcción de una red de acceso público en colaboración con empresas privadas que la despliegan u operan. Las asociaciones público-privadas toman muchas formas, limitadas solo por la imaginación y el marco legal. Algunas comunidades emiten bonos municipales para financiar la construcción de una red, que arriendan a operadores privados, con los pagos del arrendamiento cubren la deuda. Se trata de impulsar la construcción de redes que el sector privado no puede justificar por sí solo.
- Fibras oscuras y redes abiertas o neutras (OAN – Open Access Networks). Otra variación en la estrategia de despliegue aprovecha el control de la administración sobre carreteras y calles y los derechos de paso. En estas comunidades, el gobierno deja de otorgar permisos a los operadores para tender cable o fibra y, en cambio, construye su propio sistema de conductos y coloca «fibra oscura» en toda la red. A continuación, alquila el acceso a la fibra a las operadoras. La administración fija el precio del arrendamiento para cubrir sus costos de construcción y mantenimiento y rentabilizar la inversión. En algunos casos, los municipios van un paso más allá al crear una plataforma de administración de «red abierta» o “iluminada” (bit streaming) que permite a los operadores proporcionar servicios casi instantáneamente, lo que fomenta la competencia y la innovación.
- La competencia directa. La opción más agresiva que puede adoptar una comunidad es invertir fondos públicos en la constitución de un operador público de banda ancha, en la construcción de una red y en la prestación de servicios a clientes externos. El gobierno local generalmente toma este camino después de que los intentos repetidos de interesar a los operadores privados para que modernicen la red han fracasado por falta de rentabilidad. Para los municipios puede ser suficiente con que los ingresos permitan cubrir los costos de capital y de operación, y por ello les es fácil de justificar, en especial, si ya son propietarios y operan servicios de agua, gas o electricidad, como sucede en muchas pequeñas comunidades rurales.
Las comunidades inteligentes de todo el mundo quieren lo mismo: facilitar a sus ciudadanos y a las empresas el acceso a la red de banda ancha a un precio competitivo, que puedan pagar sus ciudadanos.
Economía del conocimiento
El término «trabajo de conocimiento» (“Knowledge Work”) fue acuñado por el consultor de gestión empresarial Peter Drucker, quien pronosticó en 1973 que, en dos décadas, sería imposible mantener un estilo de vida de clase media trabajando con las propias manos. El comentario profético de Drucker manifestó que el mundo que conocíamos estaba cambiando. Iban a surgir los «trabajadores del conocimiento» (Knowledge Workforce).
En la última década del siglo XX y la primera década del XXI, hemos visto la predicción de Drucker hecha realidad. Hoy en día, todos los empleos deseables en las economías industrializadas, y también cada vez más en las economías en desarrollo, requieren un mayor componente de conocimientos que en el pasado. Es mediante la aplicación de conocimientos y habilidades especializadas que los empleados agregan suficiente valor a lo que hacen para justificar el costo de emplearlos. En un futuro muy cercano, cualquier empleado cuyo «valor añadido» no exceda su costo salarial va a ser reemplazado, tarde o temprano, por software y/o hardware. La mejora y la formación continua es la única ruta hacia la prosperidad personal.
Las comunidades inteligentes deben ser capaces de crear una fuerza laboral cualificada para la economía digital y del conocimiento, tanto para la industria, como para la investigación, el comercio y los centros de interacción con clientes, la industria agroalimentaria o para sedes corporativas.
Para ello la educación es la clave del éxito, empezando en la infancia y continuando a lo largo de toda la vida, desde preescolar pasando por escuelas secundarias, universidades técnicas, escuelas de posgrado y sobre todo formación continua.
Los gobiernos locales controlan solo algunos de estos activos, por lo que deben buscar oportunidades para colaborar con otros actores, otros niveles de gobierno, empresas e instituciones. Es muy posible que tenga que trabajar con socios de fuera de la región y motivarles para llevar activos educativos, desde programas de enriquecimiento hasta campus satelitales, a la comunidad. Deben estar abiertos a soluciones de e-learning.
La colaboración entre el mundo educativo y la empresa debe ser permanente y muy estrecha. La empleabilidad de los ciudadanos es vital. La prosperidad de la comunidad depende de ello. Hay que preparar a los estudiantes para que hagan carrera en las industrias líderes y emergentes de la comunidad.
No solo hay que crear el talento, hay que mantenerlo y atraerlo. Los trabajadores del conocimiento aspiran a una buena calidad de vida y la comunidad que les acoge debe brindársela. Debido a que tienen habilidades, están dispuestos a moverse en busca de mejores oportunidades para desarrollarlas y para incrementar su bienestar. Las comunidades inteligentes invierten en activos físicos y digitales (por ejemplo, gobierno electrónico) que mejoran su calidad de vida y brindan facilidad y comodidad a los ciudadanos y las empresas en sus tratos con el gobierno. La inversión inteligente y la implementación inteligente de estos programas pueden hacer que incluso las comunidades pequeñas y remotas sean altamente competitivas en la batalla mundial por el talento.
Innovación
La economía digital y del conocimiento es una economía impulsada por la innovación. El economista Robert Solow ganó el Premio Nobel en 1987 por demostrar que el 80% de todo el crecimiento económico proviene del desarrollo y del uso de la tecnología. Ya en los 20 años comprendidos entre 1980 y 2000, todo el crecimiento neto del empleo estadounidense provino de empresas con menos de cinco años de vida. El investigador del Massachusetts Institute of Technology, David Birch, denomina como «gacelas» a las relativamente pequeñas nuevas empresas, ágiles, agresivas y con grandes ambiciones, que soportan el crecimiento económico sobre el cual se alimenta el resto de la economía local.
Las comunidades inteligentes son capaces de constituir un ecosistema adecuado para alojarlas, que entre otras debe tener las siguientes características:
- Un marco fiscal adecuado, una start-up no puede tener el mismo tratamiento fiscal que una empresa consolidada. Esto es especialmente importante a la hora de la valoración de la empresa cara a la captación de capital.
- Un marco laboral adecuado, especialmente flexible.
- Un triángulo de Innovación o «Triple Hélice». Las comunidades inteligentes persiguen la innovación a través de una relación entre empresas, gobiernos o administraciones e instituciones educativas y de investigación, tales como universidades y hospitales.
- Acceso a financiación. Las “gacelas” necesitan fondos de forma rápida y constante para alimentar su crecimiento, a diferencia de las empresas tradicionales no pueden crecer con el flujo de caja que generan.
- Proteger la propiedad intelectual. Facilitar la obtención y tramitación de patentes.
- Tiene que estar bien comunicada, física, pero especialmente digitalmente, para acceder a los mercados mundiales y también al talento global.
Pero la innovación no solo es necesaria para las nuevas empresas, también afecta a las tradicionales. La obsolescencia técnica o económica de productos, servicios y procedimientos llega de forma repentina y con ciclos de vida cada vez más cortos. La innovación, es decir, la búsqueda de productos y servicios más eficientes y sostenibles es imprescindible para todos. Disponer de un ecosistema y una cultura de innovación es simplemente vital.
Los gobiernos locales inteligentes, ayudan y mucho a construir y mantener un ecosistema innovador, con acciones como:
- Creando y promocionado una cultura de innovación en la comunidad.
- Reduciendo la carga burocrática, simplificando los trámites.
- Las inversiones en tecnología innovadora por parte del gobierno contribuyen a esa cultura y mejoran el servicio a los ciudadanos al tiempo que reducen los costos operativos. Deben desplegar soluciones de gobierno electrónico (e-government). El gobierno electrónico tiene un impacto a nivel local que es a la vez sutil y complejo. El dinero que se gasta localmente en productos, servicios y soporte de TI aumenta la demanda local de los mismos. El gobierno electrónico efectivo también señala a las empresas y a los ciudadanos que la comunidad es un buen destino para la «digitalización». Eleva la «conciencia digital». El gobierno electrónico correctamente ejecutado puede hacer mucho más que ahorrar dinero y mejorar la prestación de servicios. Se convierte en una herramienta robusta de desarrollo económico.
En la economía digital y del conocimiento la clave del éxito está en las personas, no en el producto. Hay que tratarlas bien para que elijan su comunidad y no la abandonen. Si no se retienen y atraen empresas, no hay ciudadanos. Ambos pagan impuestos a la hacienda local. Si no hay ingresos no hay comunidad que pueda prosperar.
Si un país, un estado, una provincia, un ayuntamiento, hace que sea difícil iniciar, mantener o hacer crecer un negocio, como lo hacen muchos de ellos, las empresas gacela se asentarán en otro.
Igualdad digital
La igualdad digital es un principio simple: todos los miembros de la comunidad merecen acceso a las tecnologías digitales y estar capacitados para usarlas.
El explosivo avance de la economía de banda ancha ha empeorado la exclusión de las personas que se encuentran en las periferias de la sociedad, ya sea debido a la pobreza, la falta de educación, los prejuicios, la edad, la discapacidad o simplemente el lugar donde viven. Hay personas para quienes la revolución digital es una carga y no una bendición.
Las comunidades inteligentes promueven la equidad digital porque es ético. También lo hacen por razones eminentemente prácticas. Las personas que están excluidas de la economía y la sociedad cuestan enormes cantidades de dinero en servicios sociales. Al igual que la igualdad misma, la igualdad digital es un ideal que nunca se alcanzará. Pero todos deberían estar interesados en políticas y programas que hagan que la población excluida o con bajos recursos sea la mínima posible.
Las acciones que toman las comunidades inteligentes para promover la igualdad digital son:
- Facilitar el acceso: Brindando computadoras gratis y acceso de banda ancha en instalaciones públicas como bibliotecas, escuelas y oficinas gubernamentales.
- Facilitar la adopción: Introduce programas de subsidio para equipos digitales y conexiones de banda ancha para facilitar su adopción.
- Capacitación: Una computadora y una conexión de banda ancha son inútiles sin las habilidades adecuadas para manejarlas. Los usuarios precisan una alfabetización básica. Los sitios web diseñados para proporcionar información y formación esencial a los ciudadanos deben diseñarse y escribirse acorde con los niveles de alfabetización y con la cultura de las personas a las que se dirigen, cuidando el lenguaje, y mediante imágenes y colores que faciliten su uso y comprensión.
Sostenibilidad
En 2015, ICF agregó un sexto criterio a su lista de indicadores de comunidad inteligente, la sostenibilidad y la resiliencia. Las comunidades inteligentes valoran, cuidan y respetan el legado que han recibido, tanto medioambiental como cultural.
Mejorar los niveles de vida actuales, mientras se mantiene la capacidad de las generaciones futuras para hacer lo mismo, es el núcleo de la sostenibilidad. A lo largo de la historia humana, el crecimiento económico siempre ha involucrado el consumo de más recursos y la producción de más desperdicios. A medida que la humanidad presiona la capacidad del ecosistema para proporcionar recursos y absorber desechos, deben encontrarse formas de continuar el crecimiento, con todos sus impactos positivos, y al mismo tiempo reducir el impacto ambiental de ese crecimiento. Se imponen las soluciones de economía circular.
Cuando las comunidades inteligentes comprometen sus economías a un futuro sostenible, buscan mejorar la calidad de vida local, desde un aire y un agua más limpios hasta un mejor transporte público y una mayor habitabilidad.
Las comunidades que utilizan menos recursos para crear productos y brindar servicios también son más eficientes y productivas, lo cual es clave para continuar mejorando su nivel de vida. A medida que el mundo concentra su atención en controlar el impacto humano en el planeta que nos cobija, la sostenibilidad generará nuevas oportunidades para el avance tecnológico, el crecimiento empresarial y el empleo en industrias verdes.
Las comunidades que hacen de la sostenibilidad ambiental un objetivo compartido generalmente involucran a organizaciones, grupos comunitarios y vecindarios en la promoción de programas y actividades de sostenibilidad. Estos contribuyen al orgullo cívico, la identidad local y los objetivos compartidos. Son capaces de crear una cultura de colaboración innovadora que las impulsa al éxito.
Son comunidades más bien preparadas para afrontar las dificultades y resarcirse de las tragedias y fracasos.
Liderazgo
Lou Zacharilla cofundador del “think tank” considera que el siglo XXI conlleva aparejado un cambio en el concepto de heroísmo. Ya no se sustentará sobre vencedores de luchas, de guerras, ni siquiera sobre los que toman riesgos políticos. Más bien, los nuevos héroes, serán aquellos que restauran las herencias y valores olvidados, aprecian lo que se tiene y saben mantenerlo, construyendo lugares adecuados, comunidades, para que la gente viva, trabaje y prospere material y espiritualmente.
Por tanto, una comunidad inteligente tiene que ser capaz de elegir héroes, definición del siglo XXI, para que la lideren, que sepan crear una sociedad alineada, es decir, que comparta un objetivo común, promoviendo los restantes cinco aspectos mencionados. Esta es la clave del éxito. Se precisan líderes capaces de vencer las tentaciones proteccionistas y aislacionistas y que comprendan que vamos a vivir en sociedades multiculturales, que asuman que la colaboración, las redes y la interdependencia son esenciales para generar riqueza y prosperidad. Lideres que construyan puentes y derriben muros.
Lideres que sean verdaderos servidores públicos que sepan que los nuevos proyectos los desarrollarán equipos multidisciplinares y multiculturales y que entiendan y promuevan la participación ciudadana.
Las principales características del liderazgo en la era digital son:
- Mente abierta. Al igual que Cristóbal Colon, buscar optimizar procedimientos establecidos con mentalidad abierta y pensando en global. Colón buscaba un camino más corto para llegar a la India.
- Imaginación: Toda creación empieza en la mente. La imaginación es poderosa. Como la de Gaudí con la Sagrada Familia.
- Voluntad de innovar. Como el presidente Kennedy, “elegimos ir a la luna no porque es fácil, sino porque es difícil”. Es una tendencia natural resistirse el cambio. A los seres humanos les gusta lo que saben y se sienten reconfortados por ello. El cambio implica una zambullida en lo desconocido, lo que trae incomodidad, ansiedad e incluso miedo real. El líder ayuda a superarla y justifica la necesidad de asumir ese riesgo.
- Alineación: Una sociedad en que los ciudadanos, las empresas, las instituciones están alineadas, tienen un objetivo común, prospera. Una sociedad, una organización de personas alienadas, decae. El líder consigue una sociedad alineada.
- Actitud: el Dr. Viktor Frankl explica que podemos elegir la actitud con la que nos enfrentamos a los retos de la vida. Liderar es ayudar a los demás a elegir la actitud adecuada.
Parafraseando a Tom Peters, una comunidad inteligente, (excelente), no cree en la excelencia, sino en la mejora y en el cambio constante.
El liderazgo, el buen gobierno, es la energía que impulsa a todos los demás elementos de la comunidad inteligente. De alguna manera es el aspecto más complejo y desafiante del desarrollo comunitario, pero es esencial. En un gobierno representativo, si las personas no comprenden los desafíos que enfrentan y la necesidad de adaptarse a esos desafíos, se interpondrán en el camino de la acción. Pero si adoptan una visión de cambio positivo, nada puede detenerlos.
La comunidad que construye una visión única de su carácter y su futuro, de su misión, y promueve de forma adecuada esta identidad, vitaliza el desarrollo económico, la atracción de inversiones y la generación de negocios. A sus propios ojos, su gente ya no vive solo en una comunidad entre cientos de miles. Se encuentran en el mejor lugar para vivir, trabajar, iniciar un negocio, formar una familia y pasar su herencia a la siguiente generación.
Agradecimientos
Agradecemos a John Jung, Lou Zacharilla y Robert Bell, cofundadores del think tank Intelligent Community Forum por su apoyo y sus enseñanzas.
Referencias
- Intelligent Community (2019)