El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que está trabajando en una nueva ordenanza municipal para facilitar que universidades, grupos de investigación y empresas prueben proyectos tecnológicos en entornos urbanos, tanto físicos como digitales, para mejorar la gestión de la ciudad.

El nuevo marco jurídico regulará los denominados espacios de experimentación urbana, entornos delimitados donde se podrán desarrollar estas pruebas con el objetivo de validar soluciones innovadoras con impacto en la gestión urbana.
Así, establecerá dónde y cómo se podrán poner en práctica estas iniciativas para facilitar su puesta en marcha y, a su vez, acelerar los procesos necesarios para realizar actuaciones experimentales en entornos reales, que requieren diferentes permisos.
La ordenanza incluirá todas las tipologías de espacios de experimentación que identifica la Unión Europea, como test bed, living labs y sandbox. Este último es un entorno seguro y controlado donde se pueden hacer pruebas y experimentos de nuevas tecnologías, servicios o modelos de negocio sin afectar a los usuarios o al mercado en general. En una ciudad, los sandboxes pueden ser, por ejemplo, espacios físicos como calles, equipamientos como oficinas, bibliotecas o espacios deportivos, o acontecimientos de la ciudad como festivales musicales, fiestas y competiciones deportivas.
Adaptación a retos y tecnologías emergentes
En la propuesta de ordenanza ha participado el sector con el fin de reforzar la capacidad de adaptación de la norma a futuros retos y tecnologías emergentes. Con esta iniciativa, el Ayuntamiento de Barcelona persigue mejorar la gestión urbana y replicar las soluciones validadas en otros contextos urbanos.
El primer trámite para aprobar la nueva normativa se hará en la comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda del próximo mes de noviembre.