Comunicación presentada al II Congreso Ciudades Inteligentes:
Autora
- Carmen Mayoral Peña, Secretaria de Modernización, Participación Ciudadana y Calidad, FEMP Federación Española de Municipios y Provincias
Resumen
La Norma técnica UNE 66182 «Guía para la evaluación integral del gobierno local y el desarrollo como ciudad inteligente» tiene como objetivo proporcionar a los gobiernos locales de nuestro país una metodología asequible y práctica para fijar e incrementar su nivel de confiabilidad y facilitar la integración en sus servicios de la perspectiva de ciudades inteligentes. Se propone un método de doble evaluación (operativa y directiva) basado en evidencias que contempla el posicionamiento en calidad de servicio y en proyectos «smart» en los siguientes ámbitos: 1) Desarrollo institucional para el buen gobierno 2) Desarrollo económico sostenible 3) Desarrollo social incluyente 4) Desarrollo ambiental sostenible.
Introducción
Los gobiernos locales españoles han de asumir el desafío de mejorar la confianza de la ciudadanía y convertirse en gobiernos confiables. Pueden hacerlo si son capaces de conocer y dar respuesta a las expectativas de los vecinos para cubrir sus necesidades mediante la provisión de servicios de calidad y hacerlo de forma transparente y participativa.
Para ser transparentes, eficientes y contribuir a un desarrollo sostenible, los ayuntamientos necesitan dotarse de sistemas de gestión adecuados -como los de la gestión de la calidad- y de estrategias de progreso innovadoras como es la de ciudades inteligentes.
La presente guía está dirigida a entidades locales con voluntad de cumplir con estas premisas estableciendo planes de acción y mejora sustentados en evidencias y de forma reflexiva.
Detrás de la metodología de evaluación que se propone existe la voluntad de realizar un análisis riguroso, comprensible y encaminado a la asunción de compromisos de acción. Un gobierno genera confianza cuando garantiza las condiciones necesarias para proporcionar los servicios que precisan sus ciudadanías de manera eficiente.
Los informes de resultados y los planes de acción que han de derivarse de la utilización de esta norma serán un instrumento de planificación idóneo para dar respuesta a los requerimientos normativos del Artículo 6 “Información institucional, organizativa y de planificación” que tienen las administraciones locales según la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno.
El objetivo de esta norma es proporcionar a los gobiernos municipales de nuestro país una metodología asequible y práctica para fijar y ganar en confiabilidad y facilitar la integración en sus servicios de la perspectiva de ciudad inteligente. Para ello se detalla pormenorizadamente un método de evaluación sugiriendo las actividades a realizar y los indicadores a considerar.
El resultado de la evaluación es el punto de partida para realizar planes de actuación, formular objetivos y proyectos y para la implantación de un sistema de gestión de la calidad para construir, consolidar y mejorar un gobierno municipal confiable.
A la primera versión de la Norma denominada “Guía para la evaluación integral del gobierno municipal”, desarrollada con el impulso de la Federación Española de Municipios y Provincias, a principios del año 2006, se le ha aportado actualidad adecuando cuestiones que, por el cambio de las condiciones del entorno y normativas habían quedado obsoletas, e incorporando una categoría de posicionamiento, en sintonía con el desarrollo del Plan Nacional de Ciudades Inteligentes para impulsar este proceso de transformación y avance.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado múltiples documentos que establecen los requisitos y directrices para la implantación de sistemas de gestión de la calidad.
De entre ellos destacamos la norma ISO 18091 “Sistemas de gestión de la calidad. Directrices para la aplicación de norma ISO 9001:2008 en el gobierno local”, aprobada en 2015, que tiene como objeto proporcionar a los gobiernos locales de todo el mundo un enfoque coherente sobre la gestión de la calidad. La actual versión de esta norma se ha alineado con la estructura de indicadores de esta norma internacional pero complementando su despliegue y enfoque con la construcción de subindicadores y la categoría inteligencia descrita anteriormente.
También se tiene como referencia el conjunto de normas del Comité Técnico de Normalización y Certificación AEN/CTN 178 Ciudades Inteligentes.
Metodología
En esta norma UNE las actividades del Ayuntamiento se clasifican en cuatro grandes áreas o cuadrantes:
- Desarrollo institucional para el buen gobierno
- Desarrollo económico sostenible
- Desarrollo social incluyente
- Desarrollo ambiental sostenible
Para la evaluación integral del gobierno municipal, estas cuatro áreas se han desarrollado en indicadores.
El objetivo fundamental de la evaluación es obtener una visión global y consensuada, a partir de la compilación de evidencias de rendimiento y percepciones, de la organización y desde una doble perspectiva: político/directiva y técnica/operativa para identificar el conjunto de oportunidades de mejora existente y generar planes para el incremento de la calidad de los servicios y, en su caso, para el desarrollo del municipio como “ciudad/destino inteligente”.
En ambos casos, conocer y compartir internamente la situación del Ayuntamiento en relación a lo propuesto por la Norma es muy importante y a ello se dedica la mayor parte del esfuerzo de los respectivos equipos de autoevaluación. El resultado serán definiciones consensuadas por ambos grupos de las áreas de mejora relevantes para la organización, así como una posible priorización que facilite el enfoque y despliegue de los Planes o Acciones de Mejora. La situación semafórica y la identificación de proyectos “inteligentes” permitirán expresar de forma gráfica las necesidades de actuación, facilitando su lectura e identificación.
La autoevaluación ha de permitir tomar conciencia, de modo sencillo e intuitivo, de qué ámbitos concretos de la gestión convendría impulsar de forma jerarquizada.
Con el ejercicio de la evaluación se pretende incrementar la colaboración y crear un clima de predisposición a la mejora que involucre al mayor número de trabajadores posible.
Esto conlleva la necesidad de que exista uno o varios facilitadores del proceso de evaluación que conozcan la metodología y que posean un perfil adecuado para relacionarse de la mejor manera con todas las personas involucradas. Esta decisión será, lógicamente, una de las primeras a tomar. También será conveniente destinar un tiempo a instruir en el proceso a los intervinientes, acordar las normas de trabajo de los grupos, el calendario de reuniones, tiempo de duración de cada una de ellas, cómo se producirá el debate y obtención de consenso, etc. Sobre esto existen distintas experiencias aunque tal vez el mejor modelo sea el que mejor se adapte a la cultura y modo de hacer de la organización autoevaluada.
El ejercicio de análisis es más enriquecedor si se realiza en grupo pues se comparte información y puntos de vista además de propiciar un clima de cooperación. Si la dimensión del Ayuntamiento lo requiere es recomendable identificar responsables por ámbito pero, en cualquier caso, debe designarse un coordinador general de todo el proceso de evaluación.
El proceso de evaluación ha de organizarse definiendo sus recursos, implicados, actividades, cronograma y resultados previstos.
La recopilación de información y datos sobre la actuación del Ayuntamiento es una actividad básica del ejercicio de evaluación. Las evidencias han de ponerse en relación con los indicadores y subindicadores del modelo. El análisis en detalle de cada uno de los aspectos de la gestión municipal permite identificar donde no se llega a un nivel mínimo establecido y los potenciales puntos de mejora dentro del sistema.
Se puede enriquecer la evaluación anotando todas las observaciones que posteriormente puedan servir para analizar mejor la actividad o para establecer el plan de mejora.
La evaluación se realiza por comparación de la situación del Ayuntamiento evaluado con las situaciones o escenarios descritos en los cuadrantes y detallados en los indicadores y subindicadores correspondientes, lo que permite visualizar el nuevo escenario o nivel de madurez a alcanzar, y establecer o actualizar las estrategias, política y directrices medidas y actuaciones necesarias para lograrlo. También sirve para establecer objetivos de mejora y para realizar el seguimiento de la evolución del nivel de madurez.
La organización deberá establecer su propio modo de conciliar las dos perspectivas (directiva y operativa) a fin de alcanzar un acuerdo final sobre las áreas de mejora detectadas y también sobre su priorización lo que seguramente facilitará la integración del resultado de la autoevaluación en la estrategia de la organización (Plan Estratégico, Plan de legislatura o similar), en el Plan Operativo correspondiente o en Planes Específicos de Mejora o Ciudades Inteligentes. De hecho, aunque la decisión última sobre la estrategia y las prioridades de gestión corresponden al nivel político/directivo, el consenso en torno a las áreas de mejora relevantes y su priorización así como el resultado de la “semaforización” de indicadores y subindicadores realizada en ambos niveles seguramente facilitará la toma de decisiones.
El campo inteligencia se entenderá cubierto cuando haya emergido, al menos, una clara evidencia de la existencia de proyecto tecnológico o iniciativa que se corresponda con la descripción del indicador. Para la calificación de gobierno inteligente será necesario que existan, al menos un indicador cubierto con perspectiva smart por cada uno de los cuatro cuadrantes.
Conclusiones
El sistema de evaluación planteado en esta norma está basado en el análisis de un total de 39 indicadores y 169 subindicadores, que permiten identificar debilidades y fortalezas, elaborar planes y políticas con visión de mediano y largo plazo, para poder vincular medios y recursos. La perspectiva inteligencia se evalúa de forma conjunta por cada una de las cuatro áreas del sistema
- Desarrollo institucional para el buen gobierno
- Desarrollo económico sostenible
- Desarrollo social incluyente y
- Desarrollo ambiental sostenible) en el nivel de indicadores, su cumplimiento requiere la obtención de, al menos, una evidencia de la perspectiva por cuadrante.
Los gobiernos locales pueden optar por:
- Evaluar su desempeño como gobierno confiable y que desarrolla la perspectiva “ciudad inteligente” en su institución. En este caso se utilizará el conjunto de campos, indicadores y subindicadores.
- Evaluar su desempeño como gobierno confiable. Para ello usará los indicadores y subindicadores categorizados semafóricamente y no utilizará los indicadores del campo inteligencia.
- Evaluar el grado de desarrollo de la estrategia ciudades inteligentes. Si es así, utilizará la descripción de indicadores del campo inteligencia.
- Una vez realizada la evaluación de la gestión municipal se deben identificar todas las mejoras a impulsar para conseguir el nivel óptimo como gobierno local confiable y/o que apuesta por ser una Ciudad Inteligente.
Agradecimientos a participantes
La actualización de la norma ha sido posible gracias a las siguientes personas e instituciones.
Coordinación del grupo Normas de Calidad de la Comisión de Modernización, Participación Ciudadana y Calidad:
- Manuel Pechero – REGTSA (Diputación de Salamanca)
- Carmen Mayoral – FEMP
Miembros del grupo Normas de Calidad de la Comisión de Modernización, Participación Ciudadana y Calidad:
- Concepción Gosálvez Gutiérrez – Ayuntamiento de Alcobendas
- Mercedes Ramírez – Ayuntamiento de Alcobendas
- Mateu Jaume Vanrell – Ayuntamiento de Alcudia
- Juan José Acosta – Ayuntamiento de Candelaria
- Carlos Izquierdo Fortea – Ayuntamiento de Castellón de la Plana
- Tomás García Gómez – Ayuntamiento de Getafe
- Luis Ángel Ruiz – Ayuntamiento de Logroño
- Felipe Martin Garcia – Ayuntamiento de Madrid
- Maria Isabel Melus Gil – Ayuntamiento de Madrid
- José Enrique Díez Getino – Ayuntamiento de Móstoles
- José Mazon – Ayuntamiento de Santa Pola
- Mª Camen González – Ayuntamiento de Santa Pola
- Esther Perez Alonso – Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz
- Victoria Alcalá – Ayuntamiento de Tudela
- Mª José Hidalgo – Diputación de Alicante
- María Isabel Sierrra – Diputación de Barcelona
Coordinadora del AEN/CTN 66/SC 1/GT 9:
- Tania Marcos – AENOR
Miembros del AEN/CTN 66/SC 1/GT 9:
- Luis Miguel Palomares – AEVAL
- Rodrigo Martín – Fundación Compromisos con la Calidad
- Fernando Monar – Fundación Compromisos con la Calidad
- Jaume Mateu – MUNEVAL
- Gloria Ostos – OstosSola
Otras contribuciones de Comisiones FEMP:
- Pablo Bárcenas – FEMP
- Alejandra Escudero – FEMP
- Juana Escudero – FEMP
- Luis Mecati – Comisión FEMP
- Carlos Prieto – Comisión FEMP
- Luz Romero – Comisión FEMP
- Ricardo Villarino – Comisión FEMP