El Ministerio de Hacienda ha puesto en marcha una nueva línea de ayudas por valor de 285 millones de euros, financiada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), para apoyar la recuperación de los municipios dañados por la DANA registrada entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2024. La convocatoria, dirigida a entidades locales especialmente afectadas, se enmarca en el Programa Plurirregional FEDER 2021-2027 y prioriza actuaciones de reconstrucción con criterios de sostenibilidad y resiliencia. La cofinanciación europea cubrirá hasta el 95% del gasto elegible, permitiendo a las localidades implementar proyectos que miren más allá de la reparación inmediata y apuesten por un modelo urbano sostenible.

La iniciativa incorpora como requisito clave la elaboración de una Agenda de Reconstrucción, que identificará las necesidades y prioridades de cada territorio, así como la creación de un Plan de Actuación Integrado (PAI), diseñado mediante procesos participativos locales. Estos planes servirán como hoja de ruta para desplegar intervenciones urbanas que aborden los daños causados por la catástrofe y refuercen la capacidad de respuesta frente a futuros fenómenos extremos. Las actuaciones podrán seleccionarse desde el 28 de octubre de 2024 y el gasto será elegible hasta finales de 2029.
Recuperación con visión sostenible
Las ayudas están destinadas a ciudades grandes, municipios intermedios y áreas urbanas funcionales, con asignaciones máximas de entre 6 y 12 millones de euros según la población. De forma excepcional, los municipios de Mira y Letur también podrán presentar propuestas pese a no alcanzar los umbrales demográficos establecidos. El objetivo es garantizar que ningún territorio afectado quede fuera del proceso de reconstrucción verde y que la respuesta no se limite a reponer infraestructuras, sino que contribuya a un desarrollo urbano más seguro, eficiente y resiliente.
La convocatoria contempla hasta 45 ámbitos posibles de intervención, que abarcan desde la gestión de riesgos y la prevención de catástrofes hasta la eficiencia energética, la digitalización, la integración de energías renovables, la inclusión social o la regeneración de espacios públicos. Todos los proyectos deberán respetar los principios de ‘no causar daño significativo’ (DNSH) y alinearse con los objetivos de adaptación climática, garantizando la sostenibilidad de las inversiones a largo plazo.
En paralelo, esta línea de ayudas complementa otras medidas europeas y nacionales ya en marcha para apoyar a las zonas afectadas por la mayor catástrofe climática reciente en España. La Unión Europea ha movilizado 2.470 millones de euros, incluyendo 946 millones procedentes del Fondo de Solidaridad —la segunda mayor ayuda concedida en la historia del instrumento— y más de 1.200 millones del Plan de Recuperación redirigidos a fortalecer la capacidad de respuesta ante desastres naturales. Estas actuaciones están permitiendo recuperar infraestructuras verdes, restaurar ecosistemas, reforzar sistemas tecnológicos de prevención y apoyar la reconstrucción socioeconómica del territorio.