Comunicación presentada al IV Congreso Ciudades Inteligentes:
Autor
- Josep Puigbó Testagorda, Estudiante PhD, Universitat Rovira i Virgili
Resumen
Desde la experiencia de la comunidad LGTBI de Sitges, se presentarán los resultados del proyecto e-spacio: una herramienta digital de generación de datos cualitativos para el debate y la construcción de elementos patrimoniales urbanos. Se trata de una metodología que opera mediante lógicas socio-antropológicas para la patrimonialización de elementos urbanos partiendo de la comunidad. La técnica e-spacio parte de la necesidad de estrategias de turistificación y patrimonialización inteligente que abran espacios digitales para el empoderamiento ciudadano y la gobernabilidad participativa. La propuesta asume una reflexión sobre las necesidades de las crecientes poblaciones urbanas en relación a sus espacios de representación en las ciudades y los thick data.
Palabras clave
Smart Heritage, Patrimonio Urbano, Thick Data, Aplicaciones TIC
El patrimonio en la ciudad inteligente
En la siguiente comunicación se presenta el proyecto e-spacio desarrollado en el marco de la investigación Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial del Penedès del Instituto de Estudis Penedesencs (IEP). Este proyecto se ha llevado a cabo mediante su aplicación con la comunidad gay masculina de la ciudad de Sitges la cual se abordará posteriormente, después de la aproximación teórica a los conceptos básicos mediante los cuales se desarrolla la iniciativa.
La introducción de la lógica Smart en las ciudades contemporáneas supone el replanteamiento y la resignificación del rol del patrimonio en el ámbito urbano. Este hecho también implica reflexionar sobre las relaciones que los y las ciudadanas establecen con éste, así como sus funcionalidades.
En primer lugar, resulta necesario establecer qué se comprende por patrimonio. En este caso, se parte de una concepción antropológica de este concepto, entendido como un conjunto de sistemas de representaciones (Prats, 2005) que al igual que la identidad (Barth, 1976), puede ser el resultado de un proceso doble de adscripción o de autoadscripción.
Esto significa entender los elementos patrimonializados como constructos sociales (Prats, 1998), es decir, productos de la sociedad a los cuales pertenecen y desde los que se construyen. Esta premisa presenta una de las principales problemáticas vinculadas al patrimonio: si este puede ser el resultado de un proceso de adscripción por parte de terceros, ¿cuál es el papel de los y las ciudadanas?
Aquí se defiende que los procesos de patrimonialización contemporáneos tienen que adoptar una lógica de autoadscripción mediante la cuál sean los y las habitantes de las ciudades quienes identifiquen, desarrollen y construyan los elementos que deben enaltecerse como patrimonio colectivo. Decidiendo en este proceso, también, qué objetos deben ser conservados y difundidos como patrimonio.
Siendo conscientes que el patrimonio se vincula estrechamente con la construcción identitaria (Mestre & Prats, 2014), las organizaciones vinculadas a las políticas culturales deben adquirir nuevas técnicas participativas para la investigación, conservación y difusión de los elementos patrimonializados.
Por eso, resulta necesario que en la concepción de una ciudad inteligente se incluya una noción de patrimonio adscrito por la ciudadanía, esto es: desarrollado por y para la comunidad. Esto implica comprender e incorporar en la construcción del patrimonio la agencia de las y los habitantes de la ciudad.
Resulta pertinente explicitar que el proyecto que se presenta a continuación trabaja con un tipo de patrimonio particular, el cultural inmaterial. Este es entendido por la UNESCO como:
“El patrimonio cultural inmaterial incluye prácticas y expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes escénicas, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.” (UNESCO en Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, S.F.)
Lo más significativo de esta categoría patrimonial es su vinculación estrecha con la actualidad y a los debates sociales (Bortolotto, 2014). Sus características permiten la reconsideración de determinados aspectos sociales que hasta el momento no han sido considerados como susceptibles de conservación. De este modo, abre la posibilidad de reflexionar alrededor de diferentes ámbitos sociales que hasta el momento han sido obviados e incluso invisibilizados por su condición de subalternos, como el patrimonio de la comunidad gay de Sitges.
De la gestión patrimonial tradicional al patrimonio inteligente desalienado
Tradicionalmente, las instituciones vinculadas a la gestión del patrimonio han vinculado sus tareas a la ejecución de investigaciones, al desarrollo de conservación de los resultados de estas investigaciones y a la difusión (Becerra, 1999). En algunos casos, incluso, se han abierto espacios para la devolución a las comunidades por las posibles molestias causadas por la investigación a partir de una fase de “restitución”.
Si bien las tareas de estas organizaciones nos han permitido salvaguardar numerosos aspectos de nuestras sociedades y culturas, estos procesos han venido desarrollándose en base a la verticalidad. Los nuevos horizontes políticos y las nuevas formas de gobernabilidad derivadas de los debates de la ciudad ubicua, la eco-city y la Smart City, deben ser capaces de reintroducir nuevas características al funcionamiento de las instituciones constructoras del patrimonio.
Es necesario que el patrimonio se construya desde la ciudadanía. El caso de los elementos patrimoniales urbanos resulta evidente en referencia sus beneficios, los ciudadanos como máximos usuarios y propietarios de la ciudad deben ser los responsables de la creación de este patrimonio. Por eso, debemos poner a su alcance técnicas y medidas para lograr este objetivo.
Aunque la crisis de los discursos patrimoniales de los años 1970 (Mestre & Prats, 2014) haya supuesto la modificación parcial de la verticalidad, los procesos patrimoniales deben desarrollarse más allá de determinadas instituciones para desplegarse en los máximos ámbitos posible. Es por eso que en busca de la máxima representatividad y horizontalidad resulta necesario extender la construcción del patrimonio en el espacio urbano.
También hay que huir de la adaptación del patrimonio a los intereses de la sociedad de consumo (Mestre & Prats, 2014) en la ciudad inteligente, puesto que provoca que los elementos patrimoniales se orienten más al consumo turístico que al uso colectivo. De este modo, las nuevas propuestas de construcción colectiva y de difusión y usos del patrimonio deben aproximarse a la realidad social (Mestre & Prats, 2014) evitando, de este modo, un concepto elitista de cultura en relación al patrimonio.
El e-spacio como una posible alternativa
Debido a las problemáticas de verticalidad en los procesos patrimoniales, aquí se plantea la integración de herramientas TIC (tecnología de la información y de la comunicación) con proyectos sociales para substituir el funcionamiento de las instituciones tradicionales –con un locus basado a menudo en “lobbies de la memoria” (Puigbó et al., 2016)- por la noción de “activación” (Prats, 2005) del patrimonio desde las comunidades.
Para lograr la detección y la construcción colectiva del patrimonio se diseñó la metodología “e-spacio” (Puigbó et al., 2016). Se trata de un modelo de participación colectiva horizontal en el patrimonio basado en técnicas cualitativas y que consta de diferentes fases.
En primer lugar, se inicia el proyecto llevando a cabo una investigación sociocultural sobre con una determinada comunidad. En nuestro caso seleccionamos a la comunidad gay de Sitges debido a su presencia en dicho territorio y a la falta de estudios vinculados a su patrimonio. En esta fase se desarrollaron 11 entrevistas semi-estructuradas destinadas a la obtención de datos sobre los aspectos más significativos de su historia y presencia en la ciudad.
En segundo lugar, se procede al tratamiento y al análisis de estos datos con el objetivo de determinar cuáles aspectos sobre su trayectoria a la ciudad pueden concebirse como elementos patrimoniales. Puede suceder que una mala selección de la muestra, o incluso del objeto de estudio, pueda concluir con resultados negativos respecto a la necesidad de desarrollar procesos de patrimonialización.
En tercer y último lugar, se desarrolla una aplicación móvil para compartir de manera eficiente los resultados obtenidos para que la comunidad pudiera discutir estos resultados. Este hecho debe acompañarse de workshops y otras acciones físicas para incluir a los individuos que no tengan fácil acceso a estas plataformas. Además, las aportaciones al aplicativo deben constar de una mediación por parte de los o las investigadoras, aunque deben sostener un criterio de imparcialidad y de máxima representatividad. Esto supone no vetar parcial y discriminatoriamente determinadas posturas.
Hay que tener en cuenta que la implantación de tecnologías de la información y de la comunicación queda sujeta a la idoneidad de la comunidad. En nuestro caso se desarrolló al constatarse –mediante un análisis cuantitativo realizado por el antropólogo Pablo Tardío (en Puigbó et al., 2016) con una muestra de 41 informantes- que la mayoría de miembros, de la comunidad utilizaba dispositivos electrónicos. En concreto, los resultados mostraron que el dispositivo más prevalente era el Smartphone:
Además, su uso era vinculado a finalidades retóricas y políticas que pueden inducir al debate. Respecto a este hecho, los encuestados afirmaban que “las redes sociales en Internet pueden hacer que la gente se interese por asuntos políticos” con un promedio de 7.94 de 9 (Puigbó et al., 2016).
Diseño de la aplicación móvil (e-spacio) a partir de los resultados
Habiendo de contrastar la idoneidad del uso de una plataforma digital orientada al Smartphone, se procedió al diseño de la aplicación móvil a partir de los resultados obtenidos. Concretamente, las técnicas cualitativas mostraban que existían dos principales ámbitos que la comunidad destacaba como potenciales elementos de patrimonialización.
Por un lado, la sociabilidad vinculada en espacios de ocio privados y semi-públicos. Los informantes afirmaron que existía una determinada forma de comunicación y de interacción asociada en espacios tales como bares y determinadas playas. Estas interacciones se consideraban particulares y propias de la comunidad en tanto que se desarrollaban exclusivamente entre sus miembros. Esto se debe, según los informantes, a que estos espacios de sociabilidad sostenían un grado mayor de libertad que otros lugares donde impera una heteronormatividad que oprime y reprime la expresión de conductas homosexuales.
Por otro lado, los entrevistados planteaban la existencia de una memoria social particular en la comunidad y que debía ser conservada y difundida. Esta se componía de una retórica que acompañaba diferentes períodos históricos del colectivo gay en el desarrollo de la ciudad de Sitges.
La primera etapa vinculaba la génesis del colectivo en este lugar con el movimiento modernista y con la instalación de individuos acomodados de la burguesía de Barcelona a Sitges. La segunda etapa corresponde al franquismo y a la comprensión de la ciudad de Sitges como un lugar de seguridad para la comunidad en un contexto de persecución derivado de la dictadura.
La tercera etapa se vinculaba al estallido democrático y a la voluntad apropiadora del espacio público. Este período debe vincularse con el ámbito patrimonializable correspondiente a los espacios de sociabilidad en tanto que estos son mayormente privados o semi-públicos (p.e. bares) y en este periodo se buscaba romper con esta tradición para abrir una fase de desclosetamiento.
Y, finalmente, los informantes describen una última etapa vinculada a los conflictos y a la deriva retrograda de los años noventa. En este período, según los informantes, se vivieron alarmantes momentos de tensión y de conflicto con determinados sectores de la ciudad que mostraron actitudes xenófobas.
Una vez identificados estos elementos, se introdujeron en la aplicación móvil para abrirlos al debate a la comunidad. El diseño de la aplicación se realizó para ser lo más intuitiva posible para su mayor accesibilidad y su correcto funcionamiento. Además, se realizaron videos para difundir su funcionamiento. A continuación, puede observarse una muestra gráfica de esta:
La aplicación, de este modo, incluía los resultados –en la viñeta “Patrimonio”- dónde los usuarios podían acceder al contenido de la investigación y dar su opinión mediante un apartado reservado a comentarios. También se puso a su disposición un espacio para la presentación del grupo de investigación que realizaba el proyecto –Proyecto de Investigación Lakatos en Antropología (PILA)- para facilitar el contacto en caso de cualquier problema o incidencia.
Además, incorporaba un espacio para contactar a Gay Sitges Link, la principal entidad colaboradora de la ciudad que facilitó desinteresadamente posibles informantes y espacios para la realización de entrevistas. A su vez, se desarrolló un espacio de presentación el proyecto e-SPACIO, otro con el nombre “Visibilización” con contenido gráfico derivado de la investigación a modo de devolución a la comunidad y, por último, se incluyó un QR para hipotéticas y futuras rutas urbanas sobre los resultados obtenidos.
El diseño de la aplicación pretendía operar desde un Menú principal directo para los usuarios y se combinaba con una selección de texto e imágenes correspondientes para amenizar el contenido e ilustrarlo. Todos los espacios vinculados a la exposición de resultados comportaron la inclusión de comentarios para que los usuarios pudieran aplicar su crítica y se facilitó el contacto de los desarrolladores de la iniciativa –realizada sin ningún afán de lucro- a fin de resolver dudas e incrementar información o documentación en caso requerido.
Así, el borrador teórico de la aplicación móvil fue el siguiente:
Reflexiones preliminares alrededor de los resultados
El e-spacio supuso el despliegue mediante un espacio telemático de los resultados de la investigación sobre el patrimonio de la comunidad gay de Sitges. Se entendió que así se cerraba el círculo iniciado en la misma comunidad y, aunque no supusiera en sí mismo la generación de un elemento patrimonial tangible, se generó un espacio de debate alrededor una temática concreta considerada como potencial elemento patrimonial.
Hay que tener en cuenta que los resultados se encuentran condicionados al hecho que la aplicación móvil no tuvo un gran impacto debido al corto tiempo que estuvo en funcionamiento: dos meses. Con lo cual, para unos resultados contrastables se calcula una operación necesaria de la aplicación por un periodo de un año sujeto a acciones físicas, principalmente talleres temáticos y grupos focales.
Cabe destacar que la comunidad se mostró asertiva cuando se le presentó –en una jornada sobre etnología organizada por el IEP- la aplicación móvil realizada. Aunque sugirió que los resultados debían partir de una proyección más amplia. Por eso, debe considerarse las conclusiones que se extraen como las reflexiones a un proyecto piloto.
El encaje del proceso de patrimonialización y la tecnología, manifestada por la aplicación, generó una sinergia positiva debido a que ambos se focalizaron en el usuario y no en las intencionalidades de los desarrolladores. En este sentido, la tecnología supone un recurso positivo en proyectos e intervenciones sociales vinculadas al patrimonio cuando esta es comprendida como un elemento de soporte y no el contenido en sí mismo de la acción.
En el caso presentado, la idoneidad del uso del Smartphone fue contrastado y se partió desde un inicio de la comunidad. Se operó sin premisas prexistentes respecto al patrimonio rompiendo, de este modo, la verticalidad característica de los procesos patrimoniales institucionales.
La exploración realizada en este proyecto manifiesta la posibilidad de trabajar desde propuestas de smart heritage que incluyan la agencia y la capacidad de los habitantes de la ciudad respecto a su patrimonio. Aun así, hay que diferenciar los procesos que vinculan la generación en si misma de patrimonio a los fenómenos de construcción patrimonial. Es decir, el caso presentado corresponde a la identificación de elementos patrimoniales, pero en sí mismo no es un método para la presentación del patrimonio. Por eso, debe comprenderse como parte de un proceso de conservación y difusión más amplio que también debe operar en espacios físicos.
Conclusiones: más allá de los big data, los thick data
Finalmente, a modo de conclusión, debe integrarse el proyecto presentado en el debate contemporáneo sobre la dicotomía thick data y big data. El término thick data acuñado por Wang (2013) hace referencia a los datos densos y complementa a los datos masivos, big data. Como plantea Colobrans (en Rius, 2017), el big data tiene límites en tanto que no muestra por qué las personas hacen lo que hacen, así como sus emociones ni sentimientos.
Por eso, es necesario profundizar estas informaciones para que no sólo muestren lo que la gente hace sino el porqué. Las ciudades inteligentes deben aspirar a comprender por qué sus ciudadanos hacen lo que hacen para así realizar políticas realmente adecuadas. Si solo codician datos relacionados con los quehaceres de sus habitantes restaran sujetas a funciones más vinculadas con el control que con la democracia.
La tecnología puede ser facilitadora de propuestas para la resolución de determinadas problemáticas, pero solo si se desarrolla por y para la comunidad. En el caso presentado hemos observado que la tecnología, y sus prestaciones, se pueden incluir no solo en el planteamiento de soluciones técnicas en determinados proyectos, sino en el descubrimiento de información.
En el caso de la comunidad gay de Sitges aquí trabajado la tecnología ha maximizado y potenciado teóricamente la accesibilidad a los resultados, habilitando así la discusión y el debate alrededor de los mismos. Pero sin la investigación inicial el uso de la misma queda restringido a un carácter limitado sino anecdótico.
Los thick data obtenidos mediante técnicas cualitativas muestran, en el caso del patrimonio gay de Sitges, que es posible comprender las dinámicas de determinados grupos marginalizados históricamente para realizar políticas en su favor. Estas no pasan solo por cuestiones socioeconómicas sino por aspectos vinculados al reconocimiento histórico de su existencia y en la puesta en valor de esta trayectoria. Sin reconocer esto, las ciudades inteligentes permanecerán sujetas tanto a los errores del presente como a los del pasado.
Agradecimientos
Este proyecto sólo ha recibido retribución económica en la fase de tratamiento de los datos obtenidos a partir del programa de investigación Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial del Penedès del Instituto de Estudis Penedesencs. Agradecer la colaboración y predisposición de Gay Sitges Link, así como su ayuda constante durante el proyecto. Este proyecto se enmarca en las líneas de PILA, realizadas en co-creación con Pablo Tardío y Héctor Ortega.
Referencias
- Barth, F., 1976, Los grupos étnicos y sus fronteras. México: Fondo de cultura económica. Vol. 197, No. 6.
- Bortolotto, Ch., 2014. La problemática del patrimonio cultural inmaterial. Culturas. Revista de Gestión Cultural. Vol. 1, Nº 1, 1-22.
- Mestre, J. S., & Prats, J., 2014, El patrimonio inmaterial y la educación: bases conceptuales para un planteamiento didáctico, Her&Mus. Heritage & Museography, (15), 8-15.
- Ministerio de Educación, Cultura y Deporte UNESCO. Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Consultado el 20/3/2018.
- Prats, L., 1998, El concepto de patrimonio cultural, Política y Sociedad, 27(1), 63-76.
- Prats, L., 2005, Concepto y gestión del patrimonio local. Cuadernos de Antropología social, (21), 17-35.
- Puigbó, J., Flores, H., Tardío, P., 2017, Una revisión del concepto e-SPACIO como técnica para la contrastación emic de resultados etnográficos. Grafo Working Papers, 6, 1-23.
- Puigbo, J., Tardío, P., Ortega, H., 2016, Creando e-SPACIOS para la participación popular en el patrimonio: el caso de la comunidad gay en Sitges, Perifèria. Revista d’investigació i formació en Antropologia, 21(2), 58-79.
- Rius, M., 2017. El poder del ‘thick data’ en la era ‘big data’. La Vanguardia, 10/6/2017.
- Wang, T., 2013, Big data needs thick data. Ethnography Matters, 13.