El Ayuntamiento de Torrelodones ha puesto en marcha una ampliación de su red de cámaras de seguridad dedicadas al control de tráfico, consolidando un salto cualitativo en la gestión de la movilidad urbana. Con la instalación de 35 dispositivos de última generación en puntos estratégicos del municipio, la localidad da un paso firme hacia un modelo de ciudad inteligente, priorizando la seguridad en cruces con alta incidencia de accidentes, zonas escolares, avenidas con gran densidad de tráfico y los accesos al centro urbano.

Con esta nueva fase, Torrelodones cuenta ya con cerca de 90 cámaras operativas, que no solo vigilan, sino que funcionan como una herramienta integral de gestión urbana, reforzando las medidas implementadas en la primera etapa del proyecto.
Un sistema inteligente al servicio de la movilidad
A diferencia de las cámaras tradicionales, esta nueva red incorpora tecnología inteligente con múltiples funcionalidades. Entre ellas destaca la detección de tráfico en tiempo real, diseñada para reducir una de las principales causas de siniestralidad. Además, las cámaras permiten monitorizar cruces y glorietas, identificando vehículos que no respetan la señalización o que se detienen por incidencias mecánicas, situaciones que representan un riesgo elevado para peatones y ciclistas.
Otro componente clave es el control de matrículas en vías de acceso al municipio, reforzando la seguridad local. La recopilación de datos anónimos sobre la densidad y el flujo vehicular permitirá a los gestores municipales ajustar recursos y prevenir congestiones en horas punta, optimizando la movilidad y la seguridad vial.
Beneficios directos para la ciudadanía
Las nuevas cámaras instaladas en Torrelodones tienen como objetivo principal prevenir accidentes y proteger a los usuarios más vulnerables, como escolares y peatones. Entre los beneficios esperados se encuentran la reducción de siniestros de tráfico gracias al efecto disuasorio de los dispositivos, una movilidad más fluida, una mayor protección en zonas críticas y la optimización de los recursos policiales, que pueden centrarse en labores de control y educación vial más complejas.
Antes de la puesta en funcionamiento, se realizó una campaña informativa para señalizar la ubicación de las cámaras y se renovó la señalización vertical, garantizando que los conductores y peatones comprendan que el objetivo es modificar conductas y no sancionar sorpresivamente. Además, todas las cámaras han sido ajustadas para proteger la intimidad y los datos personales mediante tecnologías de enmascaramiento de imágenes en zonas residenciales, asegurando que la vigilancia sea ética y respetuosa con la privacidad de los ciudadanos.